En una época marcada por la urgencia climática, la necesidad de modelos de negocio responsables y el compromiso empresarial con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Galletas Gullón demuestra que es posible aunar crecimiento económico con un impacto positivo real. De hecho, la reciente Memoria de Sostenibilidad de la compañía no solo presenta cifras alentadoras, con 697 millones de euros en facturación y un 10,6% de crecimiento respecto al año anterior, sino que pone en valor una visión empresarial profundamente alineada con los principios ESG y con la Agenda 2030.
En esta estrategia resulta crucial el Plan Director de Negocio Responsable, que estructura su gestión en cinco pilares: económico, social, laboral, ambiental y ético. Esta hoja de ruta transversal ha convertido a Galletas Gullón en un referente de desarrollo responsable en la industria alimentaria, demostrando que la sostenibilidad ya no es una opción, sino que ha de formar parte de la estrategia de toda compañía, capaz de ser una política corporativa integrada, medible y transformadora.
Uno de los logros más tangibles que presenta la galletera aguilarense en materia medioambiental es la reducción del 16% de sus emisiones de alcance 3 en solo dos años, con la vista puesta en alcanzar una disminución del 55% en 2030 respecto a 2021. Este avance, en un contexto de incremento de producción y exportaciones, es especialmente significativo.
Además, el esfuerzo no se limita a las emisiones, Galletas Gullón ha sido capaz de aumentar el uso de materiales reciclados, 30% de rPET en ciertos envases, promoviendo así la economía circular e impulsando el reciclaje y la prevención del desperdicio alimentario.
En este sentido, su adhesión al Pacto de Economía Circular de Castilla y León y la financiación continua de investigaciones climáticas en colaboración con la Universidad de Burgos y el Geoparque Mundial Unesco Las Loras reflejan su compromiso con la preservación del entorno más allá de sus fábricas.
El enfoque social de Galletas Gullón va mucho más allá de las cifras de empleo, que ya de por sí son un hito, con más de 2.200 puestos directos en el medio rural. La compañía ha reforzado su programa de voluntariado corporativo con acciones de reforestación, limpieza de entornos naturales y actividades educativas. También ha canalizado más de 145.000 kilos de producto hacia entidades sociales en los últimos tres años, colaborando con organizaciones como Cruz Roja, Cáritas o la Asociación Española Contra el Cáncer.
De hecho, este compromiso comunitario tiene un fuerte componente territorial: promueve el desarrollo rural y el arraigo en Aguilar de Campoo, su lugar de origen, articulando un modelo de empresa que genera valor allí donde opera.
Galletas Gullón también ha hecho de la innovación un pilar clave de su transformación sostenible. En 2024, ha ampliado su oferta de productos saludables con referencias sin gluten y sin azúcares añadidos, consolidando su liderazgo en estos segmentos. Destaca especialmente su galardón de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, reconociendo su compromiso con la seguridad alimentaria.
Esta apuesta por productos inclusivos y saludables se traduce en un 60% de cuota de mercado en galletas sin azúcar y un 35% en saludables, liderando también la categoría BIO. Así, la innovación no solo impulsa la competitividad, sino que responde a una demanda social por una alimentación más consciente y accesible.
A nivel internacional, la sostenibilidad también es una ventaja competitiva: el 44% de sus ventas provienen del exterior, con presencia en más de 125 países, consolidando a Galletas Gullón como embajadora de la “galleta saludable” en Europa y el mundo.
De este modo, la centenaria galletera contribuye activamente al cumplimiento de 11 de los 17 ODS, siendo parte de la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y de Forética. La integración de estos objetivos en su modelo de negocio no es anecdótica, sino que responde a una visión de empresa como agente de cambio, capaz de transformar su entorno mientras genera valor económico.
Sin embargo, la Agenda 2030 también plantea retos: acelerar la descarbonización en toda la cadena de suministro, fortalecer la diversidad e inclusión laboral, y avanzar hacia modelos de producción aún más resilientes frente a crisis climáticas o la temida inestabilidad internacional. La transparencia, la medición del impacto y la trazabilidad serán claves para sostener y escalar este compromiso.
Los esfuerzos de Galletas Gullón dan frutos. Su ascenso al Top 10 sectorial de MERCO Empresas, los reconocimientos de Banc Sabadell como empresa de Castilla y León con mayor impacto social o el de la Fundación España Habitar por su responsabilidad empresarial, no solo reflejan su prestigio corporativo, sino la coherencia entre discurso y acción. Es un ejemplo de cómo una empresa familiar con más de 130 años de historia puede reinventarse sin perder su esencia, liderando con propósito.
En un entorno donde la sostenibilidad ya no es una opción, sino una exigencia, Galletas Gullón demuestra que el impacto positivo no está reñido con el desarrollo. Más bien al contrario: es su mayor ventaja competitiva. Su modelo es, en muchos sentidos, un mapa de ruta para aquellas organizaciones que, más allá del corto plazo, aspiran a dejar una huella duradera en la sociedad y el planeta.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Gullón en el Anuario Corresponsables 2025.