La crisis climática se ha convertido en uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad en este siglo, y el sector de la salud aparece como un aliado indispensable para abordar la amenaza que supone este reto para la calidad de vida y el bienestar de las personas. En esta línea, el sector sanitario afronta un doble reto: reducir su impacto ambiental, que se estima en aproximadamente un 4,4% de las emisiones globales netas de gases de efecto invernadero (GEI), según el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, a la vez que protege y contribuye a mejorar la salud de las personas.
El sector debe convertirse en un referente en sostenibilidad y descarbonización, no solo como una obligación ética, sino también por la responsabilidad en la reducción de su propio impacto como sector de actividad, así como en el abordaje holístico de los efectos del cambio climático sobre la salud humana. Sin duda, la crisis climática es también una crisis sanitaria y debemos abordar este desafío con un compromiso firme: por el cuidado del planeta, de las personas y de su salud.
En esta línea, por ejemplo, el empeoramiento de la calidad del aire debido a la contaminación y a otras actividades humanas está afectando a todas las personas y, de manera más evidente, a los pacientes con patologías respiratorias. Según el estudio ‘Cleaner air, clearer lungs, better lives’, publicado en 2023 por Economist Impact en colaboración con Chiesi, un 69% de los encuestados (pacientes de España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) creen que la calidad del aire ha empeorado en los últimos años y 4 de cada 10 personas que viven con mala calidad del aire están severamente preocupadas por el empeoramiento de su salud. En este sentido, impulsados por nuestro compromiso de mejorar la salud respiratoria y reducir nuestro impacto medioambiental, recientemente el Grupo Chiesi, se ha unido a la “Alliance for Clean Air” del World Economic Forum.
En este contexto, en el que todos los actores del sector de la salud debemos estar implicados, marcos de referencia como el Green Deal europeo, que establece los márgenes de acción para impulsar la sostenibilidad en nuestra industria, son claves para abordar de manera clara estos impactos y contribuir al desarrollo de productos más sostenibles.
Sin embargo, no podemos conformarnos solo con cumplir con lo establecido en el marco regulatorio vigente. Reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, optimizar la cadena de suministro o adoptar prácticas de fabricación más eficientes y con un menor impacto ambiental son solo algunas de las principales palancas con las que cuenta nuestro sector para demostrar su compromiso y contribución a la sostenibilidad y la salud pública.
A nivel de compromisos climáticos, la inmensa mayoría de las compañías se han comprometido con el objetivo de cero emisiones netas (Net Zero) para el año 2050, en línea con el objetivo establecido en el Acuerdo de París. Desde Chiesi, reconociendo la urgencia de la acción climática, nos hemos marcado como objetivo alcanzar las cero emisiones netas directas en 2030 (alcances 1 y 2) e indirectas en 2035 (alcance 3). Estos objetivos han sido, además, validados por la iniciativa de Science Based Targets (SBTi).
Tomando como referencia este ambicioso objetivo, el Grupo Chiesi ha elaborado un Plan de Transición Climática que sirve de hoja de ruta estratégica para avanzar hacia la consecución de los objetivos fijados de reducción de emisiones considerando aspectos como la gobernanza, los riesgos, la planificación financiera o la estrategia de engagement. Este plan facilita la resiliencia y adaptabilidad de la compañía a retos vinculados al negocio y relacionados con el clima.
Nuestro compromiso con el planeta es visible también a través de la manera en la que diseñamos nuestros productos, que articulamos a través del proyecto ‘Eco-Friendly Products’. Esto incluye evaluar la huella medioambiental de todos nuestros productos. En esta evaluación, se incluye la forma en que los fabricantes asumen la responsabilidad de sus productos, el uso de métodos específicos de la industria para reducir nuestro impacto ambiental, la adopción de diseños y modelos circulares, la reducción de residuos y el uso sensato de materias primas.
Por otro lado, Chiesi ha desarrollado una herramienta interna de diseño ecológico, denominada ‘Life Cycle Perspective’ (Perspectiva del Ciclo de Vida), con el objetivo de alinear nuestros productos con los principios de la economía circular desde las fases iniciales de diseño hasta el fin de la vida útil. Esta herramienta, que se integra aportaciones de varias fases de desarrollo y analiza cuatro macro-áreas: química, dispositivos y envases, recursos naturales y ética. Esta herramienta se ha aplicado a los productos de la cartera de I+D y a un grupo de productos comerciales que representan el 56 % de las unidades vendidas en 2023 (sobre la base del total de productos de Chiesi).
En este marco de actuación, uno de nuestros proyectos más importantes en materia de reducción de emisiones y cuidado del planeta es el desarrollo de un inhalador con mínima huella de carbono. La iniciativa pretende acelerar el desarrollo y la introducción en el mercado de esta solución innovadora. Al utilizar el nuevo propelente con bajo potencial de calentamiento global (HFA 152a) Chiesi prevé reducir la huella de carbono del producto hasta en un 90% en comparación con la actualidad. El desarrollo de este nuevo inhalador ha supuesto para el Grupo Chiesi una inversión de 350 millones de euros y está suponiendo un gran esfuerzo como compañía para garantizar la eficacia, seguridad y usabilidad de los productos. La compañía impulsa este proyecto doble objetivo de avanzar hacia las cero emisiones netas, a la vez que se alinea con nuestro compromiso por garantizar que los pacientes con asma y EPOC dispongan de una amplia gama de soluciones terapéuticas que se adapten a sus necesidades clínicas.
Los esfuerzos por descarbonizar el sistema sanitario requieren de una visión integrada de la sostenibilidad, que utilice los recursos de forma más eficiente y garantice la calidad de tratamiento y atención al paciente. El desarrollo de alternativas como inhaladores con mínima huella de carbono desempeña un rol clave en la descarbonización de los sistemas sanitarios, pero debe hacerlo sin dejar a ningún paciente atrás.
Enfrentar la crisis climática no es solo una cuestión de responsabilidad ambiental, sino también una expresión de compromiso con la salud y bienestar de los pacientes y de las generaciones futuras. Cada avance en sostenibilidad, cada innovación que disminuya nuestra huella de carbono y cada esfuerzo por conectar la salud del planeta con la de las personas nos acercará a un futuro más saludable y justo. El sector y todos nosotros debemos impulsar no solo ese compromiso, sino la acción tangible, para asegurar el progreso hacia una sociedad y un planeta más sanos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente.