Uno de nuestros objetivos más importantes es que nuestros profesionales tengan un sentimiento de pertenencia, compromiso y satisfacción con CGI.
Estamos plenamente comprometidos con este propósito: cultivamos con orgullo una cultura colaborativa e inclusiva que prioriza el crecimiento profesional y personal de nuestros equipos. Al invertir en su desarrollo integral y promover activamente la diversidad, la equidad y la inclusión, garantizamos que cada persona se sienta valorada y tenga la oportunidad de prosperar.
Para fortalecer este sentimiento de pertenencia y retener el talento, impulsamos iniciativas en diversos ámbitos, como la salud y el bienestar de nuestros profesionales. A través de nuestro centro global Oxygen, especializado en salud y bienestar laboral, ofrecemos acceso a múltiples iniciativas, programas y herramientas que fomentan su bienestar integral.
Entre los servicios más relevantes destacan el Member Assistance Program (MAP), un programa global que proporciona a nuestros profesionales y sus familias asesoramiento psicológico 24×7, servicios para la conciliación de la vida laboral y soluciones de apoyo familiar, y una red internacional de voluntarios denominada Mental Health Champion, que ofrece asesoramiento y orientación sobre los recursos y ayudas más adecuadas para cada situación.
Otro de los aspectos fundamentales de nuestro compromiso se basa en avanzar en un entorno de trabajo seguro e inclusivo, donde ninguna persona se sienta desplazada o discriminada por su etnia, orientación sexual, o, por ejemplo, su discapacidad.
Para lograrlo, desde CGI en España impulsamos varias iniciativas, como nuestra alianza con REDI (Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGBTI), la cual nos permite articular de manera más efectiva nuestros objetivos de diversidad y mejorar la comunicación interna y externa.
Asimismo, hemos firmado la Carta de la Diversidad, con la que promovemos los principios de igualdad, diversidad e inclusión en el ámbito laboral.
En relación con el crecimiento profesional de nuestros empleados, ponemos a su disposición CGI Academia, una plataforma online de formación totalmente gratuita que les permite adquirir conocimientos en tecnologías emergentes y otras áreas de interés.
Asimismo, contamos con la plataforma CGI Talento, una herramienta transversal de talento interno que facilita el acceso a las distintas posiciones profesionales abiertas en cualquiera de las sedes de CGI en el mundo, impulsando el desarrollo interno y el aprovechamiento del talento en toda la compañía.
Por último, pero no por ello menos importante, queremos destacar el valor del voluntariado corporativo. En los últimos años, esta herramienta se ha convertido en un elemento clave para fortalecer y estrechar las relaciones entre las organizaciones, sus profesionales y la sociedad.
Brindar a nuestros profesionales la oportunidad de participar en proyectos significativos que beneficien a las comunidades en las que trabajamos y vivimos no solo refuerza el sentimiento de pertenencia, sino que también incrementa la motivación laboral y fomenta relaciones más sólidas entre compañeros.
Conscientes de su relevancia, contamos con CGI for Good, nuestra plataforma global de voluntariado corporativo, a través de la cual colaboramos con más de 100 ONG locales e internacionales, proporcionándoles mayor visibilidad y fomentando la conciencia social.
Gracias a CGI for Good, nuestros profesionales pueden involucrarse en diferentes iniciativas sociales y sostenibles, ya sea de forma remota o presencial, apoyando diversas causas y contribuyendo así a generar un impacto positivo en la sociedad.
Invertir en nuestros empleados tiene un impacto directo en su calidad de vida, contribuye a mejorar el clima laboral y refuerza la competitividad de nuestra compañía.
Si nuestros profesionales, que son el corazón de la empresa, se sienten seguros y orgullosos de trabajar en CGI, estamos convencidos de que juntos alcanzaremos nuestros desafíos futuros aplicando modelos innovadores y sostenibles.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables – Orgullo corporativo: el valor de la palabra