Accolade ha reforzado su presencia en España con el nombramiento de Celia Osca como Project Manager para los proyectos en España y Portugal. ¿Cómo planea la empresa integrar la sostenibilidad en estos nuevos desarrollos y proyectos en el mercado ibérico?
La sostenibilidad forma parte esencial del enfoque de inversión de Accolade y está presente desde la primera fase de cada proyecto. En Iberia aplicamos los mismos criterios que guían nuestra actividad en Europa, combinando el compromiso ambiental con una visión clara de oportunidad: edificios más eficientes no solo generan un menor impacto, sino que también permiten reducir costes operativos para los futuros inquilinos, algo cada vez más relevante en un contexto en el que la eficiencia energética se ha convertido en un factor clave de competitividad. Asimismo, otra de las particularidades que cumplen nuestros activos es la certificación BREEAM, un estándar que garantiza calidad constructiva, desempeño energético y respeto por el entorno.
Teniendo esto en cuenta, mi rol consiste en asegurar que estos principios se adapten correctamente al contexto español y portugués, supervisando la incorporación de criterios ambientales, sociales y técnicos desde el diseño hasta la entrega. Esto incluye revisar emplazamientos, valorar impactos iniciales y garantizar que cada proyecto se alinee con los requisitos europeos en materia de sostenibilidad.
La sostenibilidad es uno de los pilares clave en el sector inmobiliario industrial. ¿Qué estrategias está implementando Accolade para garantizar que sus parques industriales no solo sean eficientes desde el punto de vista logístico, sino también ambientalmente responsables?
Accolade ha desarrollado una estrategia de sostenibilidad basada en criterios técnicos muy concretos, que aplicamos de manera homogénea en toda nuestra cartera. Una de las líneas principales es la evaluación del impacto ambiental desde la fase de construcción. Desde 2023 realizamos Life Cycle Assessments en todas las nuevas edificaciones para medir emisiones asociadas a materiales y procesos, lo que nos permite optimizar decisiones técnicas desde el inicio.
También trabajamos para asegurar la adaptación y mitigación climática de nuestros activos. En 2024 avanzamos en el proceso de alineación con la EU Taxonomy, evaluando técnicamente 73 edificios de nuestra cartera para verificar el cumplimiento de los criterios europeos de eficiencia y resiliencia climática. Esta revisión incluye elementos como demanda energética, preparación para energías renovables y medidas de adaptación frente a riesgos físicos.
Además, integramos soluciones que mejoran el rendimiento operativo, como el diseño PV-ready, la mejora del rendimiento térmico de fachadas o la modernización de sistemas HVAC. Todo ello se enmarca en una hoja de ruta climática más amplia, apoyada por comités internos especializados que supervisan el avance de nuestra estrategia ESG a nivel corporativo.
Este enfoque no solo responde a criterios ambientales, sino que también aporta ventajas económicas claras: edificios mejor diseñados y mejor gestionados que permiten reducir consumos, optimizar el mantenimiento y, en consecuencia, ofrecer a los inquilinos costes operativos más bajos.
Celia Osca, su llegada aporta una valiosa experiencia en la valoración y gestión de proyectos inmobiliarios. ¿Cómo cree que su perfil técnico y su formación en arquitectura pueden contribuir a la integración de soluciones sostenibles en los proyectos de Accolade?
Mi formación en arquitectura siempre me ha llevado a mirar cada proyecto desde una perspectiva amplia: no sólo como un edificio, sino como una pieza que debe integrarse bien en su entorno y funcionar de manera eficiente a lo largo del tiempo. Esa visión me ayuda a identificar, desde fases muy iniciales, dónde hay oportunidades para introducir soluciones más sostenibles sin comprometer la operatividad del activo.
En la práctica, esto significa analizar el emplazamiento, la orientación, las condiciones técnicas del suelo o la viabilidad de incorporar energías renovables, y tomar decisiones que mejoren el comportamiento energético del edificio desde su diseño. También me permite evaluar qué materiales y sistemas constructivos ofrecen mejores resultados a largo plazo, tanto en eficiencia como en mantenimiento.
