En el marco de su 20 aniversario, Corresponsables ha consolidado su papel como un referente en la divulgación y profesionalización de la Responsabilidad Social Corporativa (RSE) en España y América Latina. Con motivo de este hito, hemos hablado con Ángel Losada Vázquez, Catedrático de Comunicación Corporativa en la Universidad Pontificia de Salamanca y uno de los grandes pioneros en el estudio y gestión de la RSE.
Para Losada, quien comenzó a involucrarse activamente en este campo en 2005, «Corresponsables ha sido un elemento clave en la evolución de la RSE, ayudando a aglutinar a profesionales de diferentes sectores y logrando hacer de la Responsabilidad Social un tema transversal y fundamental dentro del ámbito corporativo.»
En esta entrevista, Losada comparte sus reflexiones sobre la transformación de la RSE, los desafíos que aún persisten y cómo entidades como Corresponsables han jugado un papel crucial en poner la sostenibilidad y la ética en el centro de las agendas corporativas. Como menciona Losada, “Corresponsables ha logrado crear un punto de encuentro único, donde se comparten experiencias y se fomenta el compromiso con la Sostenibilidad«. A lo largo de sus respuestas, también destaca el impacto positivo que la Responsabilidad Social ha tenido en la cultura organizativa de muchas empresas, a la vez que señala que aún queda trabajo por hacer, sobre todo en la integración de la Sostenibilidad como una estrategia integral.
Ángel, ¿cuándo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Mi implicación en el estudio y la gestión de la Responsabilidad Social comenzó alrededor de 2005. En aquel momento conocí diferentes iniciativas como la de Corresponsables, que permitieron poner la Responsabilidad Social en la agenda de la innovación gerencial. Fue un punto de inflexión, ya que me di cuenta de la capacidad transformadora que tenía este enfoque en las empresas y en la sociedad.
«Mi implicación en el estudio y la gestión de la Responsabilidad Social comenzó alrededor de 2005»
Desde entonces, tanto el marco teórico como el enfoque metodológico que aporta la Responsabilidad Social para la intervención en el comportamiento organizativo me resultaron de gran utilidad, y me llevaron a profundizar más en este campo, convencida de que la RSE podría ser un motor de cambio real.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
Aunque se ha producido una gran evolución, me sorprende que todavía se mantienen algunas de las limitaciones de los primeros años. Uno de los principales desafíos sigue siendo el sesgo de muchos planteamientos centrados solo en el impacto ambiental y la utilidad de la gestión de la conducta social de las organizaciones desde el punto de vista de la reputación.
Hoy en día, aunque hemos avanzado, se sigue viendo que la sostenibilidad en muchos casos es aún una parte aislada en vez de una estrategia integral.
Ángel, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
No podría citar solo una anécdota, pero recuerdo que Corresponsables estaba presente en todos los eventos y momentos clave relacionados con la Responsabilidad Social. Su implicación en el proceso de divulgación y en la construcción de una red de profesionales comprometidos ha sido crucial para la evolución de la RSE.
«Corresponsables ha logrado hacer de la Responsabilidad Social un tema transversal y fundamental dentro del ámbito corporativo»
Corresponsables ha realizado una función muy importante en relación a la divulgación, pero creo que su principal contribución ha sido ayudar a aglutinar a personas de diferentes ámbitos y perfiles, creando un punto de encuentro que no existía antes. A través de su trabajo, Corresponsables ha logrado hacer de la Responsabilidad Social un tema transversal y fundamental dentro del ámbito corporativo, lo cual ha permitido que más empresas se interesen y se comprometan con este enfoque.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
El principal cambio ha sido el resultado de la sensibilización, el compromiso y la formación de la alta dirección, lo que ha permitido llevar la preocupación por la Responsabilidad Social al primer nivel directivo y a los órganos de gobierno.
Este cambio ha sido fundamental, ya que, antes, la RSE era una cuestión secundaria, y hoy se ha integrado de forma más estratégica en las agendas empresariales. Aunque falta mucho por hacer, en este momento existen oportunidades que antes no estaban presentes, y las organizaciones son ahora más conscientes del impacto que tienen en su entorno.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Uno de los hitos más importantes en la evolución de la RSE ha sido la integración de la gobernanza en las prácticas empresariales. Aunque su desarrollo ha sido más teórico que práctico en muchos casos, la incorporación de principios de gobernanza responsable ha sido fundamental para transformar la forma en que las empresas abordan la sostenibilidad.
