Juan Ángel Poyatos, CEO de Volies y fundador de Voluntare, comparte su experiencia sobre cómo la RSE y el voluntariado corporativo han evolucionado a lo largo de los años. “Mi interés en la RSE fue un descubrimiento por accidente. Estaba en un proceso de selección donde no se detallaba el rol, solo el perfil. Fue un grato accidente que me abrió un camino imparable hacia la acción social”, comenta Poyatos, quien se especializó en el voluntariado corporativo.
Sobre la transformación de la RSE, Poyatos señala con claridad: “Cuando comencé, había un gran desconocimiento mutuo entre empresas y ONG, y eso generaba recelos. Hoy, gracias a redes como Voluntare, ese abismo se ha reducido. Hablar un lenguaje común ha sido clave”. Sin embargo, reconoce que aún queda mucho por hacer: “La RSE debería ser un pilar fundamental en todos los modelos de negocio. Todavía estamos en el proceso de convertirla en algo integral”.
En cuanto a Corresponsables, Poyatos recuerda cómo Marcos González estuvo presente en el I Congreso de Voluntariado Corporativo en 2008. “Conectamos al instante. Desde entonces, siempre que hemos tenido oportunidad, nos buscamos y compartimos espacios de aprendizaje”, comenta. Para él, Corresponsables ha sido esencial: “Corresponsables ha venido a ocupar un espacio muy necesario en la RSE y lo ha hecho con un nivel de profesionalidad y rigurosidad que le ha convertido en lo que es hoy”.
Juan, ¿cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Lo cierto es que fue un descubrimiento «por accidente». Estaba en un proceso de selección donde no se detallaba mucho el rol, solo el perfil, y fue todo un descubrimiento maravilloso. Fue un grato accidente.
“Mi interés en la RSE fue un descubrimiento por accidente”
Mi especialización ha sido la acción social y el voluntariado corporativo. Cuando lo descubrí, no terminaba de entender qué tenía que ver una empresa con el mundo social y el voluntariado, pero pronto me di cuenta de que tenía todo el sentido del mundo y ha sido algo imparable desde entonces.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
En el contexto de la acción social, una de las principales diferencias era la relación entre las empresas y las ONG. En aquellos primeros años, existía un gran desconocimiento mutuo, lo que generaba ciertos recelos y dificultaba una colaboración genuina. Las empresas no entendían completamente el papel de las ONG en la sociedad, y las organizaciones sociales, por su parte, tenían reservas sobre la verdadera motivación de las empresas al involucrarse en proyectos sociales. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la situación ha evolucionado considerablemente. Gracias a iniciativas como Voluntare y a otras plataformas de colaboración, hoy en día esa distancia se ha reducido notablemente.
“Cuando comencé, había un gran desconocimiento mutuo entre empresas y ONG”
Las empresas y las ONG han aprendido a trabajar juntas, a respetar sus diferencias y a entender que, en última instancia, ambos sectores pueden beneficiarse mutuamente. Aunque la RSE sigue siendo un campo en constante desarrollo, el lenguaje común que hoy compartimos ha facilitado un mayor entendimiento y cooperación.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer para alcanzar una verdadera integración de la RSE en todos los sectores. Es crucial seguir educando a las organizaciones sobre la importancia de la sostenibilidad y de asumir una Responsabilidad Social más allá de los intereses inmediatos. En muchos casos, las empresas siguen abordando la RSE como una iniciativa secundaria o un extra, cuando debería ser un pilar fundamental en su modelo de negocio. Es necesario seguir impulsando la educación y la concienciación sobre los beneficios de la sostenibilidad para que más empresas se sumen al compromiso social de manera integral.
Querido Juan, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Marcos estuvo presente en el I Congreso de voluntariado corporativo que organizamos en Valencia en 2008, evento del que nació Voluntare. Éramos mucho más jóvenes, pero conectamos al instante. Desde entonces, siempre que hemos tenido oportunidad, nos buscamos y compartimos espacios de aprendizaje. Como anécdota, hubo un año que nos encontramos en 4 o 5 capitales de América Latina. ¡Parecíamos Willy Fog!
“Conectamos al instante con Marcos González en el I Congreso de Voluntariado Corporativo”
Vino a ocupar un espacio muy necesario y lo ha hecho con un nivel de profesionalidad y rigurosidad tan elevado que le ha convertido en el medio de referencia que es hoy en día.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
A lo largo de mi carrera en RSE, he aprendido que, aunque se tenga una visión clara de lo que se quiere lograr, no hay nada escrito. Cada día presenta un nuevo reto que exige adaptabilidad, creatividad e imaginación. La RSE no es algo que se pueda predecir ni seguir una fórmula rígida; cada empresa, cada contexto, cada sociedad tiene sus propias necesidades y desafíos. Esto requiere un enfoque flexible, pero siempre con un sentido profundo de rigurosidad y ambición. La pasión por mejorar y por hacer una diferencia real en la sociedad debe ir de la mano de una planificación estructurada y un compromiso constante con los valores éticos.
“Gracias a iniciativas como Voluntare, la situación ha cambiado enormemente”
En este sentido, una de las lecciones más valiosas es la importancia de ser ambiciosos. Es fácil conformarse con pequeños logros, pero si realmente queremos transformar el entorno, debemos ser capaces de soñar a lo grande, de pensar en el impacto a largo plazo y no solo en resultados inmediatos. Pero, sobre todo, la clave está en la persistencia. Hay momentos de duda, de obstáculos, pero lo importante es seguir adelante, sabiendo que el cambio es posible, por más difícil que sea. La rigurosidad es fundamental, pero lo que realmente hace la diferencia es la voluntad de seguir luchando por un mundo más justo y sostenible.
