Como Responsable de Comunicación en Linde Médica España, he vivido en primera persona cómo la forma en que se gobierna una empresa moldea profundamente su cultura. Al incorporarme me sorprendió gratamente ver que términos como “ética” o “transparencia” no eran solo declaraciones en un código de conducta, sino valores palpables en el día a día. La gobernanza empresarial dejó de ser un concepto abstracto y se convirtió en algo vivo, reflejado en cada decisión grande o pequeña, impactando directamente en cómo trabajamos y nos sentimos quienes formamos parte de la compañía.
Desde esta perspectiva, quiero compartir cómo la buena gobernanza ha sido la base sobre la que hemos construido una cultura corporativa sólida en Linde Médica, una cultura definida por la integridad, la colaboración y la orientación al paciente. Es un enfoque institucional pero también una convicción personal: liderar con integridad no solo nos hace mejores como empresa, sino que inspira y empodera a las personas que la integran.
Valores que sustentan nuestra gobernanza
En Linde Médica definimos nuestra gobernanza a partir de los valores globales del Grupo Linde, seguridad, integridad, comunidad, inclusión, responsabilidad e innovación, auténticos pilares de nuestra cultura corporativa. La seguridad es innegociable y guía cada decisión para proteger a pacientes, empleados y entornos. La integridad, unida a la responsabilidad, nos impulsa a actuar siempre con ética y transparencia, generando confianza dentro y fuera de la compañía.
Fomentamos un sentido de comunidad e inclusión que refuerza la colaboración y permite que cada persona aporte su talento. La innovación sostiene nuestra mejora continua, asegurando que cada proyecto y proceso aporte valor real al paciente y al sistema sanitario. Estos principios se viven día a día, orientando nuestras acciones y consolidando una gobernanza que inspira y transforma.
Cuando hablamos de liderazgo cercano, nos referimos a un estilo de dirección accesible y empático. Promovemos que los directivos estén presentes en el día a día, escuchando a los colaboradores, orientándolos y dando ejemplo. Este liderazgo humano y próximo fortalece la confianza y la comunicación abierta en todos los niveles.
La orientación al paciente es nuestro norte constante. Cada estrategia y cada proyecto se evalúa preguntándonos: “¿Beneficia esto al paciente?”. Este valor nos recuerda que la razón de ser de Linde Médica es mejorar la calidad de vida de las personas a las que atendemos, y que toda innovación o proceso tiene sentido solo si suma a ese propósito fundamental.
Nuestro talento interno
Cuando una empresa se gobierna con valores claros, el talento interno florece. En Linde Médica lo hemos comprobado: un entorno ético y transparente genera un clima de confianza donde cada profesional puede dar lo mejor de sí. Los colaboradores que saben que la empresa actúa con integridad se sienten orgullosos y comprometidos, y ese compromiso se traduce en iniciativa y creatividad. Las personas se animan a proponer ideas innovadoras cuando perciben que serán escuchadas y valoradas con justicia. Una cultura basada en la seguridad y el respeto reduce el temor al error, transformándolo en oportunidad de aprendizaje; así, adopta raíz una mentalidad innovadora en todos los departamentos.
La cooperación interdepartamental también surge naturalmente de una buena gobernanza. Al fomentar un liderazgo cercano y un propósito común (el bienestar del paciente), derribamos los silos organizativos. Es habitual ver a equipos clínicos, de logística y de tecnología trabajando codo con codo para mejorar un servicio, sabiendo que todos “remamos en la misma dirección”. Áreas distintas colaboran porque comparten valores y objetivos, conscientes de que sumar esfuerzos beneficia a nuestros pacientes. Esa unidad interna impulsa proyectos transformadores que no serían posibles en una cultura de desconfianza o compartimentos estancos.
En suma, la buena gobernanza crea un círculo virtuoso: atrae y retiene talento, la gente desea permanecer en una organización donde se actúa con ética y se les valora. Ese talento motivado impulsa la innovación continua. De la mano de nuestros profesionales, incorporamos nuevas soluciones (por ejemplo, en salud digital), optimizamos procesos y desarrollamos herramientas pioneras, todo ello bajo un marco ético que guía estas iniciativas y las alinea con nuestra misión.