Este enfoque ha comenzado a consolidarse como un componente esencial en la toma de decisiones y la transparencia organizativa, permitiendo a las empresas no solo cumplir con sus objetivos financieros, sino también con su responsabilidad hacia la sociedad y el medio ambiente.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La lección más importante que he aprendido en mi carrera es que la escucha activa es una herramienta fundamental en la comunicación para fomentar una conducta socialmente responsable en las organizaciones. Escuchar no solo implica recibir información de los grupos de interés, sino comprender sus inquietudes y necesidades para poder actuar en consecuencia. Esta práctica permite a las empresas anticipar cambios, gestionar mejor sus relaciones con los stakeholders y ajustar sus estrategias de manera que realmente respondan a los desafíos sociales y ambientales.
«La lección más importante es que la escucha es la principal función estratégica de la comunicación para promover una conducta socialmente responsable de las empresas»
Además, he aprendido que la verdadera Responsabilidad Social se basa en la autenticidad y la transparencia. Las empresas deben ser honestas acerca de sus esfuerzos y no simplemente comunicar lo que hacen bien, sino también reconocer sus áreas de mejora. La escucha interna también juega un papel crucial en este proceso, ya que permite a las organizaciones reflexionar sobre sus propias prácticas y hacer los ajustes necesarios para cumplir con su compromiso social de manera genuina.
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
La confusión durante los primeros años era notable. Recuerdo haber participado en un congreso en el que, después de hablar sobre Comunicación y Responsabilidad Social, una de las intervenciones del público demostró que estaba confundiendo el concepto con la «Responsabilidad Civil».
Sin embargo, creo que la anécdota que mejor describe los desafíos del comienzo ocurrió en mi Universidad. Después de trabajar como director de Relaciones Institucionales y Comunicación durante seis meses en el diseño de un programa de RSC, el Rector me dijo que era demasiado complicado y que lo único que había que hacer era decir que «la entidad es socialmente responsable».
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Mi principal referente y maestro ha sido Juanjo Almagro. Como director general de Comunicación y RSC en Mapfre, promovió el desarrollo del área dentro de una organización compleja y demostró su utilidad estratégica para la evolución de la entidad. Además, lo hizo y sigue haciéndolo con un compromiso activo hacia la divulgación, generando iniciativas como DIRSE, con el objetivo de profesionalizar la gestión de la RSC en el marco de la Ética Empresarial.
«A través de su trabajo, Corresponsables ha logrado aglutinar a personas de diferentes ámbitos y perfiles»
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Me gustaría destacar a todas las empresas que son lideradas por personas que trabajan para entender cuál es su mejor contribución al bien común y cómo lograrlo, sabiendo que la reputación viene después. Cada una de ellas tiene, por lo tanto, una manera única de hacerlo, y afortunadamente hay muchas más de las que generalmente se conocen. Lo más importante es que las personas y los grupos con los que se comprometen, en cuanto a bienestar y desarrollo, conocen el esfuerzo que estas empresas realizan.
En Salamanca, donde vivo, hay un ejemplo claro: el Grupo Andrés. La humildad es uno de los principios que orienta su comportamiento colectivo, a partir del ejemplo de la alta dirección.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
En los últimos años, he centrado mi actividad investigadora, como académico, y mis proyectos profesionales en el estudio de la comunicación como un factor esencial para el liderazgo y el desarrollo organizativo.
«Uno de los hitos más importantes en la evolución del concepto ha sido la introducción de la gobernanza»
El liderazgo en la Economía del Conocimiento debe centrarse en la gestión del talento, un aspecto que tiene implicaciones directas para la dignidad y el desarrollo de la persona. A mi parecer, este es el primer compromiso que debe establecer y cumplir cualquier organización, y la principal contribución de la alta dirección a su conducta social.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Sería muy importante superar la tradicional clasificación de las organizaciones según su carácter público, privado o de la Sociedad Civil. Considero que es mucho más eficaz evaluar su impacto social real, independientemente de su naturaleza jurídica.
Los métodos de medición del impacto que se han desarrollado en los últimos veinte años permiten realizar este tipo de evaluaciones.
¿Qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones tienen la oportunidad de encontrar en el marco teórico y metodológico de la Responsabilidad Social una herramienta valiosa para convertir su sensibilidad en un impacto capaz de cambiar el paradigma gerencial, y, especialmente, reforzar la función social de la empresa.
«Creo que las nuevas generaciones pueden encontrar en el marco teórico y metodológico de la Responsabilidad Social una herramienta de gran utilidad»
No es posible fortalecer la conducta social de las organizaciones sin avanzar hacia nuevos modelos organizativos. Está en juego la recuperación de la legitimidad de la empresa y de las instituciones; está en juego la restauración de la confianza.
En este sentido, es crucial afrontar el reto de la transparencia y de la veracidad, comenzando por generar en el ámbito interno de las organizaciones sistemas de rendición de cuentas sobre su verdadero impacto social. El conocimiento de este impacto resulta indispensable para dar sentido al trabajo y convertir, de este modo, el propósito en un compromiso tangible.
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