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Districlima ha recibido recientemente la visita de una delegación de Luxemburgo encabezada por Lex Delles, ministro de Economía, PYMES, Energía y Turismo, con el objetivo de conocer de primera mano un ejemplo consolidado de red urbana de calefacción y refrigeración e identificar aprendizajes aplicables a futuros emplazamientos en su país.
Durante la jornada, la delegación fue recibida en la Central Tànger y asistió a una presentación del proyecto, donde se explicó el modelo de red urbana de calor y frío de Barcelona, sus objetivos de eficiencia y descarbonización, su contribución a la seguridad de suministro y el plan de ampliación con la Central de Bogatell. Además, se mostró cómo la red suministra energía térmica sostenible a más de 190 edificios (hoteles, edificios de oficinas, hogares, hospitales…) a través de redes subterráneas, sustituyendo sistemas individuales y reduciendo emisiones, ruido y ocupación de espacio. Posteriormente, los visitantes realizaron un recorrido general por parte de las instalaciones para conocer el funcionamiento del sistema y su gestión operativa.
La visita ha contado con la presencia del ministro de Economía, PYMES, Energía y Turismo de Luxemburgo, Lex Delles; Elisabeth Cardoso, embajadora de Luxemburgo en España; Blanca Gallud, cónsul general de Luxemburgo en Barcelona; Mathilde Garasa, agregada del Consulado General de Luxemburgo en Barcelona; Jacques Thill, coordinador de la política de economía digital y datos del gabinete del ministro; y Jérôme Petry, responsable de economía circular y tecnologías limpias del Ministerio de Economía.
Por parte de ENGIE y Districlima participó Xavier Puyal, Director de Redes Urbanas de calor y frío (DH&C) de ENGIE en España, junto a otros representantes.
«Es un orgullo compartir con la delegación de Luxemburgo el modelo de colaboración público-privada, la tecnología y la operación que han convertido a Districlima en un referente internacional, siendo la más grande del sur de Europa. Seguiremos ampliando la red y optimizando su rendimiento para apoyar los objetivos de neutralidad climática de Barcelona», ha señalado Xavier Puyal Torras, Director de Redes Urbanas de calor y frío (DH&C) de ENGIE en España.
Un proyecto pionero en España
Districlima es una sociedad público-privada creada en 2002 para desarrollar, por primera vez en España, una red urbana de distribución de calor y frío destinada a calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Participada mayoritariamente por ENGIE, la red de climatización de Barcelona es la más grande del sur de Europa y cuenta con más de 25 kilómetros de extensión.
Solo en 2024 evitó la emisión de 31.967 toneladas de CO2, equivalentes a retirar de la circulación unos 46.000 vehículos. Actualmente opera dos plantas en Fòrum y 22@ y avanza en su ampliación con una tercera instalación en Bogatell, ubicada en el barrio del Poblenou.
La tercera planta, la Central de Bogatell, prevé una inversión de 44,4 millones de euros en su primera fase. Será una instalación soterrada y utilizará un sistema de captación y vertido de agua de mar para producir frío de alta eficiencia. El proyecto se desplegará en cuatro fases y, para 2032, permitirá aumentar en torno a un 33% los edificios conectados y elevar la superficie climatizada hasta 2.496.494 m². En su configuración final, la central alcanzará 56 MW frigoríficos (42 MW en producción directa y 14 MW mediante almacenamiento) y se estiman 339.727 toneladas de CO2 evitadas en el periodo 2026–2032.
Districlima está impulsado en la actualidad por los socios: ENGIE, TERSA, y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), una alianza que refleja los beneficios que la colaboración público-privada puede aportar a las ciudades y las personas que las habitan.
Soluciones energéticas innovadoras para entornos urbanos dinámicos
Las redes de calor y frío son una herramienta para desarrollar modelos energéticos sostenibles y descentralizados. Estas infraestructuras permiten incrementar de forma notable la eficiencia energética en entornos urbanos, ayudando a las ciudades a descarbonizarse de forma adaptada a sus necesidades y a partir de los recursos disponibles en la zona.
Entre sus beneficios se encuentran la Sostenibilidad ambiental, al aprovechar recursos locales; la eficiencia económica gracias a economías de escala; la integración urbana de la infraestructura en la planificación de la ciudad; y la seguridad en el suministro, ofreciendo energía constante y fiable.
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