Con una firme vocación por situar a la persona en el centro de todas sus decisiones, IBSA (Institut Biochimique SA) ha consolidado un modelo empresarial en el que la sostenibilidad es un eje transversal. Desde su vertiente ambiental hasta su impacto social y de gobernanza, la compañía farmacéutica trabaja con una visión integral que abarca desde la investigación y el desarrollo hasta la relación con proveedores, empleados y comunidades locales. En esta entrevista para Corresponsables, Felipe Hortelano, director general de IBSA Iberia, comparte las claves del enfoque estratégico de la compañía en materia de sostenibilidad, así como algunas de sus iniciativas más destacadas tanto en España como a nivel global.
¿Cómo describiría el enfoque estratégico de IBSA hacia la sostenibilidad?
En IBSA, desde nuestra fundación, hemos puesto a la persona en el centro de nuestro enfoque. Esto no se limita a tratar la enfermedad, sino que entendemos a la persona de manera integral, en 360 grados: su entorno, su lugar de trabajo, su lugar de residencia. Actuamos sobre todos estos aspectos para que las personas vivan más tiempo, de forma más saludable y, si es posible, más felices. La sostenibilidad es una clave fundamental de nuestra responsabilidad social corporativa, y se refleja en todas nuestras decisiones y procesos.
La sostenibilidad ambiental es un pilar clave para su compañía ¿Qué proyectos o innovaciones están priorizando para reducir el impacto ambiental?
Nuestro objetivo es maximizar la calidad de vida con el menor impacto ambiental posible. En proyectos nuevos, como Cosmos o Antares, aplicamos los últimos avances en sostenibilidad: usamos materiales de bajo impacto, construimos en ubicaciones ya desarrolladas, minimizamos el consumo de energías fósiles, optimizamos horarios de producción y reciclamos agua. Nuestras nuevas plantas, tanto en la sede corporativa en Lugano como en Lodi (Italia), así como en otras instalaciones farmacéuticas de gran escala.
Para las instalaciones construidas hace 20, 30 o 40 años, trabajamos en optimizar recursos: sustituimos equipos por alternativas más eficientes, electrificamos procesos con paneles solares y ponemos especial atención en la gestión de residuos, un aspecto crítico en el sector farmacéutico.
También colaboramos con nuestros proveedores, que nos suministran materias primas y materiales de embalaje. Aunque muchos son empresas más pequeñas, les apoyamos con certificaciones y formación para que adopten prácticas sostenibles, asegurando que toda la cadena de suministro se alinee con nuestra visión.
En nuestras filiales, como la de España, trabajamos en edificios certificados con estándares como LEED y BREEAM, además de cumplir con normas ISO 14001 y otras certificaciones ambientales. Por ejemplo, nuestra oficina en la Diagonal de Barcelona cuenta con estas acreditaciones. Nuestra flota de vehículos, utilizada por comerciales, delegados y directivos, está compuesta por coches híbridos con etiqueta ECO de la DGT, lo que refleja nuestro compromiso en el transporte sostenible.
Fomentamos una cultura de reciclaje y conciencia ambiental entre los empleados, integrando estos valores en los detalles cotidianos de la empresa, desde la gestión de residuos hasta la interacción con el entorno y el personal.
¿Cómo equilibra la compañía las necesidades de los pacientes con los objetivos de sostenibilidad en sus procesos de investigación y desarrollo?
En IBSA, tenemos la ventaja de centrarnos en mejorar moléculas ya existentes para hacerlas más eficaces, seguras o cómodas de usar. Este enfoque, que define nuestra investigación desde el origen, mejora la experiencia del paciente y reduce el impacto ambiental. Por ejemplo, al aumentar la eficacia de una molécula, se reduce el número de dosis necesarias, lo que disminuye el transporte, el embalaje y los residuos asociados.
Por otro lado, al hacer una molécula más cómoda, como pasar de una administración intramuscular a una oral, reducimos desechos médicos. Este enfoque no solo beneficia a los pacientes, sino que también minimiza nuestra huella ambiental de forma natural.
Además, trabajamos con ingredientes más naturales y de menor huella ecológica, y seleccionamos embalajes certificados con impacto reducido. Colaboramos con proveedores que cumplen estos estándares, y aquellos que se alinean con nuestros criterios pueden convertirse en proveedores preferenciales, accediendo a contratos a largo plazo, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad.
