La arquitectura saludable y la neuroarquitectura, priorizan desde el origen del proyecto que los espacios no solo no produzcan enfermedad, sino que cuiden de las personas que habitan esos espacios. Este enfoque es la gran transformación pendiente en la arquitectura. Y ese es el foco que ponemos en nuestras obras en Galöw: cuidamos el cuerpo y la mente con aire puro, temperaturas agradables, espacios luminosos, libres de tóxicos, ruidos y radiaciones. Fomentamos el bienestar siguiendo los mejores ejemplos que nos da la naturaleza en la que hemos evolucionado como especie durante miles de años.
Creemos que el verdadero lujo en un espacio es que nos haga encontrarnos bien – física, mental y socialmente. Ese es el propósito con el que hemos trabajado durante 25 años, y hemos sido testigos del impacto en el bienestar y del retorno económico de nuestras obras.
Uno de nuestros casos de éxito en hospitality es el Hotel Puerta América, donde rediseñamos y reformamos con criterios de Arquitectura Saludable y Neuroarquitectura tres de sus plantas: el lobby en la planta baja, la quinta con espacios de reunión y la última planta, creando un restaurante y un espacio de eventos.
Este Hotel cinco estrellas gran lujo es un referente a nivel mundial de arquitectura, con la firma de cuatro premios Pritzker: Norman Foster, Zaha Hadid, Jean Nouvel y Arata Isozaki, pero arrastraba problemas como un acceso poco visible, un lobby oscuro, un mostrador demasiado pequeño donde los clientes altos se daban golpes en la cabeza y otros problemas que provocaban bajas frecuentes en los empleados del hotel. Además, la falta de funcionalidad, les obligaba a recorrer unas distancias excesivas y la duplicidad de puntos de venta innecesarios, penalizaba su cuenta de resultados.
El reto incluía integrar nuestro diseño saludable con el de los mejores arquitectos del mundo, y ejecutarlo en un plazo muy limitado de seis semanas sin generar molestias a los exigentes clientes del hotel.
Así, en el lobby creamos un espacio alineado con el vanguardismo del hotel y muy activo desde el punto de vista de la arquitectura saludable. Diseñamos un front-desk de gran pureza formal, utilizando por primera vez en España un solid surface fotocatalítico que contribuye a limpiar el aire eliminando tóxicos. Además, lo acondicionamos térmica y acústicamente e hicimos un cuidado tratamiento del color y de la iluminación. El resultado fue la desaparición de las quejas por parte de los clientes.
En el restaurante The Observatory, la biofilia y la neuroarquitectura son las protagonistas. Es un espacio que promueve especialmente el bienestar mental a través de la luz, el fomento de las vistas y de la calidad del aire, con un jardín vertical que fue el mayor que se había hecho en Europa en un restaurante, que lo convirtió en un espacio singular de atracción de clientes.
Por último, para el Sky night Lounge, diseñamos y construimos un espacio dinámico y adaptable a diferentes eventos. La tecnología se aúna con el confort acústico, cuidando tanto la absorción como el aislamiento del ruido y el confort visual con una cómoda luz indirecta regulable. Además, optimizamos las posibilidades comerciales del espacio con unos paneles retroiluminados adaptables a cualquier color corporativo, unas pantallas gigantes y unas gradas móviles que aportan flexibilidad al espacio.
Gracias a la arquitectura saludable, y a la mejora de la operativa del hotel, tras nuestra intervención aumentó su afluencia de huéspedes y se redujeron significativamente las bajas laborales. Así, el Puerta América pudo duplicar el precio por habitación y mejorar su cuenta de resultados.
Vivienda saludable
En el caso de las viviendas para particulares, nos informamos de si hay algún problema de salud en la unidad familiar, o en la historia familiar, para hacer un estudio profundo de qué factores arquitectónicos pueden contribuir a reducir la sintomatología o incidencia de dicha enfermedad (autismo, epilepsia…). Con la neuroarquitectura, facilitamos las condiciones idóneas para influir positivamente en el descanso, el rendimiento de los niños y para favorecer el buen ambiente en las casas. Tenemos un caso muy especial de una cliente con epilepsia, que tras trasladarse a la vivienda que le habíamos rehabilitado, ha batido el récord de su vida sin convulsionar.
Casos como este nos animan a seguir por este camino, que tiene un impacto tan beneficioso en las personas y en las empresas para las que trabajamos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Arquitectura Saludable