Yolanda Martínez, Directora de Medioambiente y Responsabilidad Social Corporativa de Molecor, comparte en esta entrevista con Corresponsables cómo integra la compañía la sostenibilidad en su estrategia corporativa, su apuesta ante los desafíos climáticos y su contribución al impacto social y ambiental.
Con un enfoque innovador y compromiso con la Agenda 2030, Molecor se posiciona como líder en la gestión responsable dentro de la industria del plástico, destacando iniciativas en reducción de emisiones, prevención de microplásticos y apoyo a comunidades locales.
¿Cómo integra Molecor los principios de sostenibilidad en su estrategia corporativa?
En Molecor, la sostenibilidad ha estado integrada desde nuestra fundación. Aunque inicialmente no lo identificábamos explícitamente como sostenibilidad, nuestros productos, especialmente las tuberías de PVC orientado, siempre se han caracterizado por un menor uso de materia prima y una mayor eficiencia energética, lo que nos hacía inherentemente sostenibles.
Además, tenemos una gran apuesta por la innovación, está en nuestro ADN, siendo líderes mundiales gracias a nuestro sistema patentado de fabricación de PVC orientado, ya que, aunque no inventamos el producto, sí revolucionamos su proceso de producción.
Desde hace unos cinco años, hemos estructurado estas prácticas bajo los tres pilares de la sostenibilidad: ambiental, económico y social. En 2023, lanzamos nuestro primer plan estratégico de sostenibilidad, definiendo ambiciones claras, como alcanzar la neutralidad climática para 2040, calificar nuestro desempeño en EcoVadis y obtener la certificación como empresa familiarmente responsable por la Fundación Másfamilia en temas de conciliación.
También alineamos nuestras actividades con la Agenda 2030, especialmente con el ODS 6 (agua limpia y saneamiento), ya que nuestro propósito es mejorar la calidad de vida de las personas mediante soluciones innovadoras, eficientes y sostenibles. Contribuimos también a los ODS 9 (industria, innovación e infraestructura) y 12 (producción y consumo responsables), además de apoyar la acción por el clima (ODS 13) y la protección de ecosistemas (ODS 14 y 15), sin olvidar el ODS 17 de alianzas para conseguir objetivos.
¿Cómo ha influido el análisis integral de riesgos y oportunidades climáticas en la estrategia ambiental de la compañía, y qué medidas concretas se han implantado para mitigar los riesgos identificados?
Hemos abordado el análisis de riesgos y oportunidades climáticas con un enfoque dual: riesgos físicos y de transición. En cuanto a los riesgos físicos, realizamos un análisis exhaustivo de nuestras instalaciones en España, Malasia, Sudáfrica y Paraguay, donde las condiciones climáticas varían significativamente.
Identificamos el estrés hídrico como el principal riesgo físico, lo que está llevando a revisar, y si es necesario actualizar, todas las coberturas de nuestros seguros para estar protegidos ante cualquier eventualidad climática.
En cuanto a los riesgos de transición, analizamos distintos escenarios climáticos y políticas regulatorias, como las derivadas del Acuerdo de París, que podrían afectarnos si no actuamos proactivamente. Esto nos permitirá anticiparnos a posibles riesgos regulatorios.
Además, vemos oportunidades en el desarrollo de productos sostenibles, como nuestras tuberías de bajo consumo energético, que responden al estrés hídrico y promueven un uso responsable de los recursos. Estas soluciones no solo mitigan riesgos, sino que posicionan a Molecor como líder en sostenibilidad dentro del sector.
¿Cómo utilizan los resultados de la verificación de su huella de carbono organizacional para mejorar sus procesos y reducir emisiones?
Hace dos años comenzamos a calcular rigurosamente nuestra huella de carbono, enfocándonos inicialmente en los alcances 1 y 2 para 2022 y 2023. Este proceso, que incluye la verificación y el registro en el MITECO (actualmente en curso debido a retrasos por el nuevo real decreto), nos ayudó a sistematizar datos, un desafío importante ya que los sistemas de gestión tradicionales no estaban diseñados para recopilar esta información.
Para nuestro objetivo de neutralidad climática en 2040, ampliamos el cálculo al alcance 3 en 2024, abarcando toda la cadena de valor. Estamos en proceso de verificación, y con estos datos trazaremos un plan de acción para reducir emisiones.
Entre las medidas concretas, destacamos la apuesta por energías renovables: instalamos placas solares para autoconsumo en nuestras plantas donde es viable y adquirimos energía de origen renovable donde no lo es. También estamos invirtiendo significativamente en mejorar la eficiencia energética de nuestros procesos productivos.
¿Qué medidas específicas ha implementado Molecor para prevenir la pérdida de microplásticos?