El manifiesto de sostenibilidad de IBSA enfatiza el bienestar de las personas y las comunidades. ¿Qué iniciativas concretas está impulsando la compañía para maximizar su impacto positivo en las comunidades locales donde opera?
Muchas de nuestras iniciativas se concentran en la sede central en Lugano, pero también tienen alcance global, incluyendo España. La IBSA Foundation es un pilar clave, con programas como becas científicas abiertas a estudiantes de todo el mundo, incluyendo españoles premiados en el pasado. Estas becas fomentan el desarrollo de jóvenes investigadores en diversas áreas científicas.
La Fundación también impulsa proyectos como Let’s Science, que combina divulgación científica con accesibilidad educativa, y organiza foros periódicos para debatir temas relevantes.
En España, destacamos nuestra colaboración con un club de vela inclusiva en Sitges, el primero creado específicamente para este deporte tras los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Hace tres años que patrocinamos este proyecto, con empleados participando como voluntarios y apoyando actividades. Actualmente, estamos evaluando donar dos veleros adaptados HANSA, diseñados para personas con discapacidad, como parte de nuestro proyecto Sailing into the Future.
Hemos organizado también programas para hijos de empleados en el ámbito de la orientación profesional al final de la educación obligatoria.
¿Cómo se estructuran los procesos de gobernanza para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en todas las operaciones de la compañía?
Nuestra gobernanza incluye a un miembro del Consejo de Administración que representa los temas de sostenibilidad y responsabilidad social, informando directamente al resto del Consejo y a la propiedad sobre nuestras iniciativas.
A nivel operativo, contamos con un departamento dedicado a ESG (Environmental, Social, and Governance) que desarrolla estas estrategias, y un departamento de Conformidad y Legal que garantiza el cumplimiento normativo. En España, la comunicación ESG la lidera Laura Cano, junto con el departamento de Conformidad, coordinado por la Directora de Personas Piccarda Donati y una asesoría legal especializada.
Cumplimos con todas las normativas legales, incluyendo políticas de igualdad, inclusión para personas con discapacidad, y un canal de denuncias anónimas para proteger el anonimato. Nos adherimos al código ético, que hemos traducido al español y difundido entre los empleados, junto con nuestro manifiesto de sostenibilidad, para asegurar que todos los empleados estén alineados con estos valores.
IBSA ha implementado iniciativas como la encuesta global de compromiso. ¿Qué estrategias está desarrollando para seguir fomentando un entorno laboral inclusivo y de apoyo para sus empleados en todo el mundo?
Nos esforzamos por involucrar a los empleados en nuestras iniciativas, comunicándoles constantemente nuestras acciones, ya sea desde el liderazgo ESG de nuestra acción corporativa en Lugano o a través de adhesiones voluntarias, como la del código ético de Farmaindustria en España. Difundimos todas las prácticas, como la incorporación de recomendaciones de foros internacionales, para que los empleados se sientan partícipes y comprometidos con nuestra visión de sostenibilidad.
¿Cómo planean fortalecer la colaboración con sus proveedores para garantizar una cadena de suministro más responsable y sostenible?
Realizamos auditorías regulares a nuestros proveedores, especialmente en producción, para evaluar su grado de compromiso con la sostenibilidad. En estas auditorías, analizamos sus prácticas y, cuando es posible, formamos grupos de trabajo mixtos para ayudarles a implementar mejoras, adaptándonos al tamaño de cada empresa, ya sean grandes o medianas.
Ofrecemos la figura del proveedor preferencial, que permite a aquellos que alcanzan ciertos niveles de sostenibilidad firmar contratos a largo plazo, beneficiándose de condiciones favorables.
En España, cuando tomamos decisiones como el cambio de oficinas, priorizamos socios inmobiliarios con certificaciones ambientales. Por ejemplo, al elegir nuestra nueva oficina, valoramos que la inmobiliaria compartiera nuestros principios y tuviera certificaciones ambientales, lo que fue un factor clave para decidir el alquiler a largo plazo. Estas prácticas reflejan nuestro compromiso con una cadena de suministro responsable y sostenible.
Escucha aquí la entrevista completa: