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En 2024 se registraron 26.345 denuncias correspondientes a 16.147 personas desaparecidas, lo que supone un incremento del 6 % respecto el año anterior, según datos del Sistema Informático de Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin identificar (PDyRH) de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Más allá de los números, la desaparición de una persona sin causa aparente es una tragedia no solo para la persona que desaparece, sino también para sus familiares por la incertidumbre y el sufrimiento en los que se ven inmersos al no saber si su ser querido volverá alguna vez a casa.
Ante esta dramática situación y, conscientes del papel que los farmacéuticos comunitarios pueden desempeñar por su cercanía y confianza de los ciudadanos, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España ha puesto en marcha un proyecto que sitúa a las más de 22.231 farmacias como radares en la prevención de desapariciones con una respuesta coordinada con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Para ello, el Consejo General ha elaborado, con la colaboración del Centro Nacional de Personas Desaparecidas (CNDES), un “Protocolo general de cooperación de la Farmacia Comunitaria y CNDES en materia de prevención y localización de personas desaparecidas”. La implantación del protocolo comienza en Zamora, donde se impartió el pasado día 4 de diciembre la formación a los farmacéuticos y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de la provincia que intervienen en estas actuaciones.
Este proyecto piloto también se llevará a cabo en Murcia, donde está previsto que se realice esta formación en el protocolo en el mes de enero de 2026. Tras el pilotaje en estas dos provincias, está previsto que a lo largo de 2026 este protocolo se extienda a todas las farmacias del país.
“Con este protocolo se pretende aprovechar el potencial y la profesionalidad de la farmacia para prevenir la desaparición de personas vulnerables; actuar como red para colaborar en la localización de desaparecidos, y fomentar la concienciación social, impulsando que la denuncia sea inmediata para optimizar los tiempos de respuesta”, ha destacado Rita de la Plaza, tesorera y responsable de la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica del Consejo General.
Por su parte, Marcial Bravo, jefe de servicio del CNDES, adscrito a la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, ha destacado que “este nuevo instrumento jurídico, cuyo germen precisamente se gestó en Zamora durante una de las jornadas de personas desaparecidas que organiza la Guardia Civil, va a suponer un nuevo procedimiento que salvará muchas vidas, especialmente avanzaremos en la atención especial de uno de los colectivos más vulnerables y que preocupan a nuestra sociedad: nuestros mayores”.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zamora, María Teresa Ares Juan, ha señalado que “es un orgullo que este proyecto piloto arranque en Zamora, donde los farmacéuticos llevamos tiempo colaborando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la atención a personas vulnerables. Este protocolo contribuirá, sin duda, a que la colaboración, el apoyo mutuo y las actuaciones a realizar sean aún más eficaces y coordinadas”.
El protocolo incluye los factores de riesgo a tener en cuenta desde la farmacia para colaborar en la prevención de la desaparición de personas, como cambios bruscos de comportamiento, aislamiento, desorientación, exclusión social o entornos familiares conflictivos. También recoge la actuación a desarrollar para incluir a las farmacias como colaboradoras en la desaparición confirmada de personas.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Espacio del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos en Organizaciones Corresponsables 2025.