¿Puedes compartir, Juan, algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Creo que Voluntare es uno de los casos más emblemáticos en el campo de la RSE. Se trata de una red que fue co-creada entre empresas y ONG, y que ha trabajado durante más de una década en tender puentes entre estos dos mundos, tan aparentemente diferentes. Voluntare ha logrado investigar, capacitar y defender la práctica del voluntariado corporativo, un tema que, en sus inicios, no era bien comprendido ni por las empresas ni por las organizaciones sociales. Esta red ha sido una herramienta clave para promover el voluntariado dentro del mundo corporativo, mostrándole a las empresas que la inclusión de sus empleados en causas sociales puede ser una estrategia de crecimiento, de desarrollo profesional y personal para los mismos empleados, y al mismo tiempo, generar un impacto positivo en las comunidades.
“Hablar un lenguaje común ha sido clave”
Lo que hace que este caso sea aún más relevante es el hecho de que Voluntare no solo ha servido como un espacio de colaboración, sino también como un catalizador de cambio. Ha permitido que las empresas de todos los tamaños se den cuenta de que no se trata solo de donar dinero o recursos, sino de involucrarse activamente en la transformación social. Este modelo de co-creación entre empresas y ONG se ha consolidado como un verdadero ejemplo de colaboración eficaz, demostrando que cuando trabajamos juntos podemos lograr mucho más que de manera aislada. Voluntare no solo ha contribuido a impulsar el voluntariado corporativo, sino también a crear un ecosistema de Sostenibilidad que sigue creciendo y evolucionando cada año.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
Una de las lecciones más importantes que he aprendido a lo largo de estos años es que no se puede construir solos. La RSE y la Sostenibilidad requieren una cooperación activa entre todos los actores: las empresas, las organizaciones sociales, los gobiernos, los consumidores, y en general, toda la sociedad. Este camino hacia un mundo más sostenible y socialmente responsable solo puede lograrse si todos estamos comprometidos. He entendido que no importa cuán grande sea una empresa o cuán pequeña sea una ONG, todos caben en este proceso. La clave está en incluir a todo el mundo, en crear espacios de colaboración y de aprendizaje donde podamos sumar nuestras experiencias y conocimientos para lograr objetivos comunes.
“La RSE no es algo que se pueda predecir ni seguir una fórmula rígida”
Además, he aprendido que la inclusión no solo tiene que ver con los aspectos sociales, sino también con una inclusión genuina en los procesos de toma de decisiones y en las acciones concretas. Si realmente queremos lograr un cambio significativo, necesitamos un enfoque multidimensional que abarque todas las perspectivas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. La cohesión y el trabajo en equipo son fundamentales, y este sentido de unidad es lo que garantizará el éxito a largo plazo. Por ello, la RSE no es solo una responsabilidad de las grandes empresas, sino de todos los actores que tienen un papel en la sociedad.
Juan, ¿cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro de la RSE y la Sostenibilidad no tiene límites. Vivimos en un mundo en constante cambio, con nuevos retos sociales y medioambientales cada día. No obstante, la clave para abordar estos desafíos es no poner barreras a nuestras ambiciones. El futuro depende de nuestra capacidad para ser creativos, proactivos y, sobre todo, ambiciosos. No debemos conformarnos con lo que ya hemos logrado, sino seguir luchando por espacios más justos y sostenibles. Reclamar constantemente nuestro espacio y pelear por lo que creemos es lo que nos permitirá avanzar.
“Lo que realmente hace la diferencia es la voluntad de seguir luchando por un mundo más justo y sostenible”
Para que este futuro sea posible, también debemos recordar que, a pesar de los avances que hemos logrado, aún quedan muchos desafíos por delante. La concienciación social ha crecido significativamente, pero es fundamental seguir educando a las nuevas generaciones sobre la importancia de la Responsabilidad Social. Las empresas deben ser cada vez más transparentes, responsables y comprometidas con su entorno. Sin duda, el futuro será brillante, pero dependerá de cuán ambiciosos seamos y de nuestra capacidad para seguir luchando por un mundo mejor.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones juegan un papel fundamental en la continuación de este legado de RSE y Sostenibilidad. Socialmente, hay mucho más interés y atención sobre estos temas, lo que les ha permitido a las nuevas generaciones estar mucho más comprometidas con los problemas globales que nosotros. Son más conscientes de los desafíos sociales y medioambientales que enfrenta el mundo, y están tomando la batuta para dar forma al futuro. Estoy convencido de que las personas que vienen detrás de nosotros llegarán mucho más lejos, gracias a la fuerza de sus convicciones y al compromiso que tienen con un mundo más justo y sostenible.
Además, estas generaciones tienen el poder de utilizar la tecnología y las redes sociales para generar un impacto masivo, movilizando a más personas y creando movimientos globales. Ellos no solo son los futuros líderes, sino los actuales agentes de cambio. Estoy seguro de que continuarán este legado con una visión más global y más innovadora, y llevarán la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad a un nivel más alto. Lo que hemos empezado, ellos lo seguirán y lo expandirán a una escala mucho mayor.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en la Ficha Corporativa de Voluntare en el Anuario Corresponsables 2025.