Mi objetivo es asegurar que los estándares de sostenibilidad que Accolade aplica en toda Europa se apliquen con rigor también aquí, teniendo en cuenta las particularidades de cada proyecto y del entorno local. En un momento en el que las exigencias ambientales evolucionan rápidamente, contar con una mirada técnica ayuda a anticipar necesidades y a desarrollar activos sólidos, responsables y preparados para el futuro.
En Accolade, el compromiso con los ODS es clave. ¿Cómo se asegura la empresa de que sus parques industriales se alineen con estos objetivos, especialmente en términos de eficiencia energética y uso de recursos?
En Accolade entendemos los ODS como una guía práctica para orientar nuestras decisiones, no solo como un marco de referencia. Desde que nos unimos al Pacto Mundial de Naciones Unidas en 2023, trabajamos para que cada inversión contribuya a objetivos como la acción climática, el uso eficiente de recursos o la recuperación de espacios ya transformados, evitando así la presión sobre nuevas áreas naturales.
Este enfoque se refleja en la gestión responsable de los recursos que intervienen en cada proyecto: seleccionamos materiales con criterios de sostenibilidad, exigimos planes de gestión de residuos con altos niveles de recuperación y priorizamos soluciones que permiten un uso más eficiente del agua a lo largo del ciclo de vida del edificio. Son decisiones que ayudan a reducir el impacto ambiental desde la fase de construcción hasta la operación del activo.
A todo ello se suma nuestro compromiso con la dimensión social de nuestra política de ESG. Accolade cuenta con equipos mayoritariamente femeninos, promueve la diversidad y la conciliación, al mismo tiempo que aplica criterios de sostenibilidad también en sus oficinas. Para nosotros, alinear nuestros proyectos con los ODS significa actuar de forma responsable tanto con el entorno como con las personas.
¿Cuáles considera que son los principales retos para garantizar la sostenibilidad en los desarrollos de Accolade en España y Portugal, y cómo la compañía está superando estos desafíos en sus proyectos actuales?
Uno de los principales retos en nuestra región consiste en aplicar criterios de sostenibilidad en entornos muy diferentes entre sí. Cada ubicación presenta particularidades, desde el clima hasta la infraestructura disponible, que condicionan las soluciones técnicas viables. Para garantizar un enfoque coherente, trabajamos con planes de gestión de materiales y residuos que aseguran prácticas responsables desde la fase de obra, y supervisamos que los sistemas constructivos que se incorporan contribuyan a reducir el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del edificio.
A ello se suma un marco regulatorio europeo en constante evolución, que exige anticipación y un seguimiento continuo. En Accolade contamos con una estructura sólida de gobernanza ESG, con comités especializados que revisan el cumplimiento normativo y la integración de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en cada proyecto. Esta coordinación nos permite adaptarnos rápidamente y avanzar hacia inversiones que cumplen con los estándares más altos del sector.
En un contexto donde la inversión responsable y la sostenibilidad son cada vez más prioritarias, ¿cómo visualiza el futuro del sector inmobiliario industrial en Europa, y qué papel jugará Accolade en este cambio hacia un modelo más sostenible?
Creo que el sector industrial europeo va a evolucionar hacia modelos cada vez más eficientes, flexibles y comprometidos con el entorno. La demanda de espacios modernos que permitan operar con menor impacto ambiental no deja de crecer, y esta tendencia se acelerará a medida que la regulación y los propios operadores exijan activos más preparados para los retos climáticos y tecnológicos de los próximos años. Las empresas buscan instalaciones que no sólo respondan a sus necesidades logísticas, sino que también contribuyan a sus objetivos de descarbonización y responsabilidad social.
En este escenario, Accolade tiene la oportunidad de desempeñar un papel importante. La sostenibilidad y la eficiencia económica avanzan cada vez más de la mano, y los espacios capaces de reducir consumos y optimizar costes operativos serán los que realmente marquen la diferencia para las empresas. Nuestro enfoque europeo nos permite identificar buenas prácticas en distintos países y trasladarlas allí donde generen más valor. Desde Iberia, trabajaremos para que nuestras inversiones anticipen esta transformación y ofrezcan infraestructuras que acompañen el crecimiento industrial de manera sostenible. Para mí, el futuro pasa por combinar visión a largo plazo, responsabilidad en la toma de decisiones e inversiones que contribuyan tanto al rendimiento del activo como al bienestar de las comunidades en las que operan.
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