Raquel Paiz Robles, Responsable de Comunicación y Estrategia de Alianza StepbyWater, es una de las voces más reconocidas en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la Sostenibilidad. Con más de 20 años de experiencia, su trayectoria comenzó en 2005 en el sector financiero, donde lideró el impulso de estrategias alineadas con la RSC en CajaGRANADA. “En aquellos años, prácticamente nadie sabía lo que era la RSC ni cómo reportar conforme a GRI. Fue un periodo de exploración, en el que cometimos muchos errores, pero también aprendimos mucho”, señala Raquel al reflexionar sobre sus inicios.
A lo largo de su carrera, Raquel ha sido testigo de los cambios significativos que han transformado el panorama de la RSE. “Hoy, el concepto de RSC ha perdido peso y relevancia. Conceptualmente, la RSC ‘ha muerto’, y ha sido reemplazada por nuevos enfoques que buscan una integración más profunda de los principios de Sostenibilidad en las empresas“, asegura. En su visión, la Agenda 2030 y la implementación de normativas ESG han sido dos de los hitos más importantes en las últimas dos décadas.
Con motivo del 20 aniversario de Corresponsables, Raquel reconoce la importancia de la labor realizada por este medio en el campo de la comunicación sobre sostenibilidad. “Habéis sido los grandes comunicadores de la RSE. Gracias a vuestra capacidad para visibilizar lo que se hace bien en este campo, habéis ayudado a que muchas empresas tomen conciencia de la relevancia de integrar la sostenibilidad en sus estrategias”, afirma con admiración. Para Raquel, la comunicación es una herramienta fundamental para generar conciencia y transformar mentalidades, y Corresponsables ha sido clave en este proceso.
A lo largo de la entrevista, Raquel Paiz Robles reflexiona sobre el papel crucial que deben jugar las nuevas generaciones en la continuidad de la RSE y la Sostenibilidad. “Este es su legado. Tienen la responsabilidad de ser los agentes de cambio, para redefinir lo que significa ser una empresa responsable en el siglo XXI”, concluye.
Raquel, ¿cuándo comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Empecé en 2005, en el sector financiero, en CajaGRANADA, la entidad que lideró el impulso de estrategias alineadas con RSC y el reporting. Fui la encargada. Eran los años en que construimos la casa por la ventana. Prácticamente nadie sabía “reportar” conforme a GRI. Con aquellos interminables listados de indicadores… Hoy, me doy cuenta de que los parámetros casi que no han variado… y, en materia de RSC, se han cometido errores inmensos.
“En 2005, prácticamente nadie sabía lo que era la RSC ni cómo reportar conforme a GRI”
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En 2005, la RSC era un concepto poco conocido, y prácticamente nadie entendía realmente de qué hablábamos cuando mencionábamos este término. Desde entonces, he observado que, a lo largo de los años, ha habido mucho “vendehumos” que ha distorsionado la RSC, impidiendo que tuviera el impacto y recorrido que podría haber tenido. A pesar de que, desde el ámbito de la comunicación, hemos intentado transmitir las diferencias clave entre conceptos como “acción social“, “filantropía“, “mecenazgo” y RSC, no hemos logrado hacerlo de manera efectiva. Esta falta de claridad ha llevado a que muchas empresas, especialmente las micropymes, creyeran que estaban implementando RSC cuando en realidad solo estaban realizando mecenazgo o incluso patrocinio.
“Hoy, el concepto de RSC ha perdido peso y relevancia. Conceptualmente, la RSC ‘ha muerto'”
Este malentendido ha perjudicado el verdadero propósito de la RSC. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, hay quienes no nos hemos rendido y hemos continuado luchando por transmitir de manera clara y firme el verdadero sentido de la RSC, enfrentándonos a dificultades y persiguiendo un objetivo a largo plazo.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Alguna vez, por vuestro acuerdo con DIRSE, habéis querido contactar conmigo para “entrevistarme”. En 2018, tras muchos años en la banca, decidí marcharme y emprender como autónoma. Nunca llegamos a “acordar” una entrevista para una persona como yo, dedicada durante décadas a la RSC, que luego se había convertido en una consultora emprendedora autónoma. El papel del pequeño gran consultor existe y sería bueno poder visibilizarlo y reconocerlo.
