Oriol Renart es un profesional destacado en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la innovación social, con más de 20 años de experiencia. Tras fundar Alter Company en 1999, una de las primeras consultorías dedicadas a la RSE e innovación social en España, Renart ha sido pionero en la integración de la RSE con el mundo empresarial, con especial énfasis en el marketing y las estrategias de negocio. Como él mismo destaca, “la RSE no debe verse como una obligación, sino como una oportunidad estratégica”, y subraya que “cada vez más empresas comprenden que hacer lo correcto es también la forma más inteligente de hacer negocios”.
Su trayectoria ha sido un modelo de cómo alinear el éxito empresarial con un impacto positivo en la sociedad. Con un enfoque claro en la creación de valor compartido, Renart ha trabajado en diversos proyectos internacionales, abarcando desde grandes multinacionales hasta iniciativas locales, siempre con la visión de transformar el tejido empresarial hacia modelos más inclusivos, éticos y sostenibles. En sus propias palabras, “la RSE es una herramienta de transformación, no solo para las empresas, sino para toda la sociedad”.
Oriol, ¿cómo descubriste tu pasión por la Responsabilidad Social Empresarial y qué te llevó a dedicarte a ella?
Mi historia con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) comenzó en 1999, cuando decidí fundar Alter Company, una de las primeras consultorías en España especializadas en RSE e Innovación Social. Mi motivación siempre fue alinear mi carrera profesional con un propósito superior: generar impacto social positivo a través de las empresas.
«La RSE debe estar en el ADN de las empresas, no como un añadido, sino como parte de su razón de ser»
En aquel entonces, la RSE no era tan común, y fue fascinante ver cómo se empezaban a construir las bases de lo que hoy conocemos como una disciplina fundamental dentro del mundo corporativo. La RSE no solo ha sido una carrera profesional, sino también una manera de sentirme útil a la sociedad y de transformar las empresas para que trabajen de forma más ética y responsable.
¿Qué fue lo más desafiante de trabajar en RSE en sus primeros años? ¿Cómo lo enfrentaste?
El principal reto fue el desconocimiento absoluto sobre la RSE. Era un concepto que muchas empresas ni siquiera entendían, y mucho menos lo implementaban. En ese contexto, tener que convencer a grandes corporaciones de que ser responsables socialmente era, en realidad, una ventaja estratégica fue una tarea titánica.
«La RSE no es solo una moda, es una estrategia que genera valor a largo plazo»
Sin embargo, con el tiempo y la experiencia, demostramos que la RSE no era solo una moda pasajera, sino una necesidad que podía generar beneficios tangibles a largo plazo tanto para las empresas como para la sociedad. Nos enfrentamos a muchas barreras, pero, al final, fue muy satisfactorio ver cómo las empresas comenzaban a integrar la Responsabilidad Social en su ADN.
A lo largo de tu carrera, ¿cuáles dirías que han sido los proyectos más significativos en los que has trabajado? ¿Algún proyecto que te haya dejado una huella especial?
He tenido la suerte de trabajar en proyectos increíbles con empresas como Unilever, Nike, Nestlé y organizaciones como la Fundación Rafa Nadal. Estos proyectos fueron pioneros en su momento, ya que estábamos sentando las bases de lo que luego sería la RSE tal como la conocemos hoy. Recuerdo especialmente un proyecto con la Unión Europea y Intermón Oxfam. Fue en esos primeros años cuando se entendió realmente que la RSE tiene que ser una estrategia integrada en todos los niveles de la empresa. Ese proyecto me enseñó la importancia de tener un enfoque global y de colaborar con diferentes actores sociales y económicos para lograr cambios reales y duraderos.
«Lo social debe ser el corazón mismo de la estrategia empresarial»
Oriol, ¿qué opinas sobre cómo ha evolucionado la RSE desde tus primeros años hasta la actualidad?
En mis inicios, la RSE era un tema en el que se había avanzado poco. Con el tiempo, y especialmente a partir de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, la RSE empezó a consolidarse como una estrategia de negocio clave. Hoy en día, la RSE es vista por las empresas como una forma de generar valor tanto económico como social, y no como una obligación o un extra.
