Hace años, un familiar cercano de la familia Sabatés -propietaria de Eurofragance- fue diagnosticado con Alzheimer justo después de jubilarse. Esta experiencia personal despertó una profunda sensibilidad hacia la enfermedad en la empresa, que coincidió con la creación de la Fundación Pasqual Maragall. Desde entonces, nos sentimos comprometidos con su causa y fuimos de las primeras empresas en sumar esfuerzos para avanzar hacia un mundo sin Alzheimer.
En Eurofragance, nuestra estrategia de impacto social nace como expresión directa de nuestro propósito fundamental: “Creamos fragancias, y cuidamos a las personas y al planeta”. Este lema refleja no solo nuestra pasión por crear fragancias excepcionales, sino también nuestro compromiso con el bienestar de la sociedad y del entorno.
Sabemos que nuestro trabajo va más allá de los productos que elaboramos. Por eso, queremos generar un impacto positivo en distintos aspectos de la vida, y lo hacemos a través de tres pilares que nos guían: la infancia, la salud y la cultura.
En este camino, colaborar con la Fundación Pasqual Maragall no solo encaja con uno de nuestros pilares, sino que también conecta profundamente con nuestra esencia. Las fragancias tienen el poder de despertar recuerdos y emociones, los mismos que queremos ayudar a preservar en quienes viven con Alzheimer.
La colaboración con la Fundación Pasqual Maragall es motivo de orgullo para todos los Eurofragancers —así nos llamamos quienes formamos parte de la compañía—.
El año pasado tuvimos el privilegio de recibir a Nina Gramunt, científica y divulgadora de la Fundación, quien nos ayudó a desmontar varios mitos sobre la enfermedad de Alzheimer. Recuerdo que acabábamos de renovar las oficinas de nuestra sede de Sant Cugat del Vallès y estrenábamos una nueva sala de conferencias que pensábamos que nunca llenaríamos… pero ese día se quedó pequeña ante el interés que despertó la labor de la Fundación y los avances científicos que lidera en la lucha contra esta enfermedad.
Lo mismo ocurrió en nuestra planta de producción en Rubí: aforo completo. Aún hoy seguimos recordando las enseñanzas de Nina y sentimos que, aunque sea en pequeña medida, estamos contribuyendo juntos a construir un mundo sin Alzheimer.
Colaborar con la Fundación Pasqual Maragall es una experiencia profundamente enriquecedora, marcada por la transparencia y un compromiso compartido desde el primer momento. Cada año tenemos el privilegio de conocer de cerca los avances científicos que impulsan, habitualmente de la mano de los propios investigadores que lideran los estudios.
También descubrimos nuevos programas de acompañamiento para familias afectadas, con especial atención al apoyo a las personas cuidadoras, que enfrentan la enfermedad las 24 horas del día.
En Eurofragance llevamos colaborando con la Fundación desde 2008. Aunque yo me incorporé al equipo en 2023, enseguida sentí la cercanía y el afecto que marcaron esta relación a lo largo de diecisiete años. Desde entonces, seguimos fortaleciendo este vínculo, lo que nos animó a involucrar también a nuestro equipo en iniciativas de voluntariado.
Nuestra participación en la venta de rosas durante la Diada de Sant Jordi de este año en Sant Cugat, permitió a varios empleados voluntarios sentirse parte activa en la lucha contra una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 personas mayores de 65 años.
Además de conocer los avances científicos que está logrando el BarcelonaBeta Brain Research Center, junto con el Hospital del Mar y diversas universidades colaboradoras con la Fundación, uno de los aspectos que más me emocionó desde el primer día que visité su sede fue descubrir la implicación de los participantes del estudio Alfa.
Me emociona profundamente saber que existe un grupo de más de 2.700 personas que, a lo largo de más de diez años, se someten, de manera altruista, a pruebas cognitivas y médicas con el objetivo de detectar de forma precoz los síntomas del Alzheimer.Su generosidad y compromiso los convierte, sin duda, en verdaderos héroes en esta historia de lucha contra la enfermedad.
Estoy convencida de que este tipo de alianzas genera un impacto positivo en nuestros clientes y grupos de interés.
En primer lugar, porque refuerzan y dan coherencia a nuestro lema: “Creamos fragancias, y cuidamos a las personas y al planeta”. Este compromiso no se queda solo en palabras, sino que se traduce en acciones concretas, como el apoyo a la investigación médica y la divulgación interna de sus avances.
En segundo lugar, porque fomenta iniciativas de voluntariado que nos parecen fundamental para fortalecer el espíritu de equipo y enriquecer nuestra cultura corporativa.
Y, por último, estoy segura de que nuestros clientes valoran trabajar con una empresa ética y comprometida con la promoción de valores sociales, lo que les aporta confianza y tranquilidad a la hora de elegirnos como proveedor.
Animaría a cualquier empresa a colaborar con entidades que compartan sus valores, como lo hacemos nosotros con la Fundación Pasqual Maragall.
Los beneficios son enormes: para la sociedad, que se ve impulsada por avances científicos que algún día podrían prevenir que nosotros mismos o nuestros seres queridos suframos esta enfermedad, y también para la propia empresa, que refuerza su compromiso ético, genera orgullo entre su equipo y fortalece la confianza con clientes y grupos de interés.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Alzheimer