ISO 26000:
 Derechos Humanos,  Participación Activa y Desarrollo de la Comunidad
Grupos de interés:
 Grandes empresas
Sectores:
 Farmacéutico

ODS16. Reimaginando la comunicación: ¿pueden las empresas tener un lenguaje más emocional y social?

Artículo de opinión de Begoña Gómez, Head Of Communications & Patient Relations Novartis España

29-11-2021

Tradicionalmente, las empresas, grandes o pequeñas, han medido su éxito solamente a través de variables como ventas, facturación y beneficios económicos, entre otras. Sin embargo, debemos cuestionarnos hasta qué punto esto sigue teniendo sentido en la actualidad. La pandemia de la COVID-19 ha sido un duro recordatorio de que vivimos en un escenario marcado por importantes desafíos globales capaces de condicionar cualquiera de nuestras actividades. Algunos de estos desafíos ya los conocemos, como el cambio climático, el agotamiento progresivo de los recursos naturales o la cronificación de las enfermedades, pero no podemos descartar la aparición de nuevos retos ahora imprevisibles.
 
Así pues, se evidencia cada vez más que las empresas deben repensar la forma de medir su éxito. Como compañía dedicada a mejorar y prolongar la vida de las personas, en Novartis hemos dado un paso adelante y hemos querido reimaginar la evaluación de nuestra actividad y nuestra contribución al conjunto de la sociedad, más allá de lo estrictamente económico. Desde 2016, hemos estado desarrollando y aplicando a nivel global una nueva metodología denominada SEE (social, environmental & economics, por sus sigles en inglés) para, no solo medir anualmente nuestro impacto económico en la sociedad, sino también nuestro legado social y medioambiental. Se trata de un ejercicio cuyos resultados nos tienen que ayudar a establecer nuevas prioridades y a facilitar la toma de decisiones para invertir más recursos en aquellas actividades que aporten valor real a la sociedad y contribuyan al cuidado del planeta.
 
Este cambio de paradigma en la forma de medir la actividad de nuestra organización también nos exigía un cambio en la forma de comunicar y relacionarnos con nuestro entorno. Bajo esta premisa, impulsamos La Huella by Novartis, una iniciativa para mostrar nuestro compromiso social e impulsar la responsabilidad compartida y el diálogo abierto con la sociedad. Esta iniciativa, que nació con vocación de compromiso a largo plazo, actúa como hilo conductor para presentar anualmente la huella que la actividad de Novartis deja en España a través del Estudio SEE.
 
Y es que el lenguaje de los negocios está cambiando. No sólo desde un punto de vista financiero, no sólo en nuestra relación con los inversores, sino también se refleja en nuestra relación con la sociedad. Por ello, para adaptarnos a este cambio de lenguaje y de la mano del director de cine David Pujol, pusimos en marcha esta iniciativa a través del cortometraje El mismo día, a la misma hora. Una historia de amor sobre cómo en Novartis estamos reimaginando la medicina de un modo transparente y sostenible. 
 
Una pieza audiovisual que, además, nos ha servido para vincular y explicar algunas de las cifras que se desgranan de nuestro estudio SEE, que recientemente hemos presentado por segundo año consecutivo con los resultados correspondientes a 2020 junto a la segunda parte del cortometraje. Hemos unido así nuestra nueva manera de evaluar la actividad de Novartis a un nuevo formato de comunicación de alto consumo que además nos permite apoyar al sector cultural, muy afectado por la pandemia.
 
Y es que, como se puede ver al final del cortometraje a través de su protagonista Lucía cuando declara su amor por dos personas abiertamente y sin complejos, un momento en el que expresa sus emociones más sinceras; las organizaciones también tienen emociones que se proyectan a través de las interlocuciones de todos los que trabajamos en Novartis con nuestro entorno: entre compañeros, con médicos y pacientes, con las administraciones públicas y todas aquellas personas con las que nos cruzamos en nuestro día a día. La industria farmacéutica ha avanzado mucho en los últimos años en su compromiso con la ética, la integridad y la transparencia. Todos compartimos esa responsabilidad y esta producción audiovisual demuestra que los negocios pueden tener un lenguaje más emocional y social. Que en Novartis, lo tenemos.