¿Cuál fue el principal motor que llevó a vuestra empresa a convertirse en una B Corp y qué beneficios tiene formar parte de esta comunidad de empresas con propósito?
En Angela Impact Economy, entendimos desde el inicio que ayudar a introducir la sostenibilidad corporativa dentro del eje de negocio de las compañías debía ser nuestra misión principal. Por eso, convertirnos en B Corp surgió como una evolución natural, no sólo para alinearnos con los más altos estándares de impacto social, ambiental y de gobernanza, sino para dejar claro nuestro compromiso más allá del mero cumplimiento normativo.
Ser parte de la comunidad B Corp nos permite interactuar con otras empresas que comparten nuestra visión, fomentando el intercambio de buenas prácticas y el acceso a herramientas para seguir mejorando. Además, esta certificación nos ha brindado diferenciación en el mercado, confianza para nuestros clientes e inversores y ha fortalecido nuestra cultura interna de propósito.
En el camino hacia la sostenibilidad, ¿cuáles han sido los desafíos, ya sea internos o externos, más complejos que habéis enfrentado? ¿Podríais compartir algún caso concreto y cómo lograsteis superarlo?
Como cualquier otro proyecto, nos hemos enfrentado a desafíos que han puesto a prueba nuestra capacidad de adaptación y nuestra visión innovadora. A nivel interno, uno de los retos más complejos ha sido el desarrollo de las funcionalidades de nuestro software DATAIE. El marco regulatorio en materia de sostenibilidad y reporte ESG está en constante evolución, lo que nos exige adaptar nuestras soluciones rápidamente para cumplir con los nuevos requisitos normativos. Sin embargo, dado que nuestro objetivo va más allá del cumplimiento regulatorio estricto, invertimos continuamente I+D y mantenemos un diálogo permanente con nuestros clientes para anticiparnos a sus necesidades y adaptar nuestra tecnología a distintas realidades y sectores.
En cuanto a los desafíos externos, observamos que la velocidad a la que las empresas abordan la sostenibilidad está muy condicionada por el entorno regulatorio. Los cambios en los plazos de obligatoriedad y en los criterios sobre qué empresas deben reportar, generan cierta incertidumbre en el mercado y, en ocasiones, pueden provocar una ralentización en la implantación de estrategias de sostenibilidad.
Si tuvierais que destacar vuestros tres grandes objetivos estratégicos para seguir evolucionando como empresa de impacto, ¿cuáles serían y qué acciones clave estáis llevando a cabo para alcanzarlos?
Entender un mercado en constante evolución: el contexto regulatorio está cambiando rápidamente, tanto a nivel nacional como internacional. Estar al día permite anticipar cambios y adaptar nuestros servicios, lo que a su vez nos facilita que preparemos a nuestros clientes, convirtiendo la regulación en una oportunidad y no en una amenaza. Esto es lo que nos convierte en un referente.
Ofrecer una propuesta de valor sostenida para nuestros clientes mediante el desarrollo de soluciones tecnológicas: con el desarrollo de una herramienta como DATAIE ofrecemos a nuestros clientes una gestión de estos datos de manera estratégica que, por ejemplo, les ayuda a acceder a financiación, algo clave para su crecimiento.
Impulsar la sostenibilidad como palanca de valor en la cadena y el ecosistema empresarial: desarrollar alianzas, herramientas y servicios que permitan multiplicar el impacto positivo a lo largo de todo el ecosistema empresarial es algo que debemos tener constantemente en el foco para seguir avanzando en un campo que apenas está dando sus primeros pasos.
Para una empresa que quiere comenzar el camino hacia convertirse en B Corp, ¿qué aprendizajes clave le compartiríais para evitar errores comunes y construir una estrategia de impacto sólida y auténtica?
Mi principal recomendación es que la sostenibilidad esté incorporada en la toma de decisiones estratégicas, en lugar de ser una respuesta reactiva o de cumplimiento. Apostar por la gestión digital de los datos es fundamental para garantizar la trazabilidad, la transparencia y la credibilidad de los avances. Además, aconsejaría involucrar a todo el equipo desde el inicio, promoviendo una cultura de impacto, y no tener miedo de medir, compartir y mejorar continuamente. Construir una cadena de valor responsable y buscar aliados en la comunidad B Corp también resulta clave para crecer de manera auténtica y evitar el greenwashing.
En un contexto donde muchas marcas se apropian del lenguaje de la sostenibilidad, ¿qué buenas prácticas implementáis para comunicar vuestro propósito de forma auténtica y genuina y evitar el greenwashing?
Nuestra principal buena práctica es que todo lo que comunicamos está respaldado por datos verificables y procesos auditados. Compartimos tanto nuestros éxitos como los retos pendientes, y apostamos por informes accesibles y claros para nuestros grupos de interés. Además, priorizamos canales de comunicación directa con colaboradores, clientes y partners para escuchar sus inquietudes y expectativas, asegurando así una comunicación bilateral y genuina.
¿Cómo os estáis preparando para superar con éxito los nuevos estándares del movimiento B Corp, que se publicarán este 2025?
Como ya he comentado, entendemos la sostenibilidad como un proceso de mejora continua y no como una meta puntual. Por eso, entendemos la preparación para superar con éxito los nuevos estándares como parte de una cultura interna de revisión, aprendizaje y adaptación constantes.
Hemos implementado sistemas internos de medición y mejora que nos permiten identificar oportunidades de avance en nuestros impactos sociales, ambientales y de gobernanza, y respondemos de manera proactiva a los nuevos desafíos o expectativas que puedan surgir. De este modo, más que preparar una certificación, nos preparamos cada día para ser mejores como organización, actuando con transparencia y coherencia.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: B Corp – Empresas con Propósito