El cambio climático exige una transformación profunda de la economía para lograr un futuro net-zero en el que no se emitan más gases de efecto invernadero de los que el planeta puede absorber. En este contexto, las empresas industriales no pueden mirar a otro lado y deben priorizar la acción climática en su hoja de ruta. Como líder global en gases industriales e ingeniería, Linde está firmemente comprometida con este objetivo, impulsando la transición energética y habilitando a sus clientes para descarbonizar sus operaciones mediante soluciones reales de hidrógeno, tecnologías de captura de carbono y aplicaciones avanzadas con oxígeno. El camino hacia un futuro sostenible no es sencillo, pero con innovación y colaboración, podemos recorrerlo juntos acelerando la reducción de emisiones.
El hidrógeno, piedra angular de la descarbonización industrial y la movilidad
En la senda hacia el net zero,el hidrógeno destaca como una pieza clave para reducir drásticamente las emisiones en sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada o el transporte de larga distancia. Linde aporta una experiencia inigualable en este campo: nuestra trayectoria con el hidrógeno abarca más de un siglo, desde que Carl von Linde co-desarrolló métodos de producción en el siglo pasado, hasta hoy, cubriendo toda la cadena de valor del hidrógeno. Gracias a este amplio conocimiento, hoy operamos el primer almacenamiento subterráneo de hidrógeno de alta pureza del mundo y redes de gasoductos que suman más 1.000km a nivel global, además de la mayor flota mundial de camiones cisterna para su distribución. Linde también ha instalado más de 200 estaciones de repostaje de hidrógeno y 80 plantas de electrolisis en todo el mundo, lo que demuestra nuestra capacidad para llevar el hidrógeno allí donde se necesita de forma fiable y segura.
Con esta infraestructura y saber hacer, ayudamos a los clientes a aprovechar el potencial del hidrógeno para descarbonizar sus procesos. Ofrecemos tecnologías de producción adaptadas a cada necesidad: hidrógeno de bajas emisiones, obtenido mediante reformado de gas natural con captura de CO₂, que logra hasta un 95% de reducción de emisiones en comparación con métodos convencionales; e hidrógeno renovable, producido por electrólisis utilizando energía eléctrica 100% de origen renovable, obteniendo un hidrógeno libre de emisiones en su producción. Gracias a estas soluciones, es posible disponer de hidrógeno limpio a escala industrial, ya sea en forma de gas de alta pureza o licuado criogénicamente a -253°C para facilitar su transporte y almacenamiento.
El hidrógeno tiene aplicaciones versátiles para recortar carbono: en la industria, puede sustituir a combustibles fósiles en procesos como la fabricación de acero (reemplazando el carbón en hornos reductores) o servir de materia prima circular en la producción de amoníaco y metanol con huella cero. En la movilidad, el hidrógeno ofrece un combustible alternativo sin emisiones para vehículos pesados, autobuses, ferrocarriles, barcos e incluso aviación. También se utilizan carretillas elevadoras de hidrógeno en logística, camiones de largo recorrido y se están desarrollando combustibles de aviación sostenibles donde el hidrógeno juega un papel central. Estas soluciones demuestran que el hidrógeno es una realidad viable y competitiva para eliminar emisiones allí donde la electrificación directa no llega.
Ahora bien, somos conscientes de que la transición completa al hidrógeno como vector energético tomará tiempo. Por ello, en Linde también ofrecemos soluciones inmediatas para ir reduciendo emisiones hoy mismo, cerrando la llamada «brecha del hidrógeno». Por ejemplo, apoyamos proyectos de mezcla gradual de hidrógeno con gas natural en redes existentes, lo que recorta la huella de carbono del gas combustible sin esperar a una conversión total a hidrógeno. Asimismo, aplicamos técnicas de intensificación de procesos con oxígeno en diversos hornos industriales para mejorar la eficiencia (como se detalla más adelante), preparando a las instalaciones para una transición fluida hacia el uso pleno de hidrógeno en el futuro. En definitiva, el hidrógeno ya es una piedra angular de la descarbonización industrial y Linde se posiciona como socio de confianza para acompañar a las empresas en cada etapa de su adopción.
