Entrevista para Corresponsables con Federico Storch, responsable de Medioambiente del Grupo TGT, en la que explica cómo la compañía está reforzando su compromiso con la sostenibilidad a través de una estrategia integral que abarca las dimensiones ambiental, social y de gobernanza. El Grupo TGT, con más de 50 años de trayectoria en el sector lácteo, es una de las principales empresas españolas dedicadas a la fabricación, maduración, envasado y distribución de quesos nacionales e internacionales.
Storch detalla los avances del grupo en la medición y reducción de su huella de carbono, la implantación de energías renovables, la gestión eficiente del agua y los residuos, y el impulso de la economía circular mediante iniciativas como Too Good To Go y las neveras solidarias. Además, aborda las políticas de igualdad y compliance, las colaboraciones sociales y el trabajo continuo del grupo por integrar la sostenibilidad en toda su cadena de valor, desde la producción hasta el consumidor final.
¿Cómo describiría la evolución de la política ESG del Grupo en los últimos años y qué prioridades marcan ahora su hoja de ruta?
Nosotros partimos de un pequeño punto aquí en Barcelona hace casi medio siglo. Empezamos con acciones elementales dentro de la normativa española y europea, aprovechando remanentes y mermas de producto que podíamos donar a la comunidad. A partir de esa responsabilidad social corporativa fuimos adquiriendo un compromiso creciente con el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza, porque entendemos que todo está conectado.
Con el tiempo fuimos integrando nuevas normativas y adaptando nuestras prácticas en cada una de las regiones donde operamos —Galicia, País Vasco, Cantabria—, porque cada territorio tiene sus propias particularidades y exigencias. Nuestro enfoque es dinámico y flexible para adaptarnos a todas ellas.
En materia de medio ambiente, hemos avanzado mucho en la gestión de residuos y en la integración de la economía circular en nuestras operaciones. Para evitar el desperdicio de alimentos, hemos implantado iniciativas como la plataforma Too Good To Go y las neveras solidarias, que permiten al personal acceder a productos próximos a su fecha de consumo a precios accesibles. Los fondos recaudados se destinan a organizaciones benéficas, especialmente a aquellas dedicadas a la atención infantil.
También hemos reducido el uso de materiales de envase y apostado por envases más sostenibles. En cuanto a eficiencia de recursos, aplicamos políticas de reducción, reutilización, reparación y reciclaje que forman parte esencial de nuestra política ambiental.
Otro eje importante es el tratamiento de aguas. En todas nuestras fábricas disponemos de plantas de depuración que garantizan el cumplimiento de la legislación y minimizan el impacto ambiental.
En el ámbito social, seguimos trabajando para reducir el desperdicio alimentario, y cuando se generan excedentes los destinamos a otros usos: la producción de biogás o la elaboración de piensos animales, siempre dentro de los parámetros de calidad exigidos. Además, donamos alimentos a hospitales y organizaciones sin ánimo de lucro.
También fomentamos la participación de los empleados en actividades solidarias. Un ejemplo es la Magic Line, una caminata solidaria en Barcelona para recaudar fondos destinados al Hospital Sant Joan de Déu.
En gobernanza, mantenemos un firme compromiso con la ética, la transparencia, la trazabilidad y la prevención de irregularidades. Hemos fortalecido los sistemas internos de control y cumplimiento normativo para garantizar una gestión responsable y prevenir riesgos penales.
Han medido la huella de carbono de parte de sus operaciones; ¿qué aprendizajes han obtenido?
Sí, hemos medido la huella de carbono en los tres alcances en nuestras dos principales plantas de producción y almacenes. Esto nos ha permitido conocer en detalle el impacto de nuestras operaciones y compararlo con otras empresas del sector, lo que nos ayuda a identificar las fases del proceso con mayor impacto ambiental.
Gracias a este análisis, hemos podido establecer objetivos concretos para reducir emisiones y optimizar procesos. En el alcance 1, estamos realizando la transición hacia vehículos más eficientes y sostenibles. En el alcance 2, nuestras fábricas funcionan con energías renovables: en Torija y Toledo tenemos paneles solares, y en Galicia utilizamos biomasa para hornos y calefacción.
En el alcance 3, trabajamos en la reducción de los viajes de negocio, fomentando las reuniones telemáticas y priorizando los desplazamientos solo cuando son necesarios.
