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Mònica Costa Trachsel, Directora de Comunicación de Covestro España, acumula una sólida trayectoria impulsando la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad desde una profunda convicción personal y profesional. Desde su llegada a Covestro en 2017, su compromiso con el impacto positivo del sector químico ha sido constante: “Cada día en Covestro representa una oportunidad para demostrar que la química es un aliado esencial en la creación de un futuro más sostenible y equilibrado para todos”, afirma.
En esta conversación, Costa analiza la evolución del concepto de Responsabilidad Social, desde sus inicios filantrópicos hasta convertirse en una parte inseparable del ADN corporativo: “Hoy la Sostenibilidad no es una opción estratégica, es una obligación empresarial”. Destaca también el papel transformador de la economía circular, la urgencia del cambio climático y el impulso de una sociedad cada vez más informada y exigente.
Uno de los pilares de la entrevista es su visión sobre Corresponsables, con motivo de su 20º aniversario: “Corresponsables ha sido pionero en visibilizar la Sostenibilidad, actuando como un puente entre las empresas y la sociedad. Su valor pedagógico, tanto hacia la ciudadanía como hacia las propias organizaciones, no tiene precio”. Además, celebra que su colaboración con Corresponsables haya surgido de una “misión compartida en la que creíamos fervientemente”.
La conversación también recoge casos de éxito concretos como la planta de cloro en Tarragona, la primera del mundo en emplear tecnología ODC, reflexiones sobre los retos del futuro, el papel de las nuevas generaciones y referentes inspiradores como Yvon Chouinard o Henry Ford, que le han enseñado que “la eficiencia y el bienestar social pueden ir de la mano”.
Mònica, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi interés por la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad comenzó hace ya muchos años, impulsado por una fuerte convicción de que el impacto positivo de una empresa va mucho más allá de los productos o servicios que ofrece. Desde mi llegada a Covestro en 2017, esta creencia se ha fortalecido aún más. En el sector químico, la responsabilidad ambiental, social, de seguridad, educativa… se ha convertido en un compromiso real y, para mí, cada día en Covestro representa una oportunidad para demostrar que la química es un aliado esencial en la creación de un futuro más sostenible y equilibrado para todos.
“La Sostenibilidad ha dejado de ser una opción estratégica para transformarse en un componente obligatorio en los planes empresariales”
Los inicios en la Responsabilidad Social pueden ser complejos, y muchas veces es necesario hacer pedagogía en todos los ámbitos de la empresa. Sin embargo, una de las cosas que más me sorprendió al llegar a Covestro fue descubrir una empresa formada por equipos entregados a crear soluciones sostenibles mediante procesos que, en muchos casos, requieren años de desarrollo, al mismo tiempo que se hacen esfuerzos para incorporar perfiles femeninos en un sector tradicionalmente muy industrial y masculinizado. Esta dedicación de todo el equipo me ha enseñado que cada avance, por pequeño que parezca, forma parte de algo mucho más grande: un compromiso firme hacia un mundo más circular, eficiente y diverso, que se materializa en actos medibles.
¿Cómo era el panorama de la Responsabilidad Social cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
Las empresas son hijas de la sociedad en la que viven y evolucionan en función de sus inquietudes y necesidades. Al principio, nadie hablaba de Responsabilidad Social, sino de filantropía. Más adelante, surgió una fuerte corriente para profesionalizar la Responsabilidad Social, lo que llevó a crear departamentos específicos dentro de las empresas, separándolos del área de comunicación, para darles un mayor impulso.
“Cada día en Covestro representa una oportunidad para demostrar que la química es un aliado esencial en la creación de un futuro más sostenible y equilibrado para todos”
En muchos casos, esto consistía en comunicar lo que la empresa ya estaba haciendo en aspectos medioambientales, así como en profesionalizar las acciones sociales. Con la constatación del cambio climático y la necesidad de construir una economía circular, se evidenció que no era suficiente con potenciar lo que ya se hacía: la Responsabilidad Social debía impregnar todos los ámbitos de la empresa y dar una vuelta de tuerca más al compromiso social y medioambiental.
Esto implica que:
- Las áreas de innovación investigan para conseguir productos más sostenibles.
- Las áreas de producción buscan reducir el impacto medioambiental.
- Los Recursos Humanos impulsan políticas de igualdad y diversidad.