«La RSE es una herramienta de transformación, no solo para las empresas, sino para toda la sociedad»
Aunque ha habido avances importantes, aún queda trabajo por hacer, especialmente en la integración plena de lo social en las estrategias de Sostenibilidad. Es un área que sigue siendo vista en muchas empresas como algo periférico, cuando debería ser el corazón mismo de su modelo de negocio.
¿Cuáles crees que han sido los mayores avances y también los mayores desafíos de la RSE en las últimas dos décadas?
Una de las grandes ventajas que hemos visto es la profesionalización de la RSE en los últimos años. Antes, la Responsabilidad Social se gestionaba de forma un tanto aislada dentro de las empresas, mientras que ahora está integrada en la estrategia corporativa de manera transversal. A nivel positivo, hemos visto cómo la legislación ha impulsado a las empresas a ser más responsables y cómo la opinión pública exige más transparencia y ética en los negocios. Sin embargo, el mayor desafío sigue siendo que la S de ESG (Environmental, Social, and Governance) no está lo suficientemente estructurada en muchas empresas. Lo social sigue siendo la parte débil, y eso es algo que tenemos que cambiar. Las empresas deben empezar a ver lo social como un eje fundamental de su estrategia y no solo como un añadido.
«Las nuevas generaciones son la palanca más poderosa para acelerar el cambio hacia un futuro más responsable»
¿Desde cuándo conoces a Corresponsables y qué destacarías de su papel en la RSE estos años?
Desde mi perspectiva, tanto Marcos González como Corresponsables han estado siempre presentes en el camino de la RSE en nuestro país. Recuerdo cómo, en los inicios, cuando la Responsabilidad Social aún no tenía la visibilidad que tiene hoy, su apoyo fue fundamental para impulsar este enfoque en las organizaciones. Marcos fue un verdadero pionero, alguien que supo anticiparse al futuro y apostar por una comunicación especializada, rigurosa y comprometida.
«Corresponsables ha jugado un papel clave en la consolidación de la RSE como una disciplina profesional y estratégica»
Con el tiempo, Corresponsables no solo se ha consolidado como un medio de referencia, sino también como una plataforma que conecta a profesionales, empresas e instituciones que comparten una misma visión: la de construir una sociedad más justa, inclusiva y sostenible. He tenido la oportunidad de coincidir con su equipo en múltiples ocasiones y siempre he valorado su profesionalidad, cercanía y coherencia.
A día de hoy, su papel sigue siendo clave. No solo han contribuido a visibilizar las buenas prácticas, sino que han creado comunidad, han generado diálogo y han ayudado a que la RSE forme parte del lenguaje estratégico de muchas organizaciones.
¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones que quieren entrar en el mundo de la RSE?
Les diría que la RSE no es solo una moda ni una disciplina en la que se puede “entrar por casualidad”. Es un área que exige vocación, pasión y un compromiso real con la mejora del entorno social y ambiental. Si realmente se sienten interesados en este campo, deben entender que es un camino de largo plazo, lleno de retos pero también de muchísimas satisfacciones. Los profesionales de la nueva generación tienen una gran ventaja, y es que ahora la RSE está consolidada como una disciplina profesional con una enorme demanda de expertos. Mi consejo es que se formen adecuadamente, que se mantengan al tanto de las últimas tendencias y, sobre todo, que trabajen desde un enfoque de impacto real.
«Cada vez más empresas comprenden que hacer lo correcto es también la forma más inteligente de hacer negocios»
Para finalizar Oriol, ¿cómo te gustaría que se te recordara en el ámbito de la RSE?
Me gustaría que mi legado fuera el de haber contribuido a hacer la RSE parte integral del modelo empresarial. Que las empresas ya no piensen en la Responsabilidad Social como algo externo, sino como algo que debe estar en su ADN, desde la creación de los productos hasta la forma en que se gestionan los equipos. También me gustaría ser recordado como alguien que trabajó para demostrar que hacer lo correcto no solo es ético, sino también una estrategia inteligente para el éxito empresarial.
«Me gustaría ser recordado como alguien que ayudó a integrar la Responsabilidad Social en el corazón de las empresas»
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