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Con una trayectoria de más de 20 años en el ámbito académico, institucional y regional, Julián Leonardo D’Angelo es Director del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En esta entrevista con Corresponsables, comparte su recorrido y visión sobre el avance de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en Iberoamérica, recordando que “una de las lecciones más importantes ha sido la necesidad del trabajo en equipo, la interdisciplinariedad y la articulación público-privada entre empresa, políticas públicas, sector social y academia”.
D’Angelo destaca el papel de referentes como Bernardo Kliksberg y Héctor Larocca, y recuerda con entusiasmo sus inicios en la RedUniRSE: “En los primeros años parecía que todo estaba por hacerse”. A la vez, alerta sobre retrocesos preocupantes en la agenda global, pero también reconoce oportunidades: “Persisten oportunidades reales de consolidar modelos de desarrollo más justos, inclusivos y sostenibles”.
En el marco del 20º aniversario de Corresponsables, subraya la labor del medio en la difusión de esta agenda común: “Corresponsables ha tenido un papel muy importante en la construcción de agenda de todos estos temas en España y América Latina”, y valora especialmente los Premios Corresponsables, ya consolidados como “el premio más importante de Responsabilidad Social Empresarial en Iberoamérica”. Su testimonio refleja el espíritu de quienes han dedicado su vida profesional a impulsar una transformación real y colectiva, con visión ética, regional y de largo plazo.
Julián, ¿cómo comenzó a interesarse e involucrarse en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Como docente universitario de Administración, a fines de la década del ’90 comenzamos a incorporar dentro del programa de la asignatura la temática de la Responsabilidad Social y el desarrollo sostenible. Posteriormente, comencé a enfocarme en temas de gestión vinculados al sector social: dirigiendo un Centro de Capacitación en Tercer Sector entre 2004 y 2006, impulsando un programa de capacitación en Economía Social y sumándome como docente en posgrados de Economía Social. Finalmente, a partir del año 2012, comencé a coordinar programas académicos en Responsabilidad Social Empresarial, y desde allí avancé en diferentes responsabilidades académicas, profesionales y de consultoría a nivel local, regional e internacional en la materia.
“La Responsabilidad Social ya no es exclusiva: hoy convoca a perfiles de todas las disciplinas”
Una de las iniciativas más innovadoras en las que pude trabajar fue precisamente la que marcó mi incorporación a esta temática. El Dr. Kliksberg me convocó para ser el Coordinador Académico del Programa Jóvenes Líderes de UNASUR por la economía social y la integración regional, que se dictó en 35 universidades de Sudamérica de manera virtual entre 2013 y 2015, con financiamiento del Banco Latinoamericano de Desarrollo – CAF.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En lo positivo, se ha producido una importante evolución desde una mirada de la Responsabilidad Social Empresarial mucho más sesgada hacia la filantropía, hacia un modelo de gestión con la triple mirada desde la misión y el propósito. Este cambio ha sido clave para integrar la RSE en la estrategia corporativa de forma estructural, y no solo como una acción aislada o complementaria. Hoy, muchas organizaciones han comprendido que incorporar la dimensión social, ambiental y de gobernanza no solo aporta valor reputacional, sino que también mejora su sostenibilidad a largo plazo.
En lo negativo, se perciben los últimos embates a nivel global en contra de la agenda DEI y la vuelta con fuerza del negacionismo climático. Esta reacción conservadora representa un retroceso preocupante frente a los avances logrados en materia de diversidad, equidad e inclusión, así como en la lucha contra el cambio climático. Aunque estos movimientos no detienen el progreso, sí generan tensiones y obstáculos que debemos atender con firmeza, argumentación y compromiso para evitar que se diluyan conquistas fundamentales en el camino hacia una sociedad más justa y sostenible.
¿Cuándo conoció a Corresponsables? ¿Qué papel considera que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
No recuerdo el momento exacto en que conocí a Corresponsables, pero empecé a involucrarme más a partir de su adhesión a RedUniRSE y de la distinción que le otorgaron a Bernardo Kliksberg en 2020.
“Corresponsables ha sido clave para posicionar la agenda de la RSE en España y América Latina”
Corresponsables ha tenido un papel muy importante en la construcción de agenda de todos estos temas en España y América Latina. Tanto desde sus trabajos y publicaciones, como con el reconocimiento de los Premios Corresponsables, ya instalados como el premio más importante de Responsabilidad Social Empresaria en Iberoamérica.
¿Qué cambios significativos ha observado en esta materia desde que comenzó?
La gran cantidad de profesionales, de las más diversas disciplinas, que se orientan cada año a esta temática. Este crecimiento evidencia que la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad han dejado de ser campos reservados a un grupo reducido de expertos, para convertirse en un espacio de interés transversal que convoca a perfiles provenientes de la economía, la ingeniería, las ciencias sociales, la comunicación, el derecho, entre muchos otros. Esa diversidad enriquece los enfoques y permite abordar los desafíos desde una mirada integral y complementaria.