Captura, uso y almacenamiento de carbono: aliada indispensable para industrias difíciles de abatir
Aun cuando aprovechemos al máximo las energías renovables y el hidrógeno, existen sectores industriales donde ciertas emisiones de CO₂ son inevitables con las tecnologías actuales –piénsese en la producción de cemento (donde se libera CO₂ del proceso químico) o en plantas termoeléctricas existentes. Para estas áreas difíciles de descarbonizar, la solución pasa por capturar el carbono antes de que llegue a la atmósfera y darle un destino seguro o útil. En Linde contamos con décadas de experiencia en gestión de CO₂ y tecnologías de Carbon Capture, Utilization & Storage (CCUS), habiendo desarrollado soluciones integrales que abarcan desde la captura en el punto de emisión hasta su aprovechamiento o almacenamiento geológico.
La captura de carbono se puede adaptar a múltiples fuentes y caudales de gases. Linde dispone de tecnologías avanzadas de captura, incluyendo sistemas patentados que combinan métodos adsortivos y criogénicos capaces de lograr tasas de captura superiores al 99% del CO₂ emitido. Por ejemplo, nuestra solución HISORP® CC –de tecnología eléctrica y modular– puede capturar hasta el 99,7% del CO₂ de una corriente gaseosa, entregándolo ya sea como gas concentrado, líquido criogénico o incluso en estado supercrítico listo para transporte. También colaboramos con socios estratégicos para implementar sistemas avanzados de lavado químico con aminas, alcanzando eficiencias de captura cercanas al 99% con purezas de CO₂ prácticamente totales. Tras la etapa de captura, el CO₂ se purifica, seca y comprime según requiera el siguiente paso: ya sea licuarlo para transporte, inyectarlo en un yacimiento o reutilizarlo en un proceso industrial.
Una vez acondicionado, el CO₂ capturado puede tener dos destinos: utilización o almacenamiento. En muchos casos, lo que antes era un residuo se convierte en materia prima valiosa: podemos refinar el CO₂ hasta calidad alimentaria para uso en bebidas carbonatadas, emplearlo en procesos industriales (por ejemplo, en la producción sostenible de metanol, urea u otros químicos) o inyectarlo en yacimientos petrolíferos para mejorar la extracción (EOR), entre otros usos. De este modo, transformamos emisiones en recursos, creando valor al mismo tiempo que reducimos el impacto ambiental. Por otro lado, cuando la opción óptima es almacenar permanentemente el CO₂, Linde aporta la tecnología y conocimiento para garantizar que el gas cumpla las estrictas especificaciones de inyección en formaciones geológicas profundas (como acuíferos salinos o pozos agotados). Mediante la compresión a alta presión, la eliminación de impurezas corrosivas y el control de humedad, preparamos el CO₂ para ser confinado de forma segura y permanente bajo tierra, contribuyendo así a retirar carbono de la atmósfera durante décadas o siglos.
El CCUS se ha vuelto esencial para alcanzar los objetivos climáticos globales. Organismos internacionales como la Agencia Internacional de la Energía subrayan que estas tecnologías serán imprescindibles para lograr la meta de cero emisiones netas, especialmente en sectores industriales donde no hay alternativas viables al carbono en el corto plazo. En Linde lo constatamos día a día, implementando proyectos de captura de CO₂ en plantas de energía, acerías, cementeras, químicas, refinerías, fábricas de vidrio e incluso incineradoras de residuos. Allí donde las emisiones suponen un desafío técnico, trabajamos codo con codo con nuestros clientes para diseñar soluciones de captura de carbono a medida, seguras y escalables. De esta manera, estamos ayudando a descarbonizar industrias enteras, convirtiendo lo que antes era humo en nuevos productos y asegurando que el CO₂ no contribuya al calentamiento global. La captura y gestión del carbono actúa así como un puente necesario hacia la economía neutra en carbono, al reducir drásticamente las emisiones mientras las fuentes de energía limpia siguen ganando terreno.
