Manuel del Soto, Director de Marketing y Customer Experience de la Compañía del Trópico, habla con Corresponsables sobre cómo el grupo de restauración con más de 500 trabajadores y una extensa red de locales operados en propiedad y franquicia, impulsa un modelo de negocio basado en la eficiencia ambiental, el bienestar del equipo y la transparencia con clientes, proveedores y socios. Integrando la sostenibilidad en su estrategia y en la gestión diaria de sus marcas.
Manuel del Soto repasa los avances en gestión del desperdicio, reciclaje, packaging sostenible y consumo energético, así como el impacto social que la compañía genera en los entornos donde opera, especialmente a través del empleo estable y de calidad. La entrevista aborda también la evolución de los programas de formación y bienestar del personal, el enfoque ético en la toma de decisiones y los retos prioritarios para avanzar en materia ambiental, social y de gobernanza.
¿Cómo integra La Compañía del Trópico la sostenibilidad en su modelo de negocio?
Para nosotros la sostenibilidad no es un complemento, sino un pilar estratégico que buscamos integrar desde tres ángulos distintos dentro de nuestro modelo de negocio. Desde el punto de vista medioambiental impulsamos modelos de consumo más responsables y gestionamos mejor nuestros recursos y productos. Desde el punto de vista social trabajamos para contribuir al bienestar real de las personas, tanto clientes como empleados y comunidades de nuestro entorno.
Y desde el punto de vista económico buscamos un crecimiento equilibrado, ético y duradero, sin orientarlo al corto plazo. Todo esto hace que nuestras marcas avancen hacia un modelo de restauración más consciente, más eficiente y alineado con las expectativas actuales del consumidor.
Han impulsado medidas de reciclaje y gestión responsable de residuos. ¿Qué resultados están logrando y qué retos identifican en este ámbito?
En nuestra parte de negocio de bakery, donde la exposición del producto es clave, la gestión de residuos es fundamental porque genera más merma y requiere mayor control. Uno de los avances más importantes ha sido precisamente gestionar mejor ese desperdicio. Hemos mejorado gracias a una mayor concienciación de los puntos de venta sobre qué exponer en cada franja y también con el apoyo de colaboradores externos, como Too Good To Go, que nos ayudan a dar una segunda vida a producto que ya no podemos vender en nuestros puntos de venta.
En el último año hemos salvado más de 8.000 packs, evitando que ese producto acabe en desperdicio, lo cual es especialmente importante porque tenemos un producto con vida útil corta.
En cuanto al reciclaje, trabajamos intensamente el papel y el cartón debido a nuestro modelo de servicio y take away. Además, buscamos reducir al mínimo los plásticos de un solo uso y avanzar hacia un packaging más sostenible.
Más allá del negocio, ¿qué enfoque adoptan en el ámbito de la acción social y cómo seleccionan las causas o proyectos con los que colaborar?
En nuestro caso, el principal impacto social no proviene tanto de iniciativas externas, sino de nuestra propia forma de operar. Defendemos que nuestra contribución más relevante es generar empleo estable y de calidad, especialmente en las zonas donde abrimos un local. Queremos que cada apertura tenga un impacto real en el entorno, priorizando la contratación local y favoreciendo el desarrollo económico y la integración laboral.
Hoy más de 500 familias dependen directamente de Compañía del Trópico y nos sentimos muy orgullosos de poder ofrecer esa estabilidad. Tenemos equipos que llevan décadas con nosotros, y eso es algo esencial en nuestro impacto social.
La formación, el desarrollo del talento y el bienestar de los empleados son esenciales para la sostenibilidad interna. ¿Qué programas o iniciativas destacan en este ámbito?
Toda la formación que hacemos está orientada al desarrollo y al bienestar del equipo. Tenemos planes de formación continua para equipos de sala, cocina y gerencia, con foco en seguridad alimentaria —que es básico—, en experiencia del cliente y en digitalización para facilitar su trabajo diario.
Tenemos también itinerarios de crecimiento interno para que los empleados puedan ascender dentro de la compañía. Siempre buscamos que las posiciones de gerencia y responsabilidad se cubran internamente.
En bienestar, trabajamos programas específicos relacionados con la ergonomía y la salud física, porque gran parte de nuestro personal pasa muchas horas de pie o manipulando objetos. También cuidamos especialmente el proceso de onboarding, porque una buena integración reduce la curva de aprendizaje y evita frustraciones.
¿Qué principios guían la actuación ética de la compañía y cómo aseguran que estén presentes en todos los niveles de gestión?
Trabajamos con principios claros: integridad, respeto, transparencia, igualdad de oportunidades y responsabilidad. Queremos que cada persona sienta que tiene responsabilidad sobre sus actos, porque la ética no es negociable.
Tenemos códigos internos de conducta y procesos de control en todas las áreas clave. Además, insistimos siempre en actuar con coherencia: no debemos hacer nada que no nos gustaría que nos hicieran como clientes.
La comunicación interna también es fundamental. Trabajamos para que los equipos tengan visibilidad sobre las actuaciones de la compañía y comprendan nuestros valores.
La transparencia se menciona a menudo como base de la confianza empresarial. ¿Cómo se traduce ese compromiso en la práctica dentro de la Compañía del Trópico?
La transparencia no solo implica explicar bien hacia dónde nos dirigimos o qué objetivos tenemos, sino también trasladar datos reales a los equipos. Comunicamos claramente los objetivos de facturación, los planes de resultados y los indicadores que deben cumplir. Toda esta información debe ser accesible.
Además, el 50 % de nuestra compañía está formada por franquiciados y partners, y a ellos también les damos esa visibilidad. Hemos empezado a trasladar los avances en sostenibilidad y los programas que estamos poniendo en marcha, porque para nosotros es clave mantener esa transparencia en toda la red.
Finalmente, la transparencia es bidireccional. Los equipos de los puntos de venta nos trasladan la escucha activa del cliente, incidencias y sugerencias. Queremos que se sientan libres para hacerlo porque ellos son quienes están más cerca del cliente.
De cara a los próximos años, ¿qué objetivos o compromisos se han marcado para seguir avanzando en sostenibilidad, tanto en el plano ambiental como social y de gobernanza?
E el plano ambiental, queremos seguir optimizando el desperdicio en toda la red. Es una prioridad que impacta en nuestros tres pilares de negocio. Continuaremos colaborando con plataformas como Too Good To Go y exploraremos nuevas asociaciones. También aumentaremos el uso de material reciclado y avanzaremos en packaging sostenible, reduciendo referencias de un solo uso.
En cuanto a energía y agua, estamos optimizando consumos a medida que reformamos locales y renovamos maquinaria.
En lo social, seguiremos reforzando el desarrollo del talento interno, los programas de formación y el bienestar del equipo, así como explorar nuevos beneficios para nuestros empleados.
En gobernanza, seguiremos estabilizando procesos —especialmente en materia ambiental— y mejorando nuestros sistemas de compliance y ética empresarial. Cada incidencia nos enseña algo y es una oportunidad de mejora. Y por supuesto, seguiremos manteniendo reportes transparentes para toda la organización.
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