“Uno de los grandes aprendizajes ha sido articular empresa, políticas públicas, sector social y academia”
¿Cuáles considera que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores cree que han impulsado estos cambios?
Sin dudas, en los últimos 20 años debemos mencionar la sanción de la ISO 26000 y otras normas ISO vinculadas a la Sostenibilidad, la aprobación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, la creación en 2007 de la Red Iberoamericana de Universidades por la RSE (RedUniRSE), la expansión de las Redes de Pacto Global en el mundo, el avance en materia normativa y de reporting en Estados Unidos y Europa, y el liderazgo de algunas compañías multinacionales en la materia.
“Incorporar lo social, ambiental y de gobernanza ya no es opcional: mejora la sostenibilidad real de las organizaciones”
¿Qué lecciones ha aprendido a lo largo de su carrera en RSE?
Creo que uno de los más importantes descubrimientos ha sido la necesidad del trabajo en equipo, la interdisciplinariedad y la articulación público-privada entre empresa, políticas públicas, sector social y academia. Esta integración ha sido clave para abordar los desafíos de forma más eficaz y con una visión compartida, potenciando los impactos positivos de cada acción en materia de Responsabilidad Social.
“RedUniRSE nació con una convicción: construir una agenda académica para transformar”
¿Podría deleitarnos con alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Las primeras reuniones de los docentes e investigadores de RedUniRSE, en los programas de Formación de Formadores, cuando parecía que todo estaba por hacerse, y se trabajaba incansablemente en la búsqueda de casos innovadores en América Latina. Aquellos encuentros reflejaban no solo el entusiasmo inicial, sino también el espíritu colaborativo y la convicción de que era posible construir una agenda académica sólida en torno a la Responsabilidad Social.
Querido Julián, ¿cuáles considera que han sido los pioneros en esta materia?
En mi caso particular, sin dudas, el Dr. Bernardo Kliksberg, a quien tuve el gusto de leer como estudiante en la universidad hace unos treinta años, y que después la vida me dio la oportunidad de conocer y trabajar con él. Otro gran maestro inspirador para mí, y para muchos profesionales de Argentina, ha sido el Dr. Héctor Larocca, fallecido en 2020.
“Kliksberg fue mi gran referente desde la universidad hasta hoy, como colega y amigo”
Asimismo, un importante referente en América Latina, para mí, es Gustavo Pérez Berlanga, quien presidió Pacto Global en México en representación de Restaurantes Toks. Lo escuché por primera vez en México hace diez años, y desde 2018 he podido establecer una relación de amistad, donde siempre ha estado muy dispuesto a compartir su conocimiento y experiencia conmigo y con otros profesionales de la región. También han sido una gran fuente de referencia en lo académico los aportes de Antonio Vives.
¿Puede compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Un caso de América Latina que siempre menciono, y que es muy valorable por cómo han logrado integrar las acciones de sustentabilidad en todas las dimensiones y en toda la cadena de valor, es el del Grupo Restaurantero Gigante, de México.
“Natura y Grupo Restaurantero Gigante son casos emblemáticos por integrar la sustentabilidad en toda su cadena de valor”
Por supuesto, también destaco el caso de la brasileña Natura, que representa otro ejemplo emblemático de integración profunda de la Sostenibilidad en el modelo de negocio, con un enfoque coherente y de largo plazo.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Como dije, una de las lecciones ha sido la necesidad del trabajo en equipo, la interdisciplinariedad y la articulación público-privada entre empresa, políticas públicas, sector social y academia.
También he comprendido la importancia de que estas iniciativas estén impulsadas desde la más alta dirección de las organizaciones, lo cual resulta clave para que el compromiso sea auténtico, transversal y duradero.
Julián, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Con preocupación, respecto a algunos retrocesos notorios en los Estados Unidos, que ya están afectando también a América Latina. Esos retrocesos generan tensiones frente al avance de importantes compromisos internacionales en materia ambiental, que requieren del esfuerzo conjunto de todos los sectores.
Aun así, persisten oportunidades reales de consolidar modelos de desarrollo más justos, inclusivos y sostenibles, especialmente si se refuerza el compromiso multilateral y el rol transformador de las empresas con visión de largo plazo.
Para concluir, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Sin dudas, un papel protagónico, como el que ya están jugando. Las nuevas generaciones están más formadas, informadas y comprometidas con los temas de Responsabilidad Social y Sostenibilidad, y su mirada crítica y proactiva está contribuyendo a acelerar los cambios que muchas organizaciones y gobiernos aún resisten.
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