- Los cargos directivos incorporan perfiles femeninos.
…y así un largo etcétera.
Cuando miro hacia atrás, me alegra y enorgullece ver cómo la Responsabilidad Social ha llegado a formar parte inseparable del ADN corporativo de cualquier organización.
Mònica, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la Responsabilidad Social en las últimas dos décadas?
Mi relación con Corresponsables se remonta a varios años antes de unirme a Covestro, cuando ya había tenido el privilegio de colaborar con ellos en diferentes empresas. Sin embargo, recuerdo especialmente la primera vez que hablé con Corresponsables como directora de comunicación de Covestro: sabíamos que teníamos en común una misión en la que creíamos fervientemente, y rápidamente encontramos una sinergia natural.
Desde entonces, cada colaboración ha sido una oportunidad para reafirmar ese compromiso conjunto de acercar la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social a toda la sociedad.
“Corresponsables ha tenido un rol central en el impulso de la Responsabilidad Social, actuando como un puente entre las empresas y el público general”
Corresponsables ha tenido un rol central en el impulso de la Responsabilidad Social, actuando como un puente entre las empresas y el público general. Han sido pioneros en visibilizar la Sostenibilidad, al tiempo que han educado y sensibilizado a miles de personas y cientos de empresas, generando una mayor conciencia sobre el impacto de nuestras acciones.
Su valor pedagógico es doble:
- Hacia la sociedad, explicando el esfuerzo que hacen las empresas.
- Hacia las propias empresas, mostrando el valor que aporta incorporar la Responsabilidad Social en su forma de trabajar.
Ese valor no tiene precio. Su aniversario no solo es un hito para ellos, sino para todo el sector, pues evidencia cómo la Responsabilidad Social ha cobrado protagonismo y se ha consolidado como una expectativa social esencial.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Los cambios han sido notables y, sobre todo, alentadores. La Sostenibilidad ha dejado de ser una opción estratégica para transformarse en un componente obligatorio en los planes empresariales. En Covestro, por ejemplo, hemos diseñado una estrategia clara y establecidos objetivos concretos de Sostenibilidad, que abarcan desde el uso de energías renovables hasta el diseño de productos reciclables y más eficientes.
“Sin compromiso, y compromiso significa inversión, no hay avances”
Cada nuevo producto, cada nueva forma de producir, cada contratación, cada acción de relacionamiento con la sociedad debe estar obligatoriamente relacionada con la Responsabilidad Social, o simplemente no tira adelante. Este compromiso demuestra cómo la química se ha posicionado como un sector clave para avanzar hacia una economía baja en carbono y circular.
¿Cuáles consideras, Mònica, que han sido los hitos más importantes en la evolución de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Uno de los hitos más importantes ha sido la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que han servido de marco de referencia para muchas empresas, incluyendo Covestro.
Otro gran avance ha sido el auge de la economía circular, la cual ha transformado la forma en la que producimos, usamos y desechamos los productos y materiales.
“Hablar de Sostenibilidad era casi un acto de fe”
Y, finalmente, destaca la incorporación de políticas de diversidad e igualdad para lograr que los equipos sean un fiel reflejo de la sociedad en la que viven.
Este cambio ha sido impulsado por una sociedad cada vez más informada y exigente, así como por la necesidad urgente de hacer frente al cambio climático.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en Responsabilidad Social?
La primera lección es que la Sostenibilidad debe ser integral, una parte indivisible de cada decisión empresarial. Es decir, debe estar incluida en toda estrategia corporativa.
En Covestro, además, hemos aprendido que no se trata solo de desarrollar productos sostenibles, sino de explicar y demostrar cada esfuerzo con transparencia y evidencias medibles.
“La confianza y el respeto hacia nuestros grupos de interés dependen de nuestra transparencia y nuestro compromiso visible con la Sostenibilidad”
Así, la segunda lección es que la comunicación debe ser clara y honesta, basada en datos de impacto, ya que es la clave para construir la confianza con los diferentes grupos de interés.
Querida Mònica, ¿tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la Responsabilidad Social?
En los primeros años, hablar de Sostenibilidad era casi un acto de fe, y el desafío era considerable, ya que muchas personas aún no comprendían plenamente su relevancia.
