Corresponsables ha visitado las instalaciones de Bioiberica en Palafolls (Barcelona), una compañía única en el mundo que desde hace 50 años se dedica a la producción de productos biológicos para la salud humana, animal y vegetal. Entre ellos, destaca la producción del principio activo de la heparina, un medicamento esencial que salva la vida de más de 100 millones de personas cada año. Pero Bioiberica es mucho más que un referente en el sector de las ciencias de la vida, es una empresa que lleva inscrito en su ADN un firme compromiso con la Sostenibilidad y la economía circular; un modelo innovador que ha sabido transformar los remanentes productivos en oportunidades, cuidando el planeta mientras aporta soluciones para mejorar la salud y bienestar de las personas, los animales y las plantas.
En esta entrevista exclusiva, hablamos con Luis Solera, CEO de Bioiberica, y con Antonio Vendrell, Director de Marketing y Comunicación, quienes nos cuentan la visión que dio origen a la compañía, sus hitos en Sostenibilidad, los avances tecnológicos y científicos que impulsan su crecimiento y sus ambiciosos objetivos para seguir liderando con responsabilidad el futuro del sector.
Para comenzar, ¿podríais explicarnos cómo y con qué visión nace Bioiberica hace 50 años?
Luis Solera: Bioiberica comenzó hace 50 años con la idea de producir heparina. Pero pronto se dieron cuenta de que, al fabricar la heparina, se generaba una gran cantidad de material que terminaba como residuo, y ese residuo había que gestionarlo de alguna manera. Al analizarlo, descubrieron que esos residuos tenían propiedades valiosas que podían aprovecharse y valorizarse.
Fue entonces cuando surgió el concepto de economía circular en Bioiberica. Se plantearon que podían llegar a valorizar todo el material, haciendo que todo el que entraba al proceso productivo pudiera salir con una etiqueta y un valor añadido. De esa idea nació realmente el concepto de Bioiberica.
¿Podríais explicarnos un poco más en qué consiste vuestro modelo de economía circular y cuáles han sido los principales logros hasta ahora?
Luis Solera: La economía circular en Bioiberica nace del hecho de que nuestra materia prima es de origen animal, proveniente de mataderos que producen carne para consumo humano. Nosotros captamos esa materia prima para extraer principalmente principios activos, que también están destinados al consumo humano. Sin embargo, como he comentado, hay una gran parte de ese material que, si no lo reutilizáramos de alguna manera, acabaría como residuo.
Lo que nosotros hacemos es reutilizar ese material, y producimos productos para el consumo animal o vegetal. Así, estos productos vuelven a reincorporarse en la cadena de la economía circular: lo que va destinado al consumo animal o a la agricultura acaba siendo para consumo humano o animal, que nuevamente nosotros captamos para procesar. Este ciclo es fundamental para nuestro modelo.
Antonio Vendrell: Un elemento clave en este proceso es la ciencia. Cuando tienes estos componentes, la pregunta es cómo usarlos, en qué cantidades y en qué ámbitos aplicarlos. La ciencia es esencial para conocerlos a fondo, para demostrar su valor y para garantizar su eficacia y seguridad. En Bioiberica, la ciencia está muy integrada en nuestras tres áreas principales de salud —humana, animal y vegetal— y es el motor que nos permite canalizar el uso adecuado y viable de cada producto.
Luis Solera: Cada producto cuenta con un área regulatoria en sí y con una ciencia que avala su eficacia y seguridad. Esto lo tenemos de base en nuestros productos farmacéuticos y lo aplicamos también a los productos finales del resto de áreas. Así, garantizamos que cumplen su función y que, desde el punto de vista regulatorio, no presentan riesgos para las zonas donde se utilizan. Este compromiso con la ciencia y la regulación es uno de los pilares de nuestro modelo de economía circular.
A lo largo de estas cinco décadas, ¿qué hitos destacaríais como los más significativos, especialmente en el ámbito de la Sostenibilidad?
Antonio Vendrell: Creo que, en Sostenibilidad, además de nuestro modelo único de economía circular que ya hemos comentado, la última década ha sido clave para que todo esto cobrara más fuerza y reconocimiento. Las primeras certificaciones que obtuvimos estaban relacionadas con la Sostenibilidad.