Los microplásticos son un tema crítico, ya que los plásticos están muy estigmatizados. En Molecor, asumimos nuestra responsabilidad y, desde 2020, nos unimos a la iniciativa voluntaria Operation Clean Sweep, cuyo objetivo es evitar la pérdida de pellets (incluyendo gránulos y polvo) al medioambiente.
Realizamos un análisis de riesgos para identificar y minimizar focos de derrames en nuestras instalaciones, implementando buenas prácticas de manipulación de polímeros, específicamente PVC.
Fuimos pioneros en España al certificar estas prácticas con el programa OCS desarrollado por ANAIP (Asociación de Fabricantes de la Industria del Plástico) y AENOR, con apoyo del Ministerio de Transición Ecológica. Este esquema evolucionó al programa OCS Europe, que ahora sirve de base para las regulaciones de la Unión Europea sobre microplásticos, incluyendo la obligación de declarar estimaciones de pérdidas al medioambiente.
Participamos activamente en grupos de trabajo con asociaciones como ANAIP, PlasticsEurope y EuPC, que a su vez colabora con la Comisión Europea y la ECHA. Nos enorgullece ser líderes en el sector en la gestión de microplásticos, utilizando un modelo armonizado para calcular la estimación de pérdidas al medioambiente.
¿Qué otras iniciativas destacarían en su contribución a la biodiversidad, y cómo planean expandir estos esfuerzos en el futuro?
En preparación para la nueva directiva de reporte de sostenibilidad (CSRD), realizamos un análisis de doble materialidad que identificó la biodiversidad como un tema no prioritario para Molecor. Sin embargo, nuestra conciencia ambiental nos impulsa a actuar en este ámbito.
En 2023, lanzamos el Molecor Forest, una iniciativa en la que plantamos 600 árboles en Madagascar, Tailandia y Tanzania a través de una plataforma en la que cada empleado recibió un árbol con el que debía actuar como “guardián virtual”, fomentando la sensibilización interna sobre temas ambientales.
Aunque la biodiversidad no es una prioridad estratégica, planeamos alinearnos con el TNFD (Taskforce on Nature-related Financial Disclosures) para establecer un plan de acción que nos permita contribuir de manera progresiva, integrando estas iniciativas en nuestra estrategia de sostenibilidad.
Molecor ha mostrado un fuerte compromiso social. ¿Qué iniciativas destacaría y cómo seleccionan los proyectos en los que participan para generar impacto en las comunidades?
Aún no tenemos un sistema completamente definido para seleccionar proyectos sociales, aunque estamos trabajando en establecer unas bases claras y, en el futuro, posiblemente una fundación. Actualmente, seleccionamos proyectos por intuición u oportunidades que surgen.
Entre las iniciativas destacadas, colaboramos con ACNUR en la campaña de emergencia para Ucrania, y también con la donación de tuberías para la construcción de una red de agua potable en un campo de refugiados en Sudán, un proyecto complejo que está a punto de finalizar.
Trabajamos con la ONG Agua Pura en Valencia, apoyando la construcción de pozos en Madagascar, mejorando el acceso a agua potable y la calidad de vida de comunidades locales.
A nivel de acción más directa, hemos apoyado la reconstrucción de redes de agua tras el terremoto de Turquía con donaciones de tuberías, y también a las comunidades afectadas por la DANA en Valencia y Albacete, colaborando en proyectos a largo plazo.
Además, apoyamos iniciativas locales con los ayuntamientos de las comunidades donde operamos y el deporte de base (fútbol o ciclismo), y actividades tecnológicas, como el proyecto Formula Student de la Universidad Carlos III, donde estudiantes diseñan un coche de carreras, fomentando así la innovación y la colaboración con universidades.
¿Qué procesos o mecanismos han establecido para garantizar la transparencia como pilar de su buen gobierno, y cómo se comunica esto a sus stakeholders?
La gobernanza es, quizás, el área menos formalizada en Molecor, ya que siempre hemos actuado con responsabilidad de manera natural. Sin embargo, estamos avanzando en sistematizar estos procesos con un programa de compliance que incluye un mapa de prevención de delitos.
Nuestra transparencia es inherente: mostramos nuestras instalaciones a clientes y compartimos abiertamente cómo trabajamos.
Hacemos un fuerte énfasis en la formación, especialmente del equipo comercial, para garantizar que el mensaje transmitido sea claro y alineado con nuestros valores, evitando malentendidos.
Internamente, la comunicación es directa; externamente, somos muy activos en redes sociales y en nuestra web (con información técnica detallada), congresos, seminarios y patrocinios de eventos.
Para evitar el greenwashing, respaldamos todas nuestras declaraciones ambientales con datos verificados por terceros, como certificaciones de huella de carbono y declaraciones ambientales de productos.
Además, publicamos nuestro informe de información no financiera de manera clara y accesible en nuestra web, cumpliendo con la Ley 11/2018 y asegurando que toda la información sobre Molecor sea fácilmente localizable.