La sostenibilidad ya no es un valor añadido en la educación internacional: es un requisito. CLS Idiomas, parte del grupo educativo WEP, acaba de obtener la certificación B Corp, consolidando su compromiso con la responsabilidad social y ambiental. Con motivo de este hito, la compañía ha realizado una encuesta internacional que arroja datos reveladores sobre España: la mitad de los estudiantes quiere conocer el impacto ambiental de su estancia en el extranjero, el 40% de los padres considera la certificación B Corp un factor clave al elegir programa, y los jóvenes españoles se sitúan entre los más dispuestos a pagar más por experiencias responsables y a modificar sus destinos por criterios sostenibles.
Hablamos con Costanza Frari, Coordinadora de Responsabilidad Social Corporativa para WEP/Grupo CLS, para profundizar en estos hallazgos y entender qué está cambiando realmente en el sector de la educación internacional.
Vuestro estudio revela que los estudiantes españoles buscan activamente programas con enfoque en sostenibilidad. ¿Son los jóvenes españoles más exigentes en este aspecto que sus homólogos europeos?
Sí, los jóvenes españoles destacan por sus expectativas. Cada vez más, ven la movilidad internacional no solo como una oportunidad personal, sino como una experiencia que debe reflejar sus valores y contribuir positivamente al planeta. Los estudiantes españoles se encuentran entre los más atentos a la sostenibilidad a la hora de elegir un programa de estudios en el extranjero, según una encuesta interna realizada en agosto de 2025 a miles de familias de Bélgica, Francia, Italia, España y Polonia.
El 60 % de los estudiantes españoles afirma que es decisivo, o al menos importante, que la organización con la que viajan cuente con la certificación B Corp. Esta sensibilidad es mayor que en otros países europeos. En Francia, por ejemplo, solo el 10 % de los estudiantes atribuye una importancia similar a la certificación, y un tercio afirma que no tiene ningún peso.
Los padres en España también muestran una mayor inclinación a valorar mejor a los programas de estudios en el extranjero que tienen en cuenta la sostenibilidad: el 44 % considera importante la certificación y el 35 % afirma que aceptaría un pequeño aumento de precio por programas diseñados teniendo en cuenta la responsabilidad medioambiental.
Uno de los hallazgos más destacados es que los estudiantes quieren ver ‘cifras concretas’ antes de tomar una decisión: emisiones de CO₂, proyectos de compensación… ¿Cómo puede un estudiante distinguir entre un compromiso genuino y el greenwashing al elegir un programa de estudios en el extranjero?
Los estudiantes que eligen un programa de estudios en el extranjero pueden buscar algunas señales concretas de autenticidad, con el fin de distinguir el compromiso genuino de las organizaciones de acciones de greenwashing:
- Buscar estándares reconocidos internacionalmente
Una empresa certificada como B Corp, por ejemplo, debe medir su impacto en el medio ambiente, los trabajadores, la comunidad, los clientes y la gobernanza. La evaluación BIA es un proceso de verificación independiente y riguroso, no una etiqueta autodeclarada.
- Pedir cifras y metodología
El compromiso real incluye datos: cálculos de CO₂, planes de reducción y objetivos a largo plazo. En CLS, por ejemplo, calculamos nuestra huella de carbono total, incluidas las emisiones de alcance 3, es decir, las emisiones indirectas que escapan a nuestro control directo. Este análisis exhaustivo nos proporciona información fundamental sobre nuestra dependencia de los combustibles fósiles, en particular de los viajes en avión durante nuestros viajes de estudios. Con estos datos, hemos sentado las bases para un ambicioso plan de acción de reducción de carbono, basado tanto en medidas de reducción como de compensación.
- Buscar la coherencia en toda la organización.
Desde la formación del personal hasta las compras responsables, desde la participación de la comunidad hasta la comunicación transparente: la sostenibilidad auténtica es algo que se puede observar en la cultura de una organización, no solo en el marketing.
Para CLS, ser una empresa B Corp significa comprometerse con todo esto: impacto medible, informes transparentes y mejora continua. Animamos a los estudiantes a cuestionar, comparar y pedir pruebas, porque la sostenibilidad no es una moda, es una responsabilidad. Y cuanto más informados estén los estudiantes, más fuerte será la demanda de un cambio genuino y a largo plazo.
