Con una trayectoria vinculada al análisis de impacto, los datos y la sostenibilidad aplicada, Juanjo Mestre lidera la dirección académica del nuevo Programa de Desarrollo Profesional en Gestión ESG del Institute for Sustainable Innovation. Es además CEO y cofundador de Dcycle, empresa tecnológica especializada en ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones a través de la información no financiera. En esta entrevista, compartimos su visión sobre los retos actuales en sostenibilidad y cómo una formación rigurosa puede marcar la diferencia para los líderes del presente y del futuro.
¿Cuáles consideras que son los mayores retos que enfrentan hoy las organizaciones a la hora de integrar la sostenibilidad en su estrategia empresarial?
El mayor reto es entender que la sostenibilidad no es un departamento. No va de crear un área de ESG y ya está, sino de transformar la forma en la que se toman decisiones en toda la organización. Y eso implica revisar procesos, modelos de negocio, métricas… y sobre todo, cultura. Hay mucha voluntad, pero falta capacidad para ejecutar con datos de calidad, con visión transversal, y con la urgencia que exige el momento. A menudo, el problema no es querer, es saber cómo.
¿Qué distingue a este programa frente a otras propuestas del mercado?
Lo hemos diseñado desde la práctica. Aquí no hablamos solo de teoría o marcos conceptuales: bajamos a tierra lo que significa implementar ESG en una empresa real, con sus limitaciones, con su contexto. Y eso marca una diferencia. Además, hemos reunido a un equipo docente con experiencia directa en transformación empresarial, sostenibilidad, finanzas y datos que están actualmente en activo enfrentándose a esta problemática diariamente. Todo está orientado a capacitar para la acción. No para saber más, sino para hacer mejor.
¿Qué papel juega el conocimiento técnico en la toma de decisiones estratégicas en este nuevo paradigma?
Es absolutamente clave. Ya no basta con tener buenas intenciones o hacer un informe bonito. Las decisiones se tienen que tomar con datos rigurosos y que se puedan auditar. La sostenibilidad está entrando en el core fi nanciero de las compañías, en su modelo de riesgo y competitividad. Y si no entiendes lo técnico, estás tomando decisiones estratégicas a ciegas.
¿Qué aprendizajes desde Dcycle se han trasladado al diseño del curso?
Todos los días hablamos con empresas que están midiendo, reportando y, muchas veces, frustrándose. Porque no saben por dónde empezar, porque los datos no fl uyen, porque el proceso es una locura. Eso nos ha enseñado dónde están los cuellos de botella reales. Y hemos integrado todo ese aprendizaje en el diseño del programa. Desde cómo organizar internamente un proceso ESG hasta cómo comunicar el impacto sin caer en greenwashing.
¿Qué perfil profesional puede beneficiarse más de esta formación?
En este sentido, el ESG es transversal. Cualquier profesional que tenga la ambición de liderar el cambio. Desde personas en sostenibilidad, compliance, legal, fi nanzas, hasta quienes están en innovación o estrategia. Si estás tomando decisiones que afectan al futuro de tu empresa, este conocimiento es imprescindible. Y a quienes dudan, les diría: esto no es una moda. Es una transformación estructural. Formarse en ESG ahora es como formarse en digital hace 15 años.
¿Por qué es crucial dominar ya conceptos como la doble materialidad, los estándares europeos o el reporting ESG?
Principalmente porque ya están aquí, no son tendencias futuras. Si esperas a entenderlos cuando te toque reportar, llegas tarde. Además, estos conceptos no solo son útiles para cumplir, sino para competir. Entender bien la doble materialidad, por ejemplo, te permite priorizar mejor, enfocar recursos donde realmente importa, y anticiparte al mercado.
¿Qué importancia tiene la colaboración interdepartamental en la gestión ESG, y cómo se aborda en el programa?
Es absolutamente fundamental. Una estrategia ESG no se sostiene si no conecta con fi nanzas, operaciones, RRHH, tecnología… Por eso, en el programa hablamos mucho de gobernanza, de procesos internos, de cómo romper silos. Y también de liderazgo. Porque sin liderazgo transversal, la sostenibilidad se queda en declaraciones.
¿Cómo visualizas el futuro del talento en sostenibilidad? ¿Qué competencias serán imprescindibles?
Lo técnico va a ser importante, sin duda. Pero lo que marcará la diferencia es la capacidad de conectar. Conectar datos con decisiones. Conectar impacto con negocio. Conectar personas dentro de la organización y hacerlo desde una narrativa honesta. Las competencias del futuro no son solo saber leer un informe de materialidad. Son saber interpretarlo, comunicarlo y activarlo en la estrategia.
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