Recuerdo que dedicamos un esfuerzo importante a educar y divulgar, tanto internamente como hacia nuestros diferentes stakeholders, demostrando por qué la Responsabilidad Social era una responsabilidad común y no solo una tendencia.
Fue necesario construir un espacio de diálogo con clientes, proveedores y colaboradores, para que entendieran que este compromiso no era pasajero, sino una visión estratégica y ética. Aquellos primeros esfuerzos, aunque arduos, sentaron las bases de una transformación que hoy es visible en cada rincón.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Existen numerosos ejemplos de pioneros que han marcado el camino en la Responsabilidad Social, cada uno desde perspectivas únicas y sectores diversos.
Personalmente, me ha influido el ejemplo de Yvon Chouinard, fundador de Patagonia, quien se ha destacado por su enfoque en la Sostenibilidad de productos y materiales, así como por implementar prácticas de transparencia en cada paso de la cadena de producción.
Su visión me enseñó cómo una empresa puede minimizar su impacto ambiental sin dejar de ser competitiva, lo cual resulta inspirador para cualquier organización comprometida con el entorno.
Por otro lado, figuras como Henry Ford también representan un hito en Responsabilidad Social. Ford transformó el concepto de condiciones laborales mediante mejoras salariales y la introducción de la jornada laboral de ocho horas, lo que sentó precedentes en derechos de los trabajadores y demostró cómo la eficiencia y el bienestar social pueden ir de la mano.
Estos ejemplos, tan distintos, pero igualmente inspiradores, demuestran que la Responsabilidad Social es un compromiso multifacético que evoluciona continuamente, impulsado tanto por la conciencia ambiental como por el avance tecnológico y la innovación empresarial.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la Responsabilidad Social?
El último caso de éxito de Covestro es nuestra reciente firma de un nuevo acuerdo de suministro de energía renovable (PPA) en España, con el que hemos aumentado significativamente la proporción de energías limpias en nuestras operaciones y reducido aún más nuestra huella de carbono.
Sin embargo, nuestro caso más emblemático fue, sin duda alguna, la inauguración de la nueva planta de cloro en Tarragona. Tras años de desarrollo e innovación, esta planta se ha convertido en la primera instalación industrial del mundo en producir cloro mediante la tecnología ODC, un avance que permite un uso energético mucho más eficiente.
Este proyecto refleja nuestro compromiso continuo con la Sostenibilidad y demuestra que, a través de la innovación y la perseverancia, es posible transformar de manera radical el impacto de la industria química en el medioambiente.
Pero hay miles de acciones escondidas: el trabajo diario para reducir el consumo de agua de boca, para mejorar el tratamiento de los residuos, para lograr un uso eficiente de la energía… cada día es un reto para avanzar.
Mònica, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad?
He aprendido que las buenas intenciones no bastan: la Sostenibilidad debe basarse en acciones tangibles, inversiones y datos verificables.
Sin compromiso, y compromiso significa inversión, no hay avances. Y una vez conseguidos los avances, estos deben explicarse de manera cercana y honesta, siempre respaldados por indicadores de impacto.
“La Responsabilidad Social ha llegado a formar parte inseparable del ADN corporativo de cualquier organización”
La confianza y el respeto hacia nuestros grupos de interés dependen de nuestra transparencia y de nuestro compromiso visible con la Sostenibilidad.
¿Cómo ves el futuro de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad?
El futuro de la Responsabilidad Social en España es prometedor, pero no está exento de retos. La transición hacia una economía baja en carbono y circular representa una gran oportunidad, pero requiere de una inversión continua y un cambio de mentalidad.
En las próximas décadas, las empresas que logren innovar en esta dirección serán las que lideren el cambio y marquen el camino a seguir para las demás.
“El gran reto siempre es conseguir que la Responsabilidad Social sea también sostenible económicamente”
El gran reto siempre es lograr que la Responsabilidad Social sea también sostenible económicamente, y que las empresas que apuestan por ello puedan seguir siendo competitivas.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones tienen un rol fundamental en la Sostenibilidad, ya que serán quienes exijan y apliquen prácticas responsables en cada sector.
Con su visión fresca y un enfoque creativo, serán los impulsores de la innovación y el cambio. El futuro está en sus manos, y su compromiso, más que demostrado durante los últimos años, será el motor para un mundo más sostenible.
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