Eficiencia y oxígeno: reduciendo emisiones hoy mismo en procesos intensivos
Aunque las tecnologías disruptivas como el hidrógeno o el CCUS marcarán el futuro, una parte fundamental de la descarbonización industrial consiste en optimizar ya los procesos actuales para que emitan menos. Mejorar la eficiencia energética es a menudo el primer paso, inmediato y alcanzable, para recortar la huella de carbono. En industrias con procesos de alta temperatura (metalurgia, vidrio, cementeras, refinerías, etc.), Linde ofrece un portafolio de soluciones basadas en gases industriales –especialmente aplicaciones con oxígeno– que permiten aumentar la eficiencia de la combustión y reducir significativamente las emisiones de CO₂ sin necesidad de grandes modificaciones en las plantas.
El concepto es sencillo: en muchos hornos y calderas se utiliza aire atmosférico para quemar combustibles, pero el aire contiene ~79% de nitrógeno (inerte) que se calienta inútilmente. Al introducir oxígeno puro o enriquecido (tecnologías de oxicombustión), se eleva la temperatura de llama y se mejora la combustión, logrando la misma o mayor producción con menos combustible. Menor consumo de gas natural o fuel se traduce directamente en menos emisiones de CO₂. De hecho, la experiencia de Linde con sistemas como OXYGON® (en hornos de vidrio) o REBOX® (en hornos de acero) demuestra reducciones del uso de combustible de entre 10% y 50%, dependiendo del proceso, aportando ahorros de emisiones en esa misma proporción. Además, al intensificar el proceso con oxígeno se acorta el tiempo de calentamiento y se puede aumentar la productividad del horno, todo ello sin comprometer la calidad del producto final.
Las ventajas de estas mejoras basadas en oxígeno son múltiples:
- Reducción inmediata de CO₂: al quemar más eficientemente, se generan menos gases de efecto invernadero por cada tonelada de producto. Tecnologías oxicombustibles aplicadas en sectores difíciles de electrificar (acerías, vidrieras, caleras) están permitiendo recortes sustanciales de emisiones hoy mismo, ganando tiempo en la carrera hacia 2050.
- Mayor eficiencia energética: una combustión más caliente y controlada aprovecha mejor la energía del combustible. En términos simples, se obtiene más calor útil por unidad de combustible, minimizando pérdidas. Esto no solo disminuye las emisiones, sino que apoya prácticas de fabricación sostenibles al exprimir al máximo cada fuente de energía empleada.
- Ahorro de costes operativos: al reducir el consumo de combustibles (gas natural, fuelóleo, etc.), las empresas también disminuyen sus gastos energéticos. Por otro lado, una llama más limpia y concentrada con oxígeno puede prolongar la vida de los equipos, reduciendo costes de mantenimiento y paradas por corrosión o depósitos.
- Integración sencilla: las soluciones basadas en oxígeno de Linde se diseñan para integrarse sin interrupciones en las instalaciones existentes. En muchos casos, se pueden adaptar quemadores o inyectores de oxígeno en hornos ya operativos, evitando inversiones costosas en nuevos hornos. Nuestros expertos acompañan la instalación y calibración para que el cambio se realice con seguridad y mínima alteración de la operación diaria.
Gracias a estas tecnologías de eficiencia, descarbonizar no tiene por qué esperar. Numerosas acerías, plantas de vidrio y otras fábricas en todo el mundo ya están reduciendo su huella con el apoyo de Linde, aprovechando al máximo cada metro cúbico de gas y cada megavatio de energía consumida. Esto evidencia que la transición ecológica se puede iniciar de inmediato con medidas de reducción de emisiones costo-efectivas, a la vez que nos preparamos para adoptar progresivamente soluciones de cero emisiones como el hidrógeno conforme maduren.
