En un mundo laboral donde la diversidad, el bienestar y la retención del talento son esenciales, las empresas buscan estrategias innovadoras para fomentar culturas inclusivas y entornos que promuevan la salud.
Nosotros en ACIS Asociación para la Capacitación y la Integración Socio Laboral, después de veinte años trabajando por la inclusión total y con el propósito de poner las personas en el centro, lo enfocamos desde un punto de vista humanista.
La arquitectura saludable, con su enfoque en luz natural, accesibilidad universal y elementos biofílicos, es un pilar clave para lograrlo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el proyecto CultureForHealth de la Unión Europea destacan que las actividades culturales mejoran la salud mental, reducen el estrés y fortalecen la cohesión social.
Las iniciativas de cultura inclusiva lideradas por artistas con discapacidad se posicionan como herramientas transformadoras para optimizar la arquitectura saludable, integrar a personas con discapacidad, mejorar la salud organizacional y retener talento, todo ello alineado con los principios de responsabilidad social corporativa (RSC).
La cultura como motor de salud organizacional
La OMS, en su informe de 2019 sobre el rol de las artes en la salud, y el proyecto CultureForHealth, financiado por la UE, destacan que las actividades culturales, como talleres artísticos o performances, tienen un impacto positivo en el bienestar, mejoran la salud mental en un 20-30% y fomentan la resiliencia en entornos laborales.
- Reducción del estrés: Participar en actividades creativas disminuye los niveles de cortisol, con intervenciones artísticas que reducen los síntomas de ansiedad en un 37%.
- Sentido de pertenencia: Las actividades culturales fortalecen los vínculos entre empleados, reduciendo la rotación en un 15-20% en empresas con programas culturales activos.
- Estimulación de la creatividad: La exposición al arte fomenta el pensamiento innovador, esencial para la innovación en cualquier industria.
La cultura inclusiva: una herramienta para la arquitectura saludable
La arquitectura saludable busca crear entornos que promuevan el bienestar mediante elementos como luz natural, ventilación, accesibilidad y conexión con la naturaleza. La cultura inclusiva, al involucrar a artistas con discapacidad en iniciativas culturales, actúa como una herramienta estratégica para mejorar estos espacios, un enfoque respaldado por CultureForHealth, que promueve la cultura como catalizador de entornos inclusivos:
- Diseño centrado en la accesibilidad: La participación de artistas con discapacidad en talleres o exposiciones resalta la necesidad de entornos accesibles, como rampas, señalización táctil o espacios adaptados. La OMS señala que los entornos inclusivos aumentan la participación social en un 30%, mientras que CultureForHealth destaca que los espacios culturales accesibles mejoran la cohesión comunitaria.
- Inspiración para espacios creativos: Las obras y perspectivas de artistas con discapacidad inspiran diseños arquitectónicos que integran arte y biofilia, como murales en paredes verdes o jardines para performances. Estos elementos reducen el estrés en un 15%, según estudios de diseño saludable.
- Fomento de la colaboración: Las actividades culturales inclusivas, como talleres artísticos en salas multifuncionales, promueven la interacción entre empleados, lo que informa el diseño de espacios colaborativos que mejoran la cohesión del equipo en un 20%, según la OMS.
- Concienciación en el diseño: Involucrar a artistas con discapacidad, como promueve Artistas Diversos, sensibiliza a arquitectos y empleados sobre las necesidades diversas, asegurando que los espacios sean funcionales y acogedores para todos.
Impacto en la retención del talento
La retención del talento depende de entornos que prioricen el bienestar, la diversidad y el propósito. La OMS indica que las intervenciones culturales aumentan la satisfacción laboral en un 30% y maximiza estos beneficios:
- Sentido de propósito: Los empleados se sienten parte de una organización que valora la inclusión y el bienestar, aumentando su compromiso en un 22%.
- Ambiente inclusivo: Los espacios saludables diseñados con aportes de iniciativas culturales inclusivas retienen mejor a empleados, con un 18% más de probabilidad de permanencia.
- Desarrollo personal: Las actividades culturales en entornos saludables ofrecen oportunidades de aprendizaje, incrementando la satisfacción laboral en un 15%.
Un caso inspirador
Imagina una empresa que organiza un taller de team building en un espacio en renovación, dirigido por un artista con discapacidad visual. La actividad consiste en pintar un cuadro colectivo, donde cada empleado asume temporalmente una discapacidad simulada (por ejemplo, usar vendas en los ojos, guantes que limitan el tacto o auriculares que bloquean el sonido). Guiados por el artista, los participantes colaboran para crear una obra vibrante, descubriendo que sus limitaciones no impiden superar obstáculos, sino que aportan perspectivas únicas al equipo además de desarrollar otras habilidades. El arte estimula las conexiones neuronales, y esto a través de una nueva experiencia facilita la creación de innovadoras rutas de procesamiento, vivencias y realidades.
Este taller que desarrolla la Asociación Artistas Diversos como una de sus actividades para poner en valor las capacidades de los artistas con discapacidad tiene unos resultados magníficos a nivel emocional y holístico.
Por tanto, la cultura inclusiva, mediante la participación de artistas con discapacidad, es una herramienta transformadora para mejorar la arquitectura saludable en la empresa, esta estrategia no solo optimiza los entornos laborales, sino que también mejora la salud organizacional, retiene talento y promueve la concienciación. Al integrar arte, inclusión y diseño, las organizaciones construyen un futuro laboral más saludable, equitativo y resiliente.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Arquitectura Saludable