TÜV Rheinland se posiciona como actor clave en la transformación del sector plástico hacia modelos más sostenibles y circulares. Tras convertirse en una de las primeras entidades acreditadas por ENAC para certificar el fin de condición de residuo termoplástico, la compañía refuerza su compromiso con la calidad, la trazabilidad y la confianza en el plástico reciclado.
Hablamos con Joan Fernández Gajate, Local Technical Manager, sobre el impacto de esta acreditación, su repercusión normativa y las nuevas demandas que marcarán el futuro del sector.
TÜV Rheinland ha sido una de las primeras entidades acreditadas por ENAC para certificar el fin de condición de residuo termoplástico. ¿Qué supone este hito para la compañía y para el sector del reciclaje plástico en España?
Este hito representa para nuestra compañía, una expansión en sus capacidades de atención al sector, permitiéndole ofrecer un servicio crucial en un momento clave para la sostenibilidad y el cumplimiento normativo, sobre todo para los clientes que ya tenemos certificados en la norma ISO 9001.
Para el sector del plástico, la acreditación de TÜV Rheinland supone la posibilidad de escoger una entidad acreditada más dentro de la escasa oferta que a día de hoy existe en el mercado.
La certificación se vuelve especialmente relevante con la entrada en vigor del impuesto al plástico no reutilizable. ¿Qué papel juega TÜV Rheinland como aliado estratégico para las empresas que buscan cumplir con esta exigente normativa?
TÜV Rheinland juega un papel crucial como aliado estratégico para las empresas que necesitan cumplir con la normativa del «impuesto al plástico».
Al ofrecer servicios de certificación acreditada para el fin de la condición de residuo, ayuda a que el mercado reciba entrada de termoplástico reciclado como materia prima clasificada, caracterizada y con criterios de calidad del producto.
Desde una perspectiva técnica y operativa, ¿qué diferencia aporta contar con una entidad acreditada frente a otras fórmulas de verificación o control?
En este caso, la única opción válida para obtener la condición de fin de residuo es contar con una entidad acreditada para ello. Ninguna otra fórmula permite obtener dicha condición.
¿Cómo afronta TÜV Rheinland el reto de generar confianza en un contexto marcado por la desconfianza hacia el plástico reciclado y la caída de precios del plástico virgen?
En un contexto donde existe desconfianza hacia el plástico reciclado, el papel de una entidad acreditada se vuelve fundamental para asegurar que el material reciclado cumple con los requisitos normativos establecidos y es el resultado de un proceso de gestión de calidad que incluye trazabilidad, control, ensayos y una declaración responsable del productor.
Al poder adquirir el plástico reciclado como producto y no como residuo, la empresa compradora simplifica los trámites administrativos, los permisos, seguros y avales necesarios y por lo tanto los costes asociados a todos ellos.
Si, además, pensamos que el contenido en plástico reciclado es un requisito legal y el impuesto al plástico penaliza la no inclusión de plástico reciclado, parece claro que, aunque el sector agradezca la caída de precios del plástico virgen, deberá incorporar cada vez más plástico reciclado en sus productos.
En el marco de la economía circular, ¿cómo visualizáis la evolución del papel de la certificación en la trazabilidad y calidad del material reciclado? ¿Qué nuevos servicios o áreas estáis explorando para seguir apoyando al sector?
En el marco de la economía circular, la certificación jugará un papel cada vez más importante, ya que el regulador europeo, al igual que el nacional, apuesta, en general, por el papel del tercero independiente acreditado para aportar mayor garantía y trasparencia al mercado.
El reglamento relativo a la prevención del derrame al medio ambiente de granza de plástico que está actualmente en borrador es un ejemplo de la normativa que viene, donde la figura del auditor es requerida para dar garantía de cumplimiento y, continuista con otras como la de la trazabilidad del plástico reciclado o las verificaciones de los reportes de envases que pide el Reglamento de Envases y residuos de envases.
¿Cómo tenéis previsto comunicar y dar visibilidad a esta iniciativa para generar mayor confianza y conocimiento en torno al plástico reciclado?
TÜV Rheinland tiene previsto comunicar esta iniciativa a través de múltiples canales, incluyendo comunicados de prensa, seminarios web o participación en eventos clave para la industria del plástico como es OKPLAST 2025, V Seminario Internacional sobre Legislación de Plásticos.
Tras lograr esta acreditación, ¿cuáles son vuestras expectativas de cara al resto del año?
Las expectativas para el resto del año son muy positivas. Con la acreditación obtenida, TÜV Rheinland espera ser un proveedor de servicios preferente para las empresas del sector plástico que buscan cumplir con las normativas más estrictas en cuanto a reciclaje y sostenibilidad en general. Esta acreditación, refuerza nuestra oferta de productos vinculados a la economía circular y la sostenibilidad como puedan ser la certificación de residuo cero a vertedero o la certificación de sistemas de gestión de ecodiseño.
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