El Estudio Alfa, orientado a la detección precoz y a la prevención del Alzheimer, representa una herramienta fundamental para avanzar en el conocimiento y tratamiento de esta enfermedad. A pesar de ser tan común, el Alzheimer continúa siendo una patología poco atendida por los organismos públicos, por lo que iniciativas privadas como ésta resultan imprescindibles.
La Fundación María Francisca de Roviralta canaliza su labor a través de aportaciones económicas a otras entidades no lucrativas que comparten sus fines y desarrollan proyectos altruistas con un impacto directo en la sociedad. Apoyar a organizaciones que diseñan y ejecutan iniciativas eficaces permite optimizar recursos, evitar duplicidades y, al mismo tiempo, dar cumplimiento a los amplios objetivos establecidos por nuestros fundadores hace ya casi 70 años.
Dentro de nuestro equipo se mostraron signos de apoyo y sensibilidad hacia esta causa. Resulta difícil encontrar a alguien en nuestro entorno que no haya tenido un familiar o amigo afectado por Alzheimer y que no conozca de primera mano el impacto que genera en la persona enferma y en sus seres queridos. Los avances en detección precoz y tratamiento que impulsa la Fundación Pasqual Maragall representan, por tanto, una fuente de esperanza compartida.
Todo el proceso que tuvo lugar desde la primera entrevista personal en nuestras oficinas, en la que se nos planteó una colaboración institucional, hasta la aprobación del proyecto recibido y la aportación de fondos, ha sido impecable. Se nos informó con detalle y claridad las distintas posibilidades de colaboración y las diferentes formas de impacto de cada proyecto, creando un vínculo de cercanía.
En la visita realizada a su centro de investigación, el BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC), nos sorprendió, además de la calidad de las instalaciones y el equipamiento, la profesionalidad del equipo y del trabajo que se lleva a cabo, siendo una referencia a nivel internacional y fomentando la relación con otros centros dedicados al mismo objetivo.
Animamos a otras organizaciones a colaborar con este tipo de iniciativas porque el compromiso con proyectos de impacto real trasciende la ayuda económica: se convierte en una inversión en conocimiento, calidad de vida, esperanza y futuro.
Colaborar con iniciativas como las de la Fundación Pasqual Maragall no solo contribuye a avanzar en la lucha contra el Alzheimer, sino que también fortalece el propósito social de las entidades que participan, multiplicando el impacto y generando sinergias que benefician a la sociedad.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Alzheimer