Somos un aliado estratégico del sistema sanitario español
La colaboración con el sistema sanitario público es un eje fundamental de nuestra estrategia, hasta el punto de considerarnos un aliado estratégico del Sistema Nacional de Salud. Aportamos soluciones que complementan y fortalecen la atención que reciben los pacientes, ampliando la capacidad asistencial más allá del hospital. Por ejemplo, nuestros servicios de terapias respiratorias a domicilio permiten atender a pacientes crónicos en sus hogares con la misma calidad que en un centro sanitario, evitando desplazamientos innecesarios y reduciendo reingresos. Actualmente, brindamos asistencia respiratoria domiciliaria a más de 230.000 pacientes en España y suministramos gases medicinales y equipamiento a más de 250 hospitales en todo el país. Estas cifras dan una idea de la magnitud de nuestra cooperación diaria con el sistema público.
Asimismo, nuestros Centros de Atención Integral de Enfermedades Respiratorias (CAIDER) integrados en hospitales o en sus proximidades permiten que equipos multidisciplinares (neumólogos, personal de enfermería, fisioterapeutas) ofrezcan una atención personalizada y coordinada al paciente respiratorio crónico. A través de estos centros, acercamos la asistencia especializada al entorno del paciente, facilitando consultas programadas, seguimiento clínico y educación para la salud, todo ello sin saturar las consultas hospitalarias tradicionales.
La buena gobernanza detrás de estas iniciativas se traduce en beneficios concretos para el sistema sanitario: contribuimos a aliviar la sobrecarga de los hospitales y a humanizar la asistencia que reciben las personas. En palabras de nuestro director, Sergio García Ferrer: “gracias a estos centros fomentamos la autonomía del paciente en el manejo de su enfermedad y reforzamos la comunicación y cercanía entre el equipo asistencial y el paciente, reduciendo su sensación de vulnerabilidad y mejorando su bienestar emocional”. En otras palabras, nuestros pacientes, al sentirse más acompañados y empoderados, tienen menos complicaciones y mayor calidad de vida, lo que redunda también en una sanidad pública más eficiente. Ser aliados del sistema significa precisamente compartir su propósito: garantizar una atención continuada, eficaz y humana allí donde el paciente lo necesite.
Nuestra fuente de confianza e innovación
Nada de lo anterior sería posible sin una gobernanza ética en el centro. En el sector salud, la sociedad demanda, con toda razón, que las empresas se conduzcan con transparencia y honestidad. Hoy por hoy, ética y transparencia se han convertido en pilares fundamentales de la gestión responsable, condiciones sin las cuales ninguna organización sanitaria es viable ni sostenible. Incorporar estos valores no es solo una cuestión de cumplimiento normativo, sino una respuesta a una exigencia social que crea confianza. En Linde Médica rendimos cuentas con rigor, cumplimos estrictamente nuestros estándares de calidad y fomentamos una comunicación abierta con todos nuestros interlocutores.
Como comunicadora y como miembro de este equipo, he visto cómo nuestros valores se traducen en acciones: en cada proyecto que lanzamos, en cada paciente atendido, en cada nuevo compañero que llega y percibe esa autenticidad en la organización. Sabemos que mantener una cultura sólida exige coherencia y dedicación constantes. Hay que vivir los valores.
En ese sentido, nuestro compromiso es doble: corporativo y personal. Cada uno de nosotros asume la responsabilidad de honrar estos principios en su trabajo diario y la empresa refuerza ese compromiso con estructuras éticas, formación continua y un liderazgo ejemplar.
Gracias a esta buena gobernanza contamos con la confianza de la sociedad y la motivación interna para innovar. Por eso, seguiremos apostando por liderar con integridad, transparencia, seguridad, cercanía y orientación al paciente. Tenemos claro que solo con esa base sólida de buen gobierno podremos afrontar los desafíos del mañana, continuar siendo un aliado fiable para el sistema sanitario y, sobre todo, marcar una diferencia positiva en la vida de las personas a las que servimos. Ese es nuestro compromiso irrenunciable, y personalmente me siento honrada de ser parte de este camino de mejora continua.