¿Cuál fue el principal motor que llevó a vuestra empresa a convertirse en una B Corp y qué beneficios tiene formar parte de esta comunidad de empresas con propósito?
En evercom, como agencia, entendemos que la comunicación no es sólo una herramienta estratégica: es también una forma de relación con el entorno. Somos el punto de encuentro entre marcas y sociedad, y eso nos sitúa en una posición de enorme responsabilidad. Nuestro trabajo tiene un impacto real en cómo se construye la conversación pública, en qué mensajes se amplifican y cómo se traducen en hechos.
Por eso, no queríamos limitarnos a colaborar con empresas con propósito: queríamos ser una de ellas. Ser B Corp es, para nosotros, una forma de comprometernos con lo que defendemos. De demostrar que se puede crecer, innovar y competir sin perder de vista el impacto que generamos. Y formar parte de esta comunidad nos permite rodearnos de otras organizaciones que comparten esa ambición transformadora.
En el camino hacia la sostenibilidad, ¿cuáles han sido los desafíos, ya sea internos o externos, más complejos que habéis enfrentado? ¿Podríais compartir algún caso concreto y cómo lograsteis superarlo?
Convertirnos en B Corp supuso una revisión profunda de nuestros procesos, decisiones y estructuras. Para una agencia independiente como la nuestra, embarcarse en este tipo de transformación significa hacerlo todo desde dentro, con recursos propios y desde la voluntad real de evolucionar.
Uno de los mayores aprendizajes fue entender que no se trataba sólo de marcar casillas o cumplir estándares, sino de repensar nuestra manera de estar en el mundo. Y eso sólo fue posible gracias al compromiso del equipo, la implicación de cada persona fue clave para convertir el reto en oportunidad. Más que como una exigencia, lo vivimos como un proceso colectivo de mejora.
Si tuvierais que destacar vuestros tres grandes objetivos estratégicos para seguir evolucionando como empresa de impacto, ¿cuáles serían y qué acciones clave estáis llevando a cabo para alcanzarlos?
El primero es seguir entendiendo la sostenibilidad de forma integral. A menudo se asocia únicamente al impacto medioambiental, pero esta forma de hacer también incluye cómo cuidamos el talento, cómo gestionamos los equipos, qué políticas de igualdad aplicamos y qué tipo de cultura organizativa construimos. Lo social, lo ético y lo económico también forman parte del compromiso.
El segundo tiene que ver con el ejemplo: creemos que las empresas B Corp tenemos la responsabilidad de visibilizar otras formas de hacer las cosas. Eso pasa por compartir aprendizajes, por poner en valor lo que ya existe y por abrir camino a quienes quieren avanzar en esa dirección, contribuyendo a generar un cambio positivo y transformador real para nuestro sector.
Y el tercero es mantener viva la mejora constante. Ser B Corp no es un logro estático, es un proceso continuo. Por eso dedicamos tiempo y energía a evaluar, a escuchar, a replantear. Queremos seguir creciendo, sí, pero sin perder la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.
En un contexto donde muchas marcas se apropian del lenguaje de la sostenibilidad, ¿qué buenas prácticas implementáis para comunicar vuestro propósito de forma auténtica y genuina y evitar el greenwashing?
Lo esencial, para nosotros y nosotras, es que la comunicación nunca vaya por delante de la acción. Sólo hablamos de lo que ya forma parte de nuestra cultura, de nuestras políticas y decisiones. En este terreno, ser prudentes no es un freno, es una forma de respeto, de poder demostrar con evidencias que lo que decimos se sostiene en certezas.
Antes de contar, preferimos ser. Porque sólo cuando lo que decimos nace de una realidad tangible, la comunicación tiene credibilidad. En un entorno saturado de mensajes, la coherencia se ha convertido en un valor diferencial. Y, desde ahí, tratamos de construir.
¿Cómo os estáis preparando para superar con éxito los nuevos estándares del movimiento B Corp, que se publicarán este 2025?
Desde el inicio, supimos que formar parte del movimiento B Corp implicaba evolucionar constantemente. Por eso acogemos los nuevos estándares como lo que son: una guía para seguir mejorando. Lejos de verlos como un obstáculo, los entendemos como una oportunidad. Nos obligan a revisar nuestras prácticas, a medir con más precisión y a tomar decisiones más exigentes.
Esa voluntad de mejora, de no conformarse, es precisamente lo que hace que este movimiento sea tan valioso, porque nos recuerda que ser una empresa con propósito no es únicamente la meta, sino una manera de habitar el mundo y avanzar en él y con él.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: B Corp – Empresas con Propósito