Elegir estudiar en el extranjero supone una inversión importante, que a menudo alcanza miles de euros. ¿Pesa realmente la sostenibilidad tanto como factores tradicionales como la reputación académica o la ubicación, o sigue siendo una consideración secundaria?
La respuesta es cada vez más afirmativa. La calidad académica y el destino siguen siendo lo más importante, pero la sostenibilidad se está convirtiendo en un factor decisivo, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que ven los estudios en el extranjero no solo como una oportunidad personal, sino como una oportunidad para actuar de forma responsable con el planeta.
La sostenibilidad ya no es un factor secundario y está ganando rápidamente importancia en el proceso de toma de decisiones.
Lo que destaca de la encuesta que hemos realizado es la voluntad de actuar: el 35 % de los padres españoles están dispuestos a pagar un pequeño recargo por un programa más respetuoso con el medio ambiente, al igual que las familias de Italia y Francia. Y desde la perspectiva de los estudiantes, el 40 % afirma que modificaría su elección de programa (destino, proveedor o precio) a cambio de una experiencia más sostenible.
El interés crece aún más cuando la sostenibilidad forma parte del propio programa: 7 de cada 10 estudiantes españoles afirman que les gustaría, o estarían muy interesados, en participar en un programa de estudios en el extranjero con un enfoque específico en la sostenibilidad.
Hablamos mucho de lo que demandan los jóvenes, pero ¿cómo está respondiendo realmente el sector de la educación internacional a estas demandas? ¿Estamos viendo cambios superficiales o una transformación profunda?
El sector avanza en la dirección correcta, pero el ritmo varía. Según otra encuesta reciente que hemos realizado con partners y proveedores internacionales, observamos un interés genuino por los compromisos sociales y la formación del personal en temas de DEI (diversidad, equidad e inclusión), lo cual es alentador. Sin embargo, en lo que respecta a la sostenibilidad medioambiental, aún queda un largo camino por recorrer.
Solo el 15 % de las organizaciones encuestadas cuenta con una certificación medioambiental o socioambiental combinada, mientras que casi dos tercios (64,7 %) no tienen ninguna. Esto demuestra que existe la voluntad de comprometerse, pero que el cambio hacia una acción medioambiental medible y certificada aún está en fase emergente.
En general, el cambio se está produciendo, pero es gradual. Las expectativas de los jóvenes están acelerando el proceso y, como empresa B Corp, creemos firmemente que el sector debe seguir pasando de las buenas intenciones a acciones concretas y transparentes.
WEP/CLS acaba de obtener la certificación B Corp. Más allá del sello, ¿qué cambios concretos habéis implementado en vuestras operaciones para cumplir con los estándares que vuestros propios estudiantes os exigen ahora?
Estamos implementando una amplia gama de iniciativas que se detallarán en nuestro primer informe de sostenibilidad, previsto para finales de 2025. Hemos calculado nuestra huella de carbono total, incluidas las emisiones de alcance 3, y estamos reduciendo nuestro impacto operativo mediante la formación del personal, acciones concretas y, cuando es necesario, la compensación.
Para los clientes, estamos desarrollando un programa de compensación voluntaria y ampliando las opciones de programas más sostenibles. También hemos reforzado la transparencia y la protección mediante una comunicación más clara, sólidas medidas de protección de datos, un marketing ético y canales de comunicación abiertos. Además, ofrecemos formación en materia de sostenibilidad y responsabilidad cívica y estamos trabajando para ofrecer más oportunidades de compromiso concreto.
Para los empleados y proveedores, hemos introducido un conjunto completo de políticas, desde nuestro Código Ético hasta nuestra Política de Compras Sostenibles y nuestros compromisos DEI, para garantizar la alineación con los estándares de B Corp. Hemos reforzado nuestra cultura interna con medidas de trabajo flexible, iniciativas de bienestar y una política de voluntariado y compromiso cívico que apoya el impacto local positivo.
De cara al futuro, tenemos previsto ampliar nuestras iniciativas de donación, con objetivos anuales claros, y mejorar el acceso de los estudiantes con discapacidades o necesidades especiales. También queremos apoyar a las familias mediante becas y financiación colectiva, para que las barreras económicas no impidan la participación. Durante los próximos tres años, nuestro objetivo es sencillo: hacer que las experiencias de CLS sean más accesibles, inclusivas y al alcance de todas las personas.
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