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Raquel Navarro Ruiz, Responsable de Sostenibilidad e Impacto Positivo en Norauto España, comparte con Corresponsables su recorrido en el ámbito de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad, así como su visión de futuro. “La Sostenibilidad no es un destino, sino una forma de caminar”, asegura, convencida de que el cambio real solo ocurre “cuando se involucra a las personas, no cuando se impone desde arriba”.
Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, Navarro destaca la relevancia que ha tenido este medio como altavoz del sector: “Su compromiso con la divulgación y con visibilizar tanto los logros como los desafíos, ha contribuido enormemente a profesionalizar el discurso y a generar presión positiva sobre los actores clave del ecosistema”. Para ella, el futuro será de mayor exigencia normativa y social, donde la Sostenibilidad deje de ser opcional y se convierta en condición indispensable para operar.
Inspirada por referentes como Patagonia, Interface o Forética, y desde proyectos como los neumáticos reacondicionados Leonard o el programa Eco Descarbonización, Navarro remarca la importancia de “integrar la Sostenibilidad como ventaja competitiva y no solo como un requisito”. Un mensaje que conecta especialmente con las nuevas generaciones, a quienes atribuye un papel protagonista en la transformación: “Su energía, su mirada crítica y su capacidad de innovación serán clave para que la Responsabilidad Social no sea solo una herramienta, sino una transformación profunda del modelo económico”.
Raquel, ¿por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi acercamiento a la Sostenibilidad comenzó en enero de 2024, aunque, como ocurre con muchos, las inquietudes personales sobre el impacto ambiental y social ya estaban presentes desde mucho antes. En octubre de 2024 asumí formalmente la responsabilidad del área de Sostenibilidad y desde entonces, no he dejado de aprender, ni de sorprenderme con el impacto positivo que puede generar una gestión consciente y comprometida.
Recuerdo que cursando el Máster en economía circular y desarrollo sostenible en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), asistí a un taller donde nos pidieron calcular nuestra huella de carbono personal. Fue revelador. Ese ejercicio no solo me hizo más consciente de mis propias decisiones, sino que también me dio una herramienta muy útil para sensibilizar a otros. De ahí en adelante, entendí que la Sostenibilidad no empieza en los grandes planes estratégicos, sino en las pequeñas decisiones cotidianas.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En 2024, la Sostenibilidad ya no era una tendencia, sino una necesidad estratégica. Sin embargo, todavía existía una brecha entre las declaraciones y la implementación real. Muchas empresas aún veían la Responsabilidad Social como un área de comunicación más que de transformación profunda.
“La Sostenibilidad no es un destino, sino una forma de caminar”
Hoy, aunque queda camino por recorrer, noto un cambio hacia la integración de la Sostenibilidad en los modelos de negocio. Ya no se trata solo del “qué decimos”, sino del “cómo lo hacemos”.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
A Corresponsables la conocí por la alianza entre Norauto y Corresponsables desde 2020. Durante una de sus jornadas en Madrid a la que asistí, me impresionó la pluralidad de voces y el enfoque realista pero inspirador con el que abordan la Sostenibilidad empresarial.
“Corresponsables ha sido el gran altavoz”
Corresponsables ha sido el gran altavoz. Su compromiso con la divulgación y con visibilizar tanto los logros como los desafíos, ha contribuido enormemente a profesionalizar el discurso y a generar presión positiva sobre los actores clave del ecosistema.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
En este corto pero intenso recorrido, he visto cómo temas como la gobernanza ambiental, el reporte ESG y la circularidad han dejado de ser asuntos “de nicho” para convertirse en criterios de inversión, reputación y resiliencia empresarial.
“El cambio real solo ocurre cuando se involucra a las personas, no cuando se impone desde arriba”
También he notado un giro generacional: los nuevos talentos ya no preguntan si hay iniciativas de Sostenibilidad, sino cómo son y cuál es su impacto real.
Querida Raquel, ¿cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Sin duda, el Acuerdo de París y la Agenda 2030 marcaron un antes y un después. Pero también lo han sido la creciente presión regulatoria, como la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) en la UE, y la movilización social y juvenil por el clima.
Estos factores, sumados a la digitalización de los datos de impacto, han hecho que ya no sea posible mirar hacia otro lado.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La más importante: que la Sostenibilidad no es un destino, sino una forma de caminar. También que el cambio real solo ocurre cuando se involucra a las personas, no cuando se impone desde arriba. Y que no hay transformación sin coherencia.
“Ya no se trata solo del qué decimos, sino del cómo lo hacemos”
He aprendido que hay que ser paciente, pero no conformista. Que cada pequeña acción cuenta, pero que se necesita estructura, estrategia y liderazgo para sostener los cambios. Y sobre todo, que comunicar no es vanagloriarse, sino rendir cuentas y construir confianza.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Me inspiran mucho empresas como Interface, Patagonia o Forética, que entendieron desde hace décadas que el negocio no puede ir en contra del planeta y han marcado un camino valiente y riguroso.
¿Puedes compartir algún caso de éxito, Raquel, que consideres emblemático en el campo de la RSE?
En cuanto a Norauto España, podemos citar el lanzamiento de los neumáticos reacondicionados “Leonard”, fabricados con un 80 % de materiales reciclados y con una emisión un 63 % menor de CO₂ que un neumático estándar. Esta línea representa una apuesta firme por la economía circular, al dar una segunda vida a neumáticos, manteniendo altos estándares de seguridad y durabilidad.
Otro proyecto a destacar sería el programa Eco Descarbonización, donde Norauto ofrece actuaciones de mantenimiento que permiten reducir hasta un 20 % las emisiones contaminantes y hasta un 10 % el consumo de combustible del vehículo.
“Cada pequeña acción cuenta, pero se necesita estructura, estrategia y liderazgo para sostener los cambios”
Un caso a destacar por parte de otras compañías es el de Acciona y su estrategia de descarbonización. No solo se anticiparon a la regulación, sino que convirtieron la Sostenibilidad en el eje de su diferenciación y crecimiento.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Veo un futuro de mayor exigencia, tanto normativa como social. La Sostenibilidad ya no será opcional, sino una condición para operar.
“La Sostenibilidad ya no será opcional, sino una condición para operar”
Los retos serán enormes: adaptación al cambio climático, justicia social, transparencia real en la cadena de suministro… Pero también habrá grandes oportunidades para quienes integren la Sostenibilidad como una ventaja competitiva, y no solo como un requisito.
Para terminar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Un papel protagonista. Las nuevas generaciones ya vienen con un chip más consciente. Pero necesitan espacio, formación y, sobre todo, coherencia desde arriba.
“Los nuevos talentos ya no preguntan si hay iniciativas de Sostenibilidad, sino cómo son y cuál es su impacto real”
Su energía, su mirada crítica y su capacidad de innovación serán clave para que la Responsabilidad Social no sea solo una herramienta, sino una transformación profunda del modelo económico.