¿Cómo ha evolucionado en los últimos años la estrategia de Sostenibilidad y Responsabilidad Social en el sector promotor/constructor, y cuáles son hoy sus principales líneas de actuación?
En los últimos años, el sector promotor y constructor ha experimentado una profunda transformación en materia de Sostenibilidad y Responsabilidad Social. Hemos pasado de enfoques normativos a estrategias proactivas integradas en la visión y el modelo de negocio de las empresas, permeando desde el CEO a toda la cadena de valor de la compañía.
Hoy en día, las principales líneas de actuación giran en torno a la eficiencia energética, la descarbonización del parque edificatorio, la industrialización del proceso constructivo, y la integración de criterios ESG en todas las fases del ciclo inmobiliario. Además, se trabaja cada vez más en la regeneración urbana, el acceso a la vivienda asequible y el impacto positivo en la comunidad.
¿Podría compartir algunas iniciativas o buenas prácticas responsables que considere destacables dentro del sector?
Desde ASPRIMA hemos observado numerosas iniciativas destacables que ponen de manifiesto el compromiso del sector con un desarrollo más sostenible. Por ejemplo, muchas promotoras están apostando por sistemas constructivos industrializados, que no solo mejoran los tiempos y la calidad de ejecución, sino que también reducen significativamente la huella ambiental. Otras están desarrollando proyectos bajo estándares como BREEAM o LEED, e incorporando energías renovables en los edificios.
En el ámbito social, se ha intensificado la colaboración público-privada para facilitar el acceso a la vivienda y se están desarrollando planes de formación e inclusión laboral para colectivos vulnerables.
¿Qué relevancia tiene la comunicación de los valores responsables y sostenibles hacia los distintos grupos de interés del sector?
La comunicación transparente y efectiva de los valores responsables y sostenibles es absolutamente clave. Los inversores, clientes, administraciones públicas y la sociedad en general demandan cada vez más información clara sobre el impacto ambiental y social de nuestras actividades.
Una buena comunicación no solo genera confianza, sino que también impulsa el cambio interno dentro de las organizaciones, alineando a todos los actores con una cultura corporativa basada en la Sostenibilidad. Como representantes del sector, creamos formaciones y eventos como INMOSOSTENIBLE que formen e informen de los cambios más relevantes del sector.
¿Cómo describiría la situación actual de la RSE, la Sostenibilidad o los criterios ESG en el ámbito de la promoción y la construcción? ¿Cuáles cree que son sus principales barreras y oportunidades de futuro?
La situación actual es de transición y avance. Cada vez hay una mayor concienciación y compromiso, y muchas empresas ya han empezado a integrar los criterios ESG en su estrategia.
Sin embargo, aún existen barreras importantes, como la falta de armonización normativa, el coste inicial de ciertas soluciones sostenibles o la escasez de mano de obra especializada. En cuanto a las oportunidades, son enormes: desde el acceso a financiación verde hasta la mejora del valor de los activos, pasando por la innovación tecnológica y la digitalización. El futuro del sector pasa por consolidar estos criterios como ejes centrales de su actividad.
¿Cuáles considera que son los grandes retos que afronta el sector en materia de Sostenibilidad y Responsabilidad, y qué pasos deberían darse para afrontarlos?
Entre los principales retos destacaría la necesidad de acelerar la descarbonización, aumentar la eficiencia energética del parque existente y garantizar un acceso equitativo a la vivienda. También es esencial mejorar la circularidad de los materiales y fomentar una cultura empresarial comprometida con los valores ESG. Para afrontarlos, es fundamental seguir impulsando la colaboración público-privada, mejorar los incentivos regulatorios y financieros, y apostar decididamente por la innovación y la formación.
En ASPRIMA estamos trabajando activamente para que el sector siga avanzando en este camino, alineado con los objetivos europeos y con una visión de futuro inclusiva. Porque la Sostenibilidad, bien entendida, no es un coste añadido, sino una inversión en valor a largo plazo.
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