“Corresponsables ha sido clave en visibilizar lo que se hace bien en RSE y ha ayudado a que muchas empresas tomen conciencia de la relevancia de integrar la Sostenibilidad en sus estrategias”
Habéis sido los grandes comunicadores. Sin duda.
Raquel, ¿qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
Para mí, y lo repito hasta la saciedad en foros estratégicos, especializados y profesionales, conceptualmente, la RSC “ha muerto”. Subrayo: CONCEPTUALMENTE. En sus primeros años, la Responsabilidad Social Corporativa era vista como un concepto innovador y prometedor, pero con el tiempo, se ha ido diluyendo en una serie de prácticas que han perdido su enfoque y sentido. Si bien aún existen iniciativas relevantes, la falta de un marco claro y la incorporación de términos ambiguos han causado una desconexión con los verdaderos objetivos de la sostenibilidad y el bienestar social.
“La Agenda 2030 le dio un marco coherente a la RSE, permitiendo que las acciones empresariales fueran más allá de la simple filantropía”
Hoy en día, el término RSC se ha desvirtuado tanto que ya no refleja la esencia de lo que debe ser una verdadera acción responsable. Las empresas, en lugar de adoptar prácticas que integren el bienestar social, económico y ambiental, se han centrado más en cumplir con normativas mínimas o en hacer publicidad sin compromisos profundos. Esto ha llevado a que se pierda el sentido original de la RSC, la cual debería ser una filosofía integradora en las estrategias empresariales, y no solo una herramienta para cumplir con obligaciones legales.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Sin duda, la aprobación de la Agenda 2030 marcó un antes y un después en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad. Esta agenda global estableció objetivos claros y medibles que las empresas y gobiernos deben seguir, enfocándose en áreas críticas como la lucha contra la pobreza, la educación, la igualdad de género y la acción climática. La Agenda 2030 le dio un marco coherente a la RSE, permitiendo que las acciones empresariales fueran más allá de la simple filantropía y se enfocaran en objetivos más globales y ambiciosos.
“La RSE debe ser una filosofía integradora en las estrategias empresariales, no solo una herramienta para cumplir con obligaciones legales”
Pero, más allá de la Agenda 2030, lo que realmente ha impulsado los cambios ha sido la implementación de directivas y normas que “obligan” a las empresas a comportarse de una manera más responsable y a reportar sus resultados de forma transparente. El marco normativo en materia de ESG (ambiental, social y de gobernanza) ha sido un pilar clave, ya que obliga a las empresas a incorporar estos principios en sus estrategias y rendir cuentas. Esto ha dado visibilidad a la sostenibilidad y ha sido un catalizador para que más empresas se comprometan a transformar sus operaciones hacia modelos más responsables.
Querida Raquel, ¿qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Una de las principales lecciones que he aprendido es que hay que comunicar hasta la saciedad. La comunicación es clave para lograr que los esfuerzos en RSE tengan un impacto real y sean entendidos por todos los involucrados. Es importante no solo comunicar lo que se está haciendo, sino también el por qué se hace, para involucrar a todas las partes interesadas en el proceso. Muchas veces, las acciones de RSC no reciben el reconocimiento que merecen, simplemente porque no se han comunicado de manera efectiva o transparente.
“La comunicación es clave para lograr que los esfuerzos en RSE tengan un impacto real y sean entendidos por todos los involucrados”
Además, comunicar para transformar es otro principio fundamental. No basta con informar sobre las acciones que se están llevando a cabo, sino que la comunicación debe servir como una herramienta para generar conciencia, cambiar mentalidades y motivar a otras organizaciones a seguir el mismo camino. Es un proceso continuo que debe integrarse en la cultura organizacional y que, si se hace bien, puede ser un motor de cambio significativo en la sociedad.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
CajaGRANADA marcó un antes y un después en la historia de la RSE en España. Esta entidad financiera no solo fue pionera en implementar estrategias de RSC, sino que también se comprometió a ser transparente en su reporting y en sus prácticas sostenibles. Fue una de las primeras en integrar la RSC como una estrategia empresarial, y su enfoque sirvió de modelo para otras instituciones que comenzaron a seguir su ejemplo. Su liderazgo en este campo tuvo un impacto duradero y fue fundamental en la profesionalización de la RSE en el sector financiero.
Por otro lado, Forética ha sido otro gran referente en la RSE en España. A través de su trabajo en la promoción de buenas prácticas empresariales y la creación de alianzas estratégicas, ha sido clave en la divulgación de la importancia de incorporar la sostenibilidad en las organizaciones. Al igual que el Pacto Mundial de la ONU, estas entidades han sido fundamentales para proporcionar a las empresas herramientas y recursos para que pudieran llevar a cabo acciones significativas en términos de Responsabilidad Social y Sostenibilidad.
¿Puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
Uno de los casos de éxito más emblemáticos que me vienen a la mente son las Empresas B Corp. Este tipo de empresas han logrado integrar la sostenibilidad y el bienestar social en su ADN, no solo cumpliendo con los estándares más altos de responsabilidad social, sino también utilizando su modelo de negocio como una fuerza para el cambio. Las B Corp han demostrado que es posible generar ganancias y tener un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente de manera simultánea.
“A veces, los avances en RSE parecen lentos y la resistencia a los cambios es grande, pero es crucial mantenerse firme”
Estas empresas se han destacado por su compromiso y por la capacidad de medir el impacto de sus acciones, algo crucial en el mundo de la RSE. A través de la certificación B Corp, han logrado crear un estándar para las empresas que buscan demostrar que la rentabilidad no está reñida con el bienestar de la sociedad y el planeta. En mi opinión, estas empresas son un gran referente para aquellas que desean hacer de la Sostenibilidad una verdadera prioridad en sus modelos de negocio.
¿Qué lecciones has aprendido, Raquel, a lo largo de estos años en el campo de la RSE y la Sostenibilidad?
La mayor lección que he aprendido es que no hay que desfallecer, aunque con frecuencia la labor de promover la RSE y la Sostenibilidad sea una tarea ingrata. A veces, los avances parecen lentos y la resistencia a los cambios es grande, pero es crucial mantenerse firme. Como dijo una vez Martin Luther King: “Aunque supiera que mañana acaba el mundo, yo aún plantaría un árbol”. Este tipo de enfoque es vital en el mundo de la RSE, donde las transformaciones profundas pueden tardar tiempo en manifestarse.
“Aunque supiera que mañana acaba el mundo, yo aún plantaría un árbol”
Además, he aprendido que los esfuerzos en RSE no siempre reciben el reconocimiento inmediato, pero eso no significa que no valgan la pena. A menudo, las acciones pequeñas y consistentes son las que generan el mayor impacto a largo plazo. El reto está en mantener la persistencia y la visión a largo plazo, sabiendo que cada paso en la dirección correcta cuenta.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro de la RSE y la Sostenibilidad pasa por llamar a las cosas por su nombre. El término “RSE” ha perdido su peso conceptual y debe ser sustituido por un enfoque más amplio y moderno que tenga en cuenta los mandatos supranacionales y los desafíos globales urgentes. El mundo está cambiando rápidamente y las empresas deben adaptarse a una nueva realidad que exige mayor transparencia, ética y compromiso con los ODS.
La Sostenibilidad ya no es opcional. Las empresas que no asuman esta realidad corren el riesgo de quedarse atrás. El cambio hacia un futuro más responsable pasa por integrar la sostenibilidad no solo en las políticas empresariales, sino también en la cultura organizacional. Este será el verdadero reto en los próximos años, donde las empresas más visionarias marcarán la diferencia.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Es su legado. Las nuevas generaciones tienen la oportunidad y la responsabilidad de llevar adelante la visión de un mundo más justo, sostenible y ético. Deben creérselo y no hacer suyo un discurso y una narrativa que, además, muchas veces nos consideran “culpables” por las malas prácticas del pasado. En lugar de culpar, deben centrarse en ser los agentes de cambio que redefinan lo que significa ser una empresa responsable en el siglo XXI.
Las nuevas generaciones tienen el poder de transformar las estructuras existentes, de cuestionar lo establecido y de exigir mayores responsabilidades a las empresas y gobiernos. Si se comprometen con esta causa y lo hacen de manera auténtica, podrán crear un legado de Sostenibilidad y justicia social que marcará la diferencia para las próximas generaciones.
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