Hace ya más de 5 años, comenzamos a alinearnos con los diferentes grupos dentro de las Naciones Unidas y en 2021 fuimos la primera empresa biotecnológica del sector farmacéutico en ser certificada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A través de estos grupos y de diversas certificaciones, hemos ido integrando la Sostenibilidad en nuestro negocio, no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también considerando a las personas y el impacto social que generamos al contribuir a la salud.
Gracias a ese recorrido, hoy nos encontramos en una posición favorable para afrontar la nueva normativa de la CSRD, que sin duda marcará un antes y un después para muchas compañías, incluida la nuestra. Si no hubiéramos avanzado ya en este camino, la adaptación habría sido mucho más vertiginosa. Ahora estamos trabajando para agrupar y sincronizar toda esta información y procesos para cumplir con los requerimientos que exige el reporting actual.
¿Qué innovaciones estáis llevando a cabo para que vuestros productos sean más sostenibles?
Antonio Vendrell: Más allá del origen o de la materia prima, está el proceso productivo, donde aplicamos una gran optimización de procesos. Trabajamos en el reaprovechamiento de los recursos, así como de la energía, el agua o la sal. Es decir, cualquier recurso utilizado en la producción que no forme parte del producto final en sí mismo, intentamos reutilizarlo al máximo. Finalmente, proyectamos que nuestro producto tenga un efecto positivo en la salud de personas, animales y plantas.
Luis Solera: En nuestro caso, el rendimiento de la materia prima es clave. Es decir, el rendimiento que tiene la materia prima en bruto hasta el producto final es lo que te da la clave de todo. Por ejemplo, si una heparina tiene un rendimiento del 0,01%, pero en realidad se aprovecha solo un 0,009%, estás perdiendo valor. Por eso, medir el rendimiento en cada etapa del proceso es fundamental.
Lo positivo de la Sostenibilidad es que nos marca los parámetros de rentabilidad y nos permite evaluar todos los procesos en términos como el aprovechamiento de recursos como el agua o la reutilización de energía renovable —por ejemplo, la generada por nuestros paneles solares—, etc. Este enfoque nos está generando también un rendimiento, el cual es clave para poder competir en el mercado final.
¿Qué acciones concretas estáis implementando para reducir vuestro impacto ambiental en sus distintos ámbitos?
Antonio Vendrell: Por ejemplo, a nivel energético, el año pasado logramos que el 100% de nuestro consumo proviniera de energías renovables, lo cual es un avance muy positivo. Además de contar con autogeneración gracias a las placas solares instaladas en nuestras instalaciones, nuestro abastecimiento externo también es 100 % renovable. Este es un estándar que queremos mantener y consolidar.
En cuanto al uso del agua, trabajamos en la reutilización del flujo hidráulico interno para optimizar este recurso. También tenemos objetivos concretos, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050.
En otros aspectos cuantificables, como la gestión del CO₂, estamos colaborando con una empresa externa para clarificar y parametrizar nuestras emisiones. Este es un tema complejo, ya que las toneladas de CO₂ pueden variar según la fuente y el método de cálculo. Por ello, nuestro enfoque es hacer las cosas bien y comunicar con transparencia, alineándonos con los estándares de mercado.
Todo este trabajo nos encamina hacia un modelo de gestión sostenible que aspire al Net Zero Waste Management (Gestión de Residuo Cero), y que nos permita alcanzar la neutralidad en emisiones de CO₂ para 2050. Además, estamos analizando los nuevos conceptos que trae la taxonomía europea, parte fundamental de la normativa CSRD, para identificar qué ya tenemos implementado y qué debemos desarrollar. Es un proceso intenso, pero estamos plenamente comprometidos.
Luis Solera: Y lo que sí hemos decidido internamente es que, a pesar de las prórrogas que se están imponiendo, no vamos a ralentizar nuestro ritmo. Nuestro objetivo es adelantarnos a esas prórrogas. Esta estrategia de Sostenibilidad ya la teníamos definida y no vamos a frenar.
¿Cómo transmitís esos valores de Sostenibilidad, compromiso y proximidad local a vuestros grupos de interés y al mercado en general?
Luis Solera: Lo primero es comunicarlo internamente. Queremos que toda la organización de Bioiberica se sienta partícipe de estos valores. Para nosotros esto es un valor y por eso, nos esforzamos en comunicarlo dentro de la compañía y en involucrar a todas las personas que trabajan en Bioiberica para que contribuyan activamente. Para mí, ese es el primer paso que hay.
Antonio Vendrell: Totalmente de acuerdo. A nivel interno, trabajamos para empaparnos de la cultura corporativa con estos valores dado que la sostenibilidad es un valor transversal y compartido. Tenemos planificadas campañas internas que abordan temas clave como la seguridad, la calidad y, por supuesto, la Sostenibilidad, asegurándonos de que este último sea un aspecto continuo y presente en nuestro día a día. En Bioiberica somos más de 500 personas, y todo se demuestra con el trabajo conjunto, por lo que es fundamental potenciarlo desde dentro.
Externamente, como has visto hoy en nuestra presentación corporativa destacamos la economía circular y otros compromisos. También contamos con una sección dedicada en nuestra página web.
Además, elaboramos informes alineados con las nuevas directrices, especialmente en materia de estrategia climática. Somos proactivos en plataformas y espacios donde tenemos contacto directo con nuestros grupos de interés, ya sea de forma online o presencial, a través de notas de prensa y otros canales que nos permiten comunicar nuestras acciones.
Eso sí, vamos con cuidado para evitar el famoso greenwashing. Queremos comunicar de forma adecuada, consistente, con datos y mensajes muy claros que no generen confusión y en los foros apropiados.
Luis Solera: Y, además, colaboramos estrechamente con nuestros principales clientes y proveedores en programas conjuntos que refuerzan este compromiso.
¿Cuáles son los principales objetivos de la compañía en términos de Sostenibilidad para los próximos años?
Antonio Vendrell: Nuestro objetivo principal es reducir las emisiones de CO₂ en un 30% para 2030, y alcanzar la neutralidad climática para 2050. Esto es fundamental para nosotros.
Además, seguiremos trabajando en todas nuestras filiales, tanto nacionales como internacionales, para mejorar la eficiencia energética y maximizar la reutilización de componentes en el proceso productivo.
En cuanto al agua, mantenemos un enfoque claro en el reciclaje —el 25% del agua consumida es regenerada— y en la reducción del consumo. Por ejemplo, hemos implementado cambios importantes en algunos procesos productivos, como sustituir el uso de vapor generado con calderas por otros métodos más eficientes. Ya estamos viendo que estos cambios suponen una reducción del consumo energético y, por tanto, una disminución de las emisiones de CO₂. Son modificaciones orientadas a hacer nuestros procesos más eficientes y sostenibles.
Luis Solera: Además, queremos trabajar de forma estrecha con proveedores y clientes para reducir el impacto ambiental a lo largo de toda la cadena de valor. Al final, nuestro compromiso va más allá de la compañía, y buscamos involucrar a todos los stakeholders, tanto en la parte superior como en la inferior de la cadena, para amplificar nuestro impacto positivo.
Para terminar, ¿qué legado quiere dejar Bioiberica para las generaciones futuras y para el propio futuro del planeta?
Luis Solera: La verdad es que sabemos que queremos ser un modelo a seguir como Bioiberica y sentirnos orgullosos de lo que hacemos. Creo que eso es fundamental: si te sientes orgulloso de lo que haces, el legado queda por sí solo. Estamos convencidos de que estamos en la línea correcta con nuestro modelo de economía circular, que puede servir de ejemplo para que otras compañías también lo adopten, aunque sabemos que no es un camino fácil.
Nuestro objetivo es ser un modelo de negocio responsable que deje de alguna manera una huella positiva y demuestre cómo hacer las cosas bien. Queremos que todas las personas que forman parte de Bioiberica —empleados, clientes, proveedores, etc.— se sientan orgullosos de colaborar con nosotros.