Hablar del futuro del trabajo en Argentina es hablar también del rol que juega Adecco Argentina, una empresa que no solo conecta talento con oportunidades, sino que también acompaña a las personas y a las organizaciones en un proceso de transformación constante. Con una fuerte presencia global en más de 60 países, Adecco tiene una misión clara: hacer que el futuro del trabajo funcione para todas las personas.
Y en un país como Argentina, atravesado por desafíos estructurales como la informalidad laboral y la pobreza, trabajar por la inclusión laboral puede parecer una meta lejana. Pero para Carolina Brana, quien lidera el área Comunicación Externa & Sustentabilidad en Adecco Argentina, la clave está en articular acciones concretas con actores del sector social y empresarial. “Trabajamos desde dos frentes: por un lado, con los candidatos, y por otro, con las empresas. De nada sirve formar a miles de personas si no hay quien las contrate”, afirmó.
Para alcanzar a los candidatos, Adecco Argentina se apoya en alianzas con ONG especializadas en cada uno de los colectivos vulnerables. La compañía brinda cursos de empleabilidad, becas y talleres orientados a la reinserción laboral, especialmente en regiones del país donde el acceso al empleo formal es limitado. “Nuestro país es muy grande y hay zonas más desfavorecidas, además de múltiples industrias muy diferentes entre sí. Por eso nuestro enfoque es federal y transversal a todas ellas, teniendo en cuenta las problemáticas particulares que enfrenta cada una”, explicó.
“La formación es la clave”
En paralelo, el trabajo con el sector empresarial apunta a la sensibilización. “Lo primero que les pregunto a nuestros clientes es si su equipo está preparado para recibir a estas personas. La formación es clave”, dijo. Esta preparación es especialmente importante en el caso de personas con discapacidad, colectivo que aún enfrenta múltiples barreras invisibles. “Muchas empresas lo ven como una obligación impuesta desde sus casas matrices en Europa, pero hay que entender la realidad detrás de cada persona”, advirtió.
Aunque en Argentina no existe una cuota obligatoria para el sector privado en la contratación de personas con discapacidad, como sí ocurre en países como España o Chile, Brana destacó que han logrado avances sostenidos. “Desde antes de la pandemia hasta ahora, los pedidos de inclusión aumentaron un 25%. Y ese crecimiento fue espontáneo, no forzado por regulación”, señaló.
El caso de las mujeres también muestra signos de progreso. “Ya no es tan común que una mujer sea descartada por estar embarazada o querer ser madre. Incluso ha cambiado la lógica en sectores históricamente masculinizados como la industria o el agro, donde antes ni siquiera había baños para mujeres”, explicó. Sin embargo, “todavía persisten barreras como los techos de cristal”.
Los jóvenes, en cambio, enfrentan el obstáculo de la informalidad. “Existe una brecha entre las expectativas de las empresas y la realidad de los jóvenes. Se pide experiencia en quienes recién están terminando el secundario. Eso los empuja a la informalidad y a trabajos sin cobertura médica ni aportes previsionales”, explicó Brana.
Desde Adecco se trabaja fuertemente en la formación de talentos y en preparar a las personas para adaptarse a los cambios del mercado laboral. Este acompañamiento es especialmente clave para públicos como los jóvenes que buscan su primer empleo, o los denominados Silver, personas mayores que necesitan reinsertarse en un mercado cada vez más dinámico y digital.
“En el caso de los más jóvenes, el autoconocimiento es fundamental. Aunque no tengan experiencia laboral previa, pueden identificar habilidades desarrolladas en otras áreas: en deportes, en la música, en la escuela, que son perfectamente transferibles al mundo del trabajo. Lo importante es aprender a visibilizarlas y comunicarlas”, dijo.
Otro colectivo históricamente marginado es el de la Generación Silver. En un país joven demográficamente como Argentina, las personas mayores de 45 años solían quedar fuera de los procesos de selección. Eso está empezando a cambiar. “Hoy existen programas similares a pasantías para personas mayores de 60 años que buscan reinsertarse. El mito de que no pueden aprender nuevas tecnologías ya no se sostiene”, comentó.
Adecco también pone el foco en los desafíos que enfrentan los profesionales de mayor edad. Desde la actualización de currículums hasta el manejo de herramientas digitales y el uso de redes como LinkedIn, la formación continua y la reinvención profesional son claves para mantenerse vigentes.
“Muchas veces recibimos CVs larguísimos que no están optimizados para los filtros digitales que hoy se usan en las plataformas de empleo. En esos casos, desde Adecco ayudamos a reorganizar esa información, a enfocar el perfil y a adaptar el lenguaje a lo que las empresas y los algoritmos buscan. También brindamos asesoramiento para mejorar la empleabilidad desde lo técnico y lo humano”.
Desde Adecco Argentina, el compromiso por la inclusión laboral no se limita a campañas. Es una práctica cotidiana, sostenida en el tiempo y adaptada a la realidad social del país. Un modelo que demuestra que, incluso en contextos económicos adversos, es posible avanzar hacia un mercado laboral más justo, diverso y equitativo.
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