Gases industriales sostenibles: Linde Green
Por último, una iniciativa innovadora que está facilitando a muchas empresas dar un salto cuántico en sostenibilidad sin complicaciones es nuestro programa Linde Green. Se trata de una nueva familia de gases industriales sostenibles –oxígeno, nitrógeno, argón e incluso hidrógeno verde– producidos empleando un 100% de energía renovable certificada. En esencia, Linde Green permite a los clientes reemplazar los gases industriales convencionales por equivalentes con huella de carbono reducida drásticamente, sin tener que cambiar nada en sus procesos ni en la calidad del producto final.
¿Por qué es importante? Porque prácticamente todos los sectores consumen gases industriales de una forma u otra: manufactura metálica, fabricación de vidrio y materiales, industria alimentaria, sector hospitalario, electrónica, etc. Si esos gases se producen con electricidad renovable en lugar de la red convencional, la reducción de emisiones indirectas (alcance 2 y 3) es inmediata. Por ejemplo, Linde Green Oxygen o Linde Green Nitrogen se obtienen en plantas de separación de aire que funcionan únicamente con energía eólica o solar certificada, de modo que su intensidad de carbono es casi nula comparada con la de un gas producido con electricidad de origen fósil. Lo mismo con Linde Green Hydrogen, producido bien por electrólisis con energías limpias o mediante reformado de biometano, logrando al menos un 70% menos de emisiones que el hidrógeno tradicional de gas natural. El cliente que los usa recibe mensualmente certificados verdes que documentan cuántas toneladas de CO₂ se han evitado gracias a esta fuente sostenible, pudiendo contabilizar ese ahorro en su balance ambiental.
Toda la línea Linde Green está respaldada por la verificación de terceros independientes. TÜV SÜD, organización certificadora de renombre mundial, audita nuestro programa bajo estándares internacionalmente reconocidos. Según las necesidades del cliente, podemos suministrar estos gases bajo esquemas de certificación book-and-claim, asegurando la trazabilidad de la energía renovable utilizada conforme a normas como la CMS 89 (Balance de Energía Renovable) o la CMS 70 (Hidrógeno Verde). Esto brinda transparencia y credibilidad: el cliente tiene la certeza de que las reducciones de emisiones asociadas a Linde Green son reales y están contabilizadas rigurosamente.
En la práctica, empresas pioneras de diversos sectores en España y el mundo ya están aprovechando Linde Green para disminuir sus emisiones sin esperar a 2030 o 2050. Por ejemplo, fabricantes de metales y vidrio están bajando su huella de carbono de alcance 3 al recibir oxígeno y nitrógeno producidos con energía 100% limpia; industrias alimentarias y hospitales reducen su impacto ambiental utilizando gases medicinales o de atmósfera protectora con sello verde; y proyectos de almacenamiento de energía incorporan hidrógeno verde de Linde en sus sistemas. Todo ello demuestra que el próximo paso es verde: la sustitución de insumos por alternativas sostenibles puede lograrse de forma inmediata, contribuyendo a los objetivos de sostenibilidad corporativa sin sacrificar rendimiento ni fiabilidad.
En conclusión, la acción climática es un desafío impostergable pero también una oportunidad de innovación. Linde asume su responsabilidad como empresa y como socio tecnológico para liderar la descarbonización del sector industrial. A través de soluciones prácticas –desde hidrógeno limpio y captura de carbono hasta mejoras de eficiencia y productos verdes– ayudamos a nuestros clientes a reducir emisiones ya, sin perder de vista la meta final del cero neto. La transición energética será un camino largo, pero cada paso cuenta. Desde hoy podemos construir juntos un futuro donde crecimiento industrial y sostenibilidad vayan de la mano. El momento de actuar es ahora, y en Linde reafirmamos nuestro compromiso de acompañar a las industrias en este viaje hacia un planeta más limpio y un futuro más sostenible para todos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional Contra el Cambio Climático

