Fernando Varela de Ugarte comenzó a trabajar en Responsabilidad Social hacia 2005, cuando ocupaba un cargo directivo en una multinacional de ingeniería y consultoría. “Desde el inicio me di cuenta de que era necesario integrar estos enfoques en toda la actividad de la compañía”, explica. Aunque al principio encontró resistencia, logró impulsar la RSE como parte de un plan de transformación empresarial a partir de 2010.
Hoy defiende un enfoque estratégico y transversal: “La RSE y la Sostenibilidad son enfoques que generan confianza y representan un verdadero nuevo paradigma de la gestión empresarial”. También reivindica una mirada más ambiciosa sobre el reporting: “Muchas empresas lo ven como una obligación regulatoria, pero en realidad representa una gran oportunidad para mejorar la competitividad, innovar y tomar mejores decisiones”.
Asimismo, Varela destaca el papel de Corresponsables como “medio de referencia para quienes trabajamos en la promoción de la RSE” y señala que “ha sabido reflejar, a través de experiencias reales, la evolución del compromiso empresarial con la Sostenibilidad”.
¿Cuándo y cómo comenzaste a implicarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad?
Mi implicación comenzó hacia el año 2005, cuando era director de división en una multinacional de ingeniería y consultoría, trabajando especialmente en temas relacionados con el desarrollo sostenible. Desde el inicio me di cuenta de que era necesario integrar estos enfoques en toda la actividad de la compañía, y por eso propuse internamente desarrollar una iniciativa en el ámbito de la RSE.
¿Qué obstáculos encontraste en esos primeros intentos?
En los primeros años, sinceramente, los avances fueron limitados. En el comité de dirección había otras prioridades, y el enfoque de la RSE no terminaba de calar. Sin embargo, a partir de 2010, logramos convencer al CEO de la compañía, y en el marco de un importante plan de transformación se incluyó una iniciativa específica para integrar la RSE y la Sostenibilidad de forma estratégica en el modelo de negocio. Fue un hito importante.
En aquel entonces, la RSE se asociaba sobre todo a la inversión social de las empresas
¿Cómo se entendía la RSE en ese momento y qué enfoque adoptasteis?
En aquel entonces, la RSE se asociaba sobre todo a la inversión social de las empresas. Por eso, decidimos llamarla RSE Estratégica, subrayando que no se trataba únicamente de filantropía, sino de un enfoque transversal que debía implicar a todas las áreas operativas de la organización.
¿Cuándo conociste a Corresponsables y qué rol consideras que ha tenido en este camino?
Corresponsables siempre ha sido el medio de referencia para quienes trabajamos en la promoción de la RSE. Era y sigue siendo una fuente de consulta obligada. A lo largo de los años, ha sabido recoger y dar visibilidad a los testimonios y experiencias de múltiples compañías, reflejando así la evolución real de la RSE en el tejido empresarial.
¿Qué cambios importantes has observado desde entonces en este ámbito?
Desde mi punto de vista, el cambio más importante ha sido pasar de una visión restringida de la RSE —centrada en lo social o en la reputación— a una visión más profunda e integrada. Aunque siempre fue un concepto holístico, solo en los últimos años ha evolucionado de verdad y ha empezado a influir de forma significativa en las políticas y operaciones de las empresas.
¿Qué hitos te parecen más relevantes en esta transformación?
Destacaría tres. Primero, la aprobación de la Directiva de Información No Financiera. Segundo, la modificación de la Ley de Sociedades de Capital en España, que supuso la responsabilización directa de los consejeros sobre esta información.
Y tercero, la entrada en vigor de la Directiva CSRD. A todo esto hay que sumar el creciente número de estudios que han demostrado la racionalidad económica de la Sostenibilidad. Esta evidencia ha sido clave para su integración en las estrategias empresariales, más allá del cumplimiento normativo.
¿Qué lecciones has extraído a lo largo de tu experiencia como directivo?
Siempre he creído que la RSE y, hoy en día, la Sostenibilidad son enfoques que generan confianza y representan un verdadero nuevo paradigma de la gestión empresarial.
En mi experiencia como ejecutivo he comprobado que una estrategia sostenible mejora la rentabilidad, reduce riesgos, impulsa la innovación, refuerza la competitividad y motiva a los equipos, que se sienten más alineados con un propósito claro.
Creo firmemente que el reporting, y el enfoque de RSE y Sostenibilidad que lo sustenta, representan una gran oportunidad
¿Quiénes han sido algunos de tus referentes o influencias en este camino?
He aprendido mucho de figuras como Ramón Jáuregui y Víctor Viñuales, así como de organizaciones como el Pacto Mundial y el WBCSD. Han sido referentes fundamentales para mí, tanto por su visión como por su capacidad de incidencia.
¿Cómo valoras el enfoque actual que muchas empresas están adoptando respecto al reporting en Sostenibilidad?
En los últimos años, muchas empresas han empezado a ver el reporting como una obligación impuesta por la regulación. Es comprensible, ya que las normativas son cada vez más exigentes.
Sin embargo, este enfoque meramente reactivo deja de lado una visión más estratégica. Creo firmemente que el reporting, y el enfoque de RSE y Sostenibilidad que lo sustenta, representan una gran oportunidad para mejorar la competitividad, innovar, gestionar riesgos y tomar decisiones más informadas. No es solo cumplimiento: es evolución empresarial.
¿Qué mirada tienes sobre el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
Creo que la Sostenibilidad ha llegado para quedarse. Vivimos una época de grandes desafíos sociales y ambientales, y la RSE es una herramienta imprescindible para abordarlos. Aunque hay cierta resistencia, alimentada por argumentos mal entendidos sobre su supuesto impacto negativo en la competitividad, lo cierto es que ocurre todo lo contrario. Numerosos estudios demuestran que integrar la Sostenibilidad mejora el desempeño de las empresas.
El futuro de Europa está muy vinculado al desarrollo del Pacto Verde y a la expansión global de las normativas de reporting, lo cual supone una gran oportunidad para las empresas europeas que ya están recorriendo ese camino.
Las nuevas generaciones tienen un papel crucial. Están reclamando un legado con menos problemas sociales y ambientales
¿Qué papel consideras que deben desempeñar las nuevas generaciones en este proceso?
Las nuevas generaciones tienen un papel crucial. Están reclamando un legado con menos problemas sociales y ambientales, y hacen bien en exigir una transición hacia una economía más sostenible e inclusiva. De su implicación depende el futuro, y por eso es fundamental que se involucren y que encuentren en la RSE una herramienta de cambio real.
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