A primera vista, la lectura y la ciencia pueden parecer disciplinas alejadas. Desde pequeños, se nos presenta la clásica división entre “ciencias” y “letras”, pero ambas comparten algo esencial: despiertan la curiosidad, estimulan la imaginación y abren puertas al conocimiento. Con esta convicción, desde Pfizer España decidimos participar por primera vez en la Feria del Libro de Madrid con un estand propio que fue, para nosotros y quienes nos visitaron, mucho más que una acción de comunicación. Representó un compromiso con la infancia y con quienes la acompañan en su aprendizaje: familias y docentes.
El espacio se convirtió en un punto de encuentro donde la lectura sirvió como puente para acercar la ciencia al público infantil de forma sencilla, accesible y cercana. Bajo el lema de nuestra colección de cuentos Educar en la infancia, creada en 2016, desarrollamos una programación orientada a despertar en los más pequeños el amor por los libros y la curiosidad científica, en el marco de una de las citas culturales más relevantes del país.
Durante los días de la Feria, muchos niños y niñas visitaron el estand para participar en cuentacuentos, talleres de pintura, diseño de marcapáginas, pintacaras y dinámicas interactivas como el “pasaporte lector” o el “muro lector”. Estas actividades facilitaron el acercamiento a conceptos como la microbiología, el desarrollo de medicamentos, la diversidad o la innovación médica, generando espacios de diálogo, reflexión y disfrute compartido entre familias, educadores y empleados de la compañía, cuya implicación fue clave para hacer posible esta experiencia.
De hecho, uno de los aspectos más valiosos del proyecto ha sido precisamente el compromiso del equipo humano de Pfizer España. Más de 20 voluntarios estuvieron presentes en el estand a lo largo de toda la Feria, acompañando a los visitantes, guiando las actividades y aportando su conocimiento y entusiasmo. Gracias a su dedicación, el estand se transformó en un espacio dinámico, acogedor y lleno de sentido. Porque detrás de cada acción de divulgación hay personas que creen en lo que hacen.
Esa misma vocación está presente en los cinco cuentos de la colección Educar en la infancia, cada uno escrito por un empleado de Pfizer y centrado en un aspecto clave de la salud y la ciencia desde una perspectiva educativa y emocional. El sueño mágico de Shamán invita a descubrir la historia del desarrollo de medicamentos; La cigüeña añil aborda las enfermedades raras y la diversidad; La decisión de Estrella promueve referentes femeninos en la ciencia; A través del mundo microscópico de Martín introduce a los más pequeños en el universo de las bacterias y el uso responsable de antibióticos; y Carmen y la casita de ladrillo rojo, nuestro cuento más reciente, repasa avances médicos relevantes y rinde homenaje a los 175 años de historia de Pfizer.
Como colofón, el pasado viernes 6 de junio celebramos un cuentacuentos muy especial con la periodista Anne Igartiburu, quien dio voz a La cigüeña añil en una sesión que reunió a numerosas familias. Fue muy gratificante compartir esta historia y ver cómo los niños se involucraban y disfrutaban de la experiencia. Actividades como esta son fundamentales para educar en valores desde la infancia y contribuir a construir una sociedad más comprensiva y solidaria.
El tema central de esta 84ª edición de la Feria del Libro fue la ciudad de Nueva York, bajo el lema “Nueva York ilumina la Feria”, un simbolismo especial para nosotros, ya que Pfizer nació hace 175 años en Brooklyn, de la mano de dos emprendedores visionarios: Charles Pfizer y Charles Erhart. Participar en esta edición ha sido una forma de conectar nuestras raíces con el presente y el futuro, marcado por la investigación biomédica, el desarrollo de terapias innovadoras y el compromiso con la salud pública.
Esta experiencia es, para nosotros, una evidencia más de que la ciencia debe formar parte del relato cultural de la sociedad, no solo desde el ámbito académico o clínico, sino también desde espacios educativos, divulgativos y accesibles para todos. Acercar la ciencia a la infancia es una responsabilidad y una oportunidad para sembrar vocaciones, alimentar la curiosidad y fomentar el pensamiento crítico desde edades tempranas.
Seguiremos trabajando para que la ciencia sea comprensible, cercana y accesible. Porque estamos convencidos de que, cuando se comunica bien, la ciencia también se lee.