Entre 2022 y 2023 hemos reducido nuestra huella de carbono un 10%, y las emisiones por persona en el Grupo TGT se han reducido en un 80%. Este logro se debe a la mejora de los transportes, la reducción de residuos en oficinas, el menor consumo de papel y energía y, sobre todo, a una mayor concienciación gracias a la formación continua del personal.
¿Qué iniciativas destacarían en cuanto a sus políticas de economía circular y gestión de residuos?
Hemos conseguido una reducción significativa del desperdicio alimentario, en línea con la nueva Ley 1/2025. Nuestro enfoque sigue la jerarquía de gestión: primero, donar los alimentos aptos para el consumo humano; después, destinarlos a la alimentación animal; y, finalmente, al compostaje.
Las plataformas Too Good To Go y las neveras solidarias son herramientas fundamentales para reducir el desperdicio y generar valor social.
En la parte productiva, hemos introducido mejoras técnicas en las fábricas para minimizar pérdidas y optimizar recursos. Por ejemplo, aprovechamos el suero de la leche en otros procesos industriales, reduciendo el transporte y, con ello, la huella de carbono.
También hemos instalado sistemas de limpieza cerrados en las plantas, que permiten un ahorro importante de agua. Cada fábrica cuenta con estaciones depuradoras de aguas residuales controladas las 24 horas por operarios, garantizando el cumplimiento de los límites de vertido y la protección del entorno natural.
Han reforzado su sistema de compliance con nuevas figuras y protocolos; ¿cuáles son los más relevantes, y qué retos han encontrado al implementar estos cambios en toda la organización?
Este año hemos creado la figura del compliance officer, que define los principios de actuación, las funciones y responsabilidades en la gestión del sistema de prevención de riesgos penales. Esta figura informa directamente al Comité Ético del Grupo TGT, que a su vez reporta al órgano de administración.
Con esta estructura reforzamos el control interno y aseguramos que nuestras políticas se implementen de manera efectiva. El sistema permite detectar irregularidades, registrar incidencias y proponer soluciones en reuniones periódicas del comité, generando un proceso de mejora continua y transparente.
Su Plan de Igualdad incluye medidas concretas para la promoción profesional y la reducción de la brecha salarial; ¿cómo están midiendo el impacto de estas acciones en la plantilla?
Realizamos revisiones periódicas de datos internos sobre promociones, salarios y formación desagregados por sexo. Además, llevamos a cabo auditorías salariales que nos ayudan a detectar y corregir posibles desigualdades.
Contamos con indicadores específicos que permiten evaluar la eficacia de las medidas. La Comisión de Igualdad realiza un seguimiento constante, revisa los avances y propone mejoras. Así podemos comprobar si estamos cumpliendo nuestros objetivos y garantizando la igualdad de oportunidades reales en toda la organización.
El Grupo ha incrementado sus aportaciones sociales un 16 % en el último año; ¿cuáles son las más destacadas y cómo deciden las entidades a las que apoyar?
Colaboramos con diferentes entidades sociales y fundaciones, sobre todo en el ámbito de la alimentación y la asistencia sanitaria. Entre ellas están el Banco de Alimentos, la Fundación Áurea y la Fundación ABI en Barcelona, Banc dels Aliments, el Hospital de Campaya de Santa Anna, Anita Foundation, APCOM de Murcia, Calasparra se Mueve y la Fundació Roure.
También participamos en la Magic Line del Hospital Sant Joan de Déu, que consiste en una caminata solidaria de unos diez kilómetros en la que colaboran empleados del grupo y personas externas. Los fondos recaudados se destinan íntegramente al hospital.
Estas actividades refuerzan nuestro compromiso social, fomentan la cohesión entre los equipos y fortalecen nuestra conexión con la comunidad.
¿Cómo visualizan el papel de TGT en el sector lácteo en los próximos ños en materia de sostenibilidad?
Lo resumiría en tres palabras: adaptación, compromiso y desarrollo sostenible. Queremos mantener estándares cada vez más exigentes en sostenibilidad, en paralelo con nuestro crecimiento.
Nuestra materia prima procede de animales que viven en entornos naturales, y nuestra prioridad es conservar esos ecosistemas. Si cuidamos el entorno, garantizamos la continuidad del proceso productivo.
Seguiremos adoptando las nuevas normativas y mejoras ambientales que vayan surgiendo, avanzando cada año. Siempre hay que hacer un poco más: mejor que sobre y no que falte.
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