En un contexto global marcado por la emergencia climática, el sector sanitario se enfrenta a una paradoja crítica: a la vez que se configura como un actor fundamental para proteger la salud humana y del planeta en general, también contribuye de manera significativa al cambio climático. Según el informe de la ONG Health Care Without Harm, si el sector salud fuera un país, sería el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) del planeta, responsable de aproximadamente el 4,4% de las emisiones globales. Al margen de las exigencias de cualquier marco regulatorio (como el que estamos tenemos en Europa, independientemente de su evolución) esta realidad debe impulsar a las organizaciones sanitarias a integrar la sostenibilidad ambiental como un eje estratégico en sus operaciones. En el grupo sanitario Ribera creemos en la medición rigurosa de datos como una herramienta esencial para la transformación estratégica.
Aunque se corre el riesgo de que la presión de las numerosas obligaciones en materia de reporte y transparencia acabe desviando el foco, en Ribera estamos convencidos de que la medición de datos ambientales no es un fin en sí mismo, sino el punto de partida para desarrollar una sólida gestión estratégica.
Una adecuada gestión de los datos permite a las empresas diagnosticar su situación ambiental con precisión, establecer objetivos realistas y medibles y comparar el desempeño entre centros de trabajo para detectar buenas prácticas y líneas de mejora.
En este sentido, desde hace años en Ribera hemos apostado por la digitalización de la información de sostenibilidad, con la medición de los impactos ambientales del grupo como pilar fundamental. Esto nos permite una recopilación ágil y fiable de datos, facilitando la elaboración de informes y la toma de decisiones basada en evidencia, además de facilitarnos cumplir con normativas como la Ley EINF y prepararnos para el marco CSRD, que exigen transparencia y trazabilidad en la información no financiera.
La digitalización está en el ADN de Ribera: a lo largo de los años la explotación de la información en salud nos ha permitido elaborar planes de cuidados personalizados, algoritmos predictivos de evolución de pacientes COVID, de mejora en el tratamiento de úlceras por presión y homogeneizar técnicas y tratamientos en las pacientes de cáncer de mama, entre otras acciones. Actualmente este enfoque centrado en datos nos está ayudando a trabajar con los primeros resultados testables de aplicación de la Inteligencia Artificial en procesos asistenciales.
Para Ribera, los datos de sostenibilidad tienen el mismo valor que los de salud poblacional. En 2024 hemos medido más de 150 indicadores de sostenibilidad en el grupo desde 20 unidades de negocio y centros de trabajo, aportando más de 1.800 documentos de soporte y evidencia. El área medioambiental tiene un peso relevante y desde hace años monitorizamos el impacto del grupo en ámbitos como la generación de residuos, el consumo energético y de agua y el cumplimiento de límites de contaminación acústica.
En el ámbito de las emisiones de GEI, Ribera sigue las líneas de actuación derivadas del Plan Estratégico Salud y Medioambiente (PESMA) del Ministerio de Sanidad y actualmente estamos inmersos en un plan de medición del Alcance 3 de la huella de carbono con una calculadora propia que se ajusta a la realidad de nuestra actividad, lo que nos permitirá conocer la imagen completa del impacto del grupo y proponernos objetivos realistas de reducción de emisiones en los próximos años.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente.