Walter Ocampo Gutiérrez, Ex-Director ejecutivo de ASOMUÑA y representante legal, comparte su experiencia y perspectiva sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Colombia. Ocampo ha sido un pionero en la implementación de prácticas de RSE en el país, destacando el papel fundamental que ha jugado Corresponsables en este proceso.
Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, Ocampo destaca la relación entre ASOMUÑA y la plataforma, mencionando cómo Corresponsables ha sido un motor comunicador permanente para las empresas en Colombia. Ocampo expresa: «Fue muy grato conocer a Marcos González, a quien le hago venia por su tesón, quien en su momento me contactó y tuvo que desplazarse hasta nuestras instalaciones en el kilómetro uno vía a Silvania, vereda Chusacá de la jurisdicción de Sibaté, fuera de la capital de la república lo que le representó un verdadero paseo, por un tráfico agobiante, a entrevistarse con el suscrito y acordamos articularnos de manera natural, compartiendo contactos y escenarios, que fuimos concretando con los años y mantenemos, gracias a Dios hoy en día y lo expreso de esta manera, porque aunque se ha avanzado, hay todo por hacer en la RSE.»
Ocampo también subraya la contribución significativa de Corresponsables en los primeros años, destacando que, gracias a su apoyo, ASOMUÑA logró mantenerse visible en el escenario nacional e internacional: «Ha sido el motor comunicador permanente, ya que alcanzamos a financiar al menos las primeras 4 ediciones del anuario, como muchos otros empresarios lo hicieron. Luego no fue posible seguir contribuyendo económicamente por las dificultades del sector industrial, pero Marcos con su excepcional equipo de colaboradores, nos procuró continuar de manera bondadosa en su momento.»
Este 20º aniversario de Corresponsables no solo es un motivo de celebración, sino también una oportunidad para reconocer el impacto de su trabajo en la consolidación de la RSE en Colombia, como lo destaca Ocampo: «A lo largo de los años, hemos visto cómo Corresponsables ha facilitado la visibilidad de las prácticas de RSE y ha sido clave para la formación de los empresarios en este tema, especialmente en los primeros años.»
Walter, ¿cuándo comenzó a involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social?
Mi involucramiento en el ámbito de la Responsabilidad Social comenzó gracias a ASOMUÑA, una organización de la sociedad civil y gremio PYME, que fue una de las empresas beneficiadas con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de la Cámara de Comercio de Bogotá, para implementar prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en 2009.
«Me involucré gracias a que ASOMUÑA, siendo un gremio PYME, organización de la sociedad civil fue una de las empresas beneficiadas con el crédito del BID»
En ese momento, la temática de RSE estaba principalmente asociada a la academia, por lo que muchas de las empresas que comenzaban a involucrarse en estas prácticas dependían de los pocos consultores especializados que existían en Colombia. Gracias a este contexto, un grupo de 200 empresas iniciamos nuestra formación en RSE. Este proceso, que se extendió durante varios meses, fue altamente innovador. Los consultores no solo asesoraban de manera teórica, sino que participaban activamente en nuestras juntas directivas y en la asamblea anual, interactuando directamente con los empresarios afiliados. Esta cercanía permitió además una renovación de la planeación estratégica durante ese período, lo que representó un valor adicional para ASOMUÑA y se convirtió en un factor diferenciador frente a nuestros homólogos en la Sabana de Bogotá.
¿Cuál fue el primer proyecto o iniciativa de RSE en el que trabajó? ¿Cómo lo recuerda?
En un inicio, realizábamos acciones de RSE sin etiquetar formalmente nuestras actividades con este término, por lo que la primera decisión importante fue la creación del comité de RSE, integrado desde sus inicios por los miembros de nuestra junta directiva, comité que sigue vigente hasta el día de hoy. Posteriormente, con la actualización de los estatutos de ASOMUÑA, se formalizó la inclusión de dicho comité en nuestro reglamento.
«Marcos González y su equipo, nos ayudaron a mantenernos visibles, a pesar de las dificultades económicas del sector»
Gracias a estas actividades, fuimos reconocidos como caso de estudio en una tesis de maestría de dos profesionales del CESA, que posteriormente fue publicada como libro. En esta investigación, se comparaba nuestra exitosa gestión gremial con la de otras sociedades cerradas y familiares en Colombia, lo que nos convirtió en un referente para otros estudios sobre el tema. Años después, publicamos un libro conmemorativo de los 25 años de ASOMUÑA, cuyo eje central fue la RSE aplicada por nuestros afiliados.
¿Cuándo conoció a Corresponsables? ¿Qué papel considera que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Fue un placer conocer a Marcos González, a quien agradezco profundamente por su dedicación. En su momento, él se contactó conmigo y, para ello, realizó un viaje hasta nuestras instalaciones, ubicadas en el kilómetro uno de la vía a Silvania, vereda Chusacá, en la jurisdicción de Sibaté, fuera de la capital. El tráfico fue un verdadero desafío, pero él realizó el esfuerzo para entrevistarse conmigo, y juntos acordamos articularnos de forma natural, compartiendo contactos y escenarios que fuimos consolidando con el paso de los años. Esta relación sigue siendo muy valiosa para nosotros, ya que, aunque se han logrado avances significativos en el ámbito de la RSE, aún queda mucho por hacer.
«A lo largo de estos años, Corresponsables se ha consolidado como un referente para muchas empresas»
Corresponsables ha sido, sin duda, un motor clave de comunicación en todo este proceso. En sus primeros años, tuvimos el privilegio de financiar al menos las primeras cuatro ediciones del anuario, junto con otros empresarios. Sin embargo, debido a las dificultades económicas del sector industrial, no fue posible continuar con las contribuciones. A pesar de ello, Marcos y su equipo de colaboradores, con su generosidad y compromiso, nos permitieron seguir siendo parte de este proyecto.
Querido Walter, ¿cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En sus inicios, el panorama de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) era muy desconocido para la mayoría de los empresarios, siendo un tema principalmente académico. Aunque hoy en día se ha avanzado considerablemente, fuera de las principales ciudades del país, sigue siendo un concepto algo etéreo para muchos empresarios. Afortunadamente, la formación en este campo ha sido constante, y es importante destacar el esfuerzo de las cámaras de comercio y otras entidades que han trabajado incansablemente para promover e incorporar efectivamente la RSE en el empresariado colombiano.
Gracias a uno de estos encuentros, tuvimos la oportunidad de presentarnos ante 600 empresarios de diversos tamaños en un evento celebrado en Bogotá D.C., lo que nos permitió ganar visibilidad y mantenernos activos en el escenario nacional. Posteriormente, la Fundación Corresponsables en España nos reconoció como el primer gremio PYME colombiano en incorporar prácticas de RSE, lo que nos permitió posicionarnos internacionalmente y ser reconocidos fuera del país.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos, barreras y obstáculos que enfrentó al implementar prácticas de RSE en las primeras etapas?
Uno de los mayores desafíos fue el lenguaje. Al principio, pocos comprendían el concepto de RSE, lo que dificultaba el abordaje de la temática. Sin embargo, en nuestro caso, logramos que este concepto se permeara rápidamente entre nuestros afiliados, convirtiéndose en una parte fundamental de nuestra misión. Con el tiempo, y a través de la interacción con los grupos de interés, quedó claro que nuestras intervenciones sociales marcaban una diferencia significativa frente a otros enfoques.
«Fuimos el primer gremio Pyme colombiano en incorporar prácticas de RSE»
A pesar de los avances, algunos representantes de las primeras generaciones de empresas no dimensionan aún la importancia capital de la RSE en el contexto empresarial actual.
Otro desafío importante fue la soledad que se vive en una dirección ejecutiva. Sin embargo, logramos compensar este aislamiento colaborando con nuestros homólogos en la región, compartiendo prácticas gremiales y modelos de gestión asociativa que enriquecieron nuestra experiencia.
¿Qué lecciones ha aprendido, Walter, a lo largo de su carrera en RSE?
A lo largo de más de tres décadas de trayectoria, he aprendido que la RSE es un proceso continuo que nunca se detiene. Se ha integrado completamente a mi ADN empresarial y sigue presente en todos los emprendimientos personales que he realizado, así como en los proyectos que continúo desarrollando.
¿Qué destacaría de la evolución de tu trayectoria profesional y/o personal en este ámbito a lo largo de los últimos 20 años?
Lo más destacado ha sido la formación certificada, los nuevos aprendizajes adquiridos, los viajes para exponer nuestro modelo de gestión tanto dentro de Colombia como fuera del país, y la interacción con muchas personas comprometidas con la implementación de la RSE en Colombia, cada una desde su propio enfoque y contexto.
«Aunque se ha avanzado, hay todo por hacer en la RSE»
Este proceso ha sido sumamente gratificante, ya que me llevó a crear una cooperativa de trabajo asociado, Proasomuña, que agrupa a 500 trabajadores socios y opera plantas industriales en el país. Más tarde, participé en la creación de la Federación de Asociaciones Empresariales de la Sabana de Bogotá (Federesa). Actualmente, también gestiono emprendimientos familiares en la bella villa de Santa María de Leyva, Boyacá, como «Bendiciones», una tienda de objetos y una librería, ambas orientadas al bienestar del ser.
¿Cuáles considera que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores cree que han impulsado estos cambios?
Uno de los hitos más significativos en la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) fue mi participación, en 1995, en el grupo que fundó «Responsabilidad Integral» (Responsible Care) en Colombia, promovido por las multinacionales de la industria química y de plásticos con matriz en Canadá y los Estados Unidos. Este esfuerzo, liderado por el gremio Acoplásticos, marcó un precedente importante en el país.
Posteriormente, el acceso a los créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para las empresas, a través de las cámaras de comercio, también jugó un papel fundamental en la incorporación de prácticas de RSE. Además, la presencia de Corresponsables en Colombia ha sido clave para consolidar y expandir la RSE en el ámbito empresarial colombiano.
¿Podría compartir, Walter, algún momento o experiencia que haya sido especialmente memorable en tu trayectoria en RSE?
Un momento especialmente memorable en mi trayectoria fue cuando la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) me presentó en Florencia, Caquetá, ante un grupo de empresarios para compartir nuestra experiencia en RSE. También tuve el honor de hacerlo más tarde en el Valle del Aburrá con la Fundación Social.
«El panorama era muy poco conocido entre los empresarios, muy académico y creo que hoy, fuera de las principales ciudades, sigue siendo etéreo para muchos empresarios»
Además, el apoyo de ASOMUÑA fue crucial para presentar nuestra experiencia en la Universidad Humboldt de los Estados Unidos y en la Universidad de Deusto en San Sebastián, España. Estas experiencias de exposición internacional fueron sumamente enriquecedoras y fortalecieron nuestro compromiso con la RSE.
¿Cuáles considera que han sido los pioneros en esta materia?
Quiero expresar mi eterno agradecimiento a varias personas que, en su momento, fueron pioneras en la promoción de la RSE. Primero, a Luis Fernando Sierra Yepes, en su rol como gerente general de Textiles La Esmeralda del grupo Fabricato, quien me invitó a incorporar el tema ambiental en ASOMUÑA como su director ejecutivo. También a Ronald Bakalarz N., presidente del grupo Cauchosol y presidente de la junta directiva de Analdex, creador de ASOMUÑA, quien me apoyó en negociaciones clave, como las que tuvimos con la ETB para instalar el enlace de fibra óptica entre El Muña y Soacha, lo que permitió la conexión de telecomunicaciones en la región.
Otros pioneros incluyen a Gonzalo Contreras Gutiérrez, gerente de la Siderúrgica del Muña (hoy Diaco), quien me vinculó a Responsabilidad Integral; Gustavo Mejía Giraldo, gerente administrativo de Conalvidrios (hoy O-I), quien facilitó encuentros con otros empresarios; Miguel Ángel Rosado Berdugo, vicepresidente de RH, y Arturo Chamorro Escorcia, gerente de planta de Icollantas S.A.; y Guillermo Castellanos, fundador de Proteínas y Energéticos de Colombia (hoy Sanimax S.A.). Además, debo reconocer el apoyo de entidades como la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), Confecámaras, las universidades Externado de Colombia, del Rosario y de Los Andes, Andesco, la Cámara de Comercio de Santa Marta, Responsabilidad Social, el Pacto Global, y muchas otras que han jugado un papel fundamental en este proceso.
¿Qué consejo le daría a las nuevas generaciones de profesionales interesados en la RSE?
Mi consejo sería continuar con el impulso que algunos de nosotros iniciamos, pero adaptando y enriqueciendo las nuevas tendencias en el marco de la tecnología avanzada. La innovación y la tecnología tienen un papel clave para fortalecer la RSE y contribuir a su evolución.
«La formación certificada, los nuevos aprendizajes, los viajes de exposición de nuestro modelo de gestión en el país y los de inmersión fuera de Colombia, han sido muy gratos»
Walter, ¿cuál considera que ha sido su mayor contribución al campo de la RSE?
Creo que mi mayor contribución ha sido ser un referente para muchos gremios homólogos y haber dado el primer paso en la implementación de la RSE en ASOMUÑA. Esto nos permitió incorporar el concepto de Gobierno Corporativo en nuestro gremio, instaurando juntas directivas mensuales, dos asambleas anuales y una rendición social pública de cuentas de manera voluntaria. Este proceso sentó un precedente y fue un modelo que muchos otros gremios empezaron a seguir.
¿Hay algo que haría diferente si tuviera la oportunidad de comenzar de nuevo?
Si pudiera comenzar de nuevo, me enfocaría aún más en la cooperación en todos los escenarios de la vida profesional y corporativa. La colaboración y el trabajo conjunto son claves para generar un impacto duradero.
Para terminar, ¿cómo le gustaría que se le recordara en el ámbito de la RSE?
Me gustaría ser recordado como uno de los creyentes en la RSE en Colombia, que logró vincular una asociación empresarial como entidad sin ánimo de lucro y que abrió el camino para que otras organizaciones de la sociedad civil pudieran seguir ese mismo camino en este ámbito.
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