Cada 24 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático. Más allá de una fecha simbólica, este día nos recuerda que la acción climática no puede esperar. Que la transición hacia un futuro sostenible depende tanto de la innovación tecnológica como del compromiso social y de la restauración de la naturaleza.
En un momento clave —con la COP30 en el horizonte y casi 100 países revisando sus metas climáticas—, el mensaje es claro: necesitamos acelerar las soluciones que ya tenemos a nuestro alcance. Y pocas son tan eficaces, inclusivas y transformadoras como las basadas en los bosques.
La naturaleza como aliada en la acción climática
Los bosques son mucho más que sumideros de carbono: son ecosistemas vivos que sostienen la biodiversidad, regulan el ciclo del agua, protegen los suelos y generan millones de empleos verdes. Sin embargo, cada año seguimos perdiendo más de 10 millones de hectáreas de cobertura forestal en el planeta.
Frente a este desafío, la reforestación y la gestión forestal sostenible emergen como herramientas esenciales para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a ellos. En Grupo Sylvestris, llevamos más de una década trabajando precisamente en esta línea: desarrollar proyectos forestales que integran a las personas con la naturaleza, restaurando paisajes degradados y generando oportunidades donde más se necesitan.
Nuestra misión es sencilla pero ambiciosa: llenar el mundo de árboles, llevando empleo, biodiversidad y esperanza a los territorios rurales de España y Portugal. Cada proyecto que impulsamos tiene un triple impacto —medioambiental, social y económico— que demuestra que la acción climática puede ser también una herramienta de desarrollo justo y sostenible.
Motor Verde: restaurar, innovar y generar futuro
Un ejemplo de ello es Motor Verde, una iniciativa de Fundación Repsol y Grupo Sylvestris que ya se ha convertido en el mayor proyecto de reforestación para la compensación de emisiones en Europa. Su meta: restaurar 70.000 hectáreas y absorber 16 millones de toneladas de CO₂, creando además miles de empleos locales e inclusivos.
El proyecto combina restauración ecológica, tecnología e innovación social. A través de la alianza con Hispasat, incorporamos sistemas satelitales y sensores que permiten monitorizar los bosques, detectar riesgos de incendio y medir en tiempo real la absorción de carbono. Este enfoque convierte a Motor Verde en un modelo de cómo las soluciones basadas en la naturaleza (NbS) pueden apoyarse en la ciencia y la tecnología para maximizar su impacto y asegurar su sostenibilidad en el tiempo.
Además, el proyecto prioriza la formación y empleabilidad en las zonas rurales, impulsando programas educativos y de capacitación en gestión forestal, preparando a cientos de personas para participar en la economía verde del futuro.
La acción climática como oportunidad de cohesión social
El cambio climático es un desafío global, pero sus soluciones se construyen desde lo local. En Sylvestris lo comprobamos cada día: restaurar un paisaje no solo reduce emisiones, también recupera ecosistemas, previene incendios, genera empleo y reactiva la economía de las comunidades rurales.
Este enfoque responde a los valores que nos definen —calidad, colaboración, compromiso, flexibilidad y pasión— y que impregnan cada una de nuestras acciones. Porque actuar contra el cambio climático no es solo una cuestión ambiental, sino también humana. Se trata de fortalecer vínculos entre personas y naturaleza, entre tecnología y tradición, entre economía y sostenibilidad.
El momento de acelerar la acción
La reciente Cumbre del Clima de Naciones Unidas ha dejado un mensaje inequívoco: contamos con las herramientas necesarias para cambiar el rumbo. Los países, las empresas y la sociedad civil tienen la responsabilidad compartida de acelerar la acción.
En este escenario, la restauración forestal y la gestión sostenible del territorio representan una de las vías más efectivas y justas para avanzar hacia los objetivos del Acuerdo de París. España y Portugal, con su potencial de reforestación y su experiencia técnica, pueden y deben ser referentes en este proceso.
Pero para lograrlo, es imprescindible reforzar la gobernanza, la cooperación público-privada y la financiación climática. La acción forestal no solo debe verse como un coste ambiental, sino como una inversión en resiliencia, empleo y bienestar colectivo.
Llenar el mundo de árboles: nuestra manera de actuar por el clima
En Grupo Sylvestris creemos que la acción climática se mide en resultados tangibles: hectáreas restauradas, comunidades fortalecidas, especies recuperadas y personas empleadas. Porque cada árbol plantado es también una oportunidad de futuro.
El Día Internacional contra el Cambio Climático nos invita a reflexionar sobre el papel que todos podemos desempeñar. Desde las políticas globales hasta las decisiones locales, desde las grandes corporaciones hasta los pequeños municipios rurales. Todos somos parte del mismo bosque.
Restaurar la naturaleza es restaurar el equilibrio. Y en ese equilibrio está la clave de la sostenibilidad: actuar juntos, con calidad, compromiso y pasión, para construir un planeta más verde y más justo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional Contra el Cambio Climático

