Desde su rol como vicepresidenta de Responsabilidad Social de COPARMEX, Rosa Marta Abascal trabaja por una transformación profunda del mundo empresarial en México. Convencida de que “la empresa no es solo un motor económico, sino un agente social trascendente”, Abascal sostiene que hoy, más que nunca, el desarrollo empresarial debe tener como eje a la persona.
COPARMEX, la Confederación Patronal de la República Mexicana, representa a más de 36.000 empresas de todos los sectores y tamaños. En su seno conviven grandes compañías y microempresas, todas unidas por una visión que promueve el bien común, la dignidad humana y un modelo de desarrollo inclusivo. “En COPARMEX creemos que no puede haber empresas ricas con colaboradores pobres”, afirmó Abascal, al tiempo que subraya que la rentabilidad debe ir acompañada de un compromiso con los colaboradores, sus familias y el entorno.
Cambios desde dentro
En las últimas décadas, la responsabilidad social empresarial ha pasado de ser una idea marginal a un componente esencial de la estrategia empresarial. Sin embargo, Abascal reconoce que todavía existen grandes brechas, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. “Hay muchas empresas que ya quieren incorporar estos principios, pero no saben cómo hacerlo. Nuestro objetivo es acompañarlas con herramientas concretas para que puedan avanzar paso a paso”.
Uno de los ejes clave del trabajo en COPARMEX es acercar el Protocolo UNIAPAC, una metodología que promueve tres etapas fundamentales: diagnóstico, formación y transformación. Se trata de un proceso progresivo que permite a las empresas evaluar su impacto sobre todos los grupos de interés (colaboradores, clientes, proveedores, comunidad, medioambiente), capacitar a sus equipos y avanzar hacia prácticas empresariales sostenibles.
“Diagnosticar no solo implica mirar hacia adentro, sino también observar el ecosistema local. Si un proveedor vulnera los derechos humanos y seguimos trabajando con él, somos corresponsables”, señaló Abascal. La segunda etapa, la formación, pone el foco en todos los niveles de la organización: desde directivos hasta colaboradores. “No sirve que solo los líderes entiendan el modelo si los mandos medios y los equipos no están convencidos. La cultura organizacional se cambia con todos adentro”.
La transformación llega en una tercera etapa, donde las acciones concretas hacen visible el cambio. Desde ajustes salariales hasta medidas de conciliación familiar o programas educativos para los hijos de los trabajadores, las empresas pueden implementar mejoras significativas sin necesidad de grandes inversiones. “No se trata de prometer sueldos millonarios, sino de ser justos, equitativos y humanos. Hay acciones que requieren más conciencia que recursos”.
Un caso ejemplar que Abascal comparte es el de una empresa que otorga incentivos a los hijos de empleados con buenos promedios escolares. Además del beneficio económico, se organizan actividades de integración familiar. “Esto surgió porque la empresa diagnosticó que una de las mayores preocupaciones de sus empleados era la educación de sus hijos. Sin ese paso previo, la acción no tendría el mismo impacto”.
Abascal también destacó que COPARMEX trabaja en articular esta visión con los 71 centros empresariales que tiene en todo el país. “Cada centro conoce la realidad de sus empresas afiliadas. Nosotros generamos herramientas adaptadas a las necesidades de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, y ellos las implementan con acompañamiento”.
Otro de los grandes retos es medir el impacto social, especialmente en las empresas más pequeñas. Mientras las grandes tienen estructuras que permiten recopilar indicadores, las micros y pymes requieren apoyo adicional. COPARMEX trabaja en generar metodologías sencillas y accesibles para que todas las empresas puedan evaluar su avance.
Sostenibilidad integral
En el corazón de esta propuesta está una idea clave: la sustentabilidad no puede limitarse al ámbito ambiental. “Si bien el componente ecológico es fundamental, reducir la sostenibilidad solo a lo verde es una visión miope. La verdadera sostenibilidad es integral y pone a la persona en el centro: en su trabajo, en su familia, en su entorno”.
Esa filosofía no es nueva en COPARMEX. Hace 30 años, bajo la presidencia de Carlos María Abascal, se dio inicio a un histórico diálogo con los sindicatos que buscaba superar la confrontación y construir una nueva cultura laboral. Ese espíritu se mantiene vigente. “Hoy buscamos retomar ese diálogo social con trabajadores, con otros sectores y con el gobierno. Porque la transformación no puede ser un esfuerzo unilateral: se necesita de todos”.
Para Abascal, el liderazgo empresarial que México necesita es “un liderazgo congruente”. Uno que predique con el ejemplo, que no se quede en discursos inspiradores, sino que transforme la realidad desde la práctica cotidiana. “Si somos coherentes, si realmente nos preocupamos por nuestros colaboradores, por sus familias y por su futuro, vamos a transformar a México. La empresa es un agente de cambio social y tenemos que asumir ese rol con seriedad”, puntualizó.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.