Con más de un siglo de historia, Panadería y Pastelería San Camilo no solo es la panadería más antigua de Chile -fundada hace 140 años-, sino también una de las pioneras en integrar la Sostenibilidad como parte de su cultura organizacional. Ignacio Aldama, Subgerente de Calidad y Medioambiente, detalló a Corresponsables cómo la empresa familiar ha recorrido un camino que hoy la posiciona como referente en prácticas ambientales responsables dentro del sector alimentario chileno.
“San Camilo es una sociedad anónima, pero su esencia sigue siendo completamente familiar. Esa visión nos ha permitido avanzar sin perder de vista nuestro propósito original: alimentar a las familias chilenas con calidad y responsabilidad”, señaló Aldama. La empresa, que cuenta con 64 tiendas propias en Santiago y cerca de 1.600 trabajadores, ha logrado consolidar una operación sin intermediarios, lo que le permite una toma de decisiones más autónoma, especialmente en materia medioambiental.
Una de las principales motivaciones para avanzar en Sostenibilidad ha sido la convicción interna, más que una exigencia de mercado. “Muchas empresas impulsan estos cambios porque se los exige un cliente o una regulación. En nuestro caso, es una decisión propia. No lo hacemos para vender más o cumplir con estándares externos, sino porque creemos que es lo correcto”, afirmó.
San Camilo ha desarrollado una sólida estrategia ambiental basada en certificaciones, mejoras operacionales y proyectos colaborativos. En 2024 obtuvo la certificación ISO 14001 por su sistema de gestión ambiental y mantiene desde 2023 la certificación ISO 50001 por su gestión energética, herramientas que permiten medir, controlar y reducir sus impactos. “Estas certificaciones no son para la foto. Son la base para seguir mejorando con metas concretas cada año”, destacó Aldama.
Desde 2019, la empresa forma parte de HuellaChile, programa del Ministerio del Medio Ambiente, donde ha alcanzado la categoría de excelencia en la gestión de su huella de carbono. Esto ha permitido conocer, reducir y reportar con transparencia sus emisiones. También participa activamente del programa Giro Limpio, impulsado por el Ministerio de Energía, que promueve prácticas eficientes en el transporte de carga. En 2024, San Camilo fue certificado como generador y transportista, obteniendo además una mención especial por la calidad de su reportabilidad.
La instalación de 200 paneles fotovoltaicos en su planta central, concretada en 2023 tras casi una década de planificación, permite hoy cubrir un 15% de su demanda energética con energía solar. “Fue un proyecto de largo aliento. Sabíamos que el potencial estaba, pero las condiciones no estaban dadas hasta que lo logramos implementar luego de ocho años», relató Aldama.
La gestión de residuos es otro pilar clave. Desde hace más de 15 años, San Camilo cuenta con un sistema robusto de reciclaje que abarca cartón, plástico, aluminio, vidrio, Tetrapak y otros materiales. Actualmente, más del 50% de los residuos generados en planta se recuperan. En 2024, se implementó además reciclaje en los locales de venta, reforzando la cultura ambiental en toda la red.
A esto se suma un sistema de compostaje en alianza con la empresa Vuelta Verde, que ha permitido transformar residuos orgánicos en compost de alta calidad. Solo en 2024, se recuperaron más de 32 toneladas de residuos, generando 16.140 kilos de compost y evitando la emisión de 32 toneladas de CO₂. “Esto equivale a plantar 1.465 árboles. Es un impacto tangible que además compartimos con la comunidad”, aseguró Aldama.
Un ejemplo concreto fue la entrega de este compost a la Plaza Yungay, realizada el 14 de febrero de 2024 junto a la Municipalidad de Santiago y vecinos del sector. “Fue un momento simbólico, porque devolvemos a la comunidad lo que alguna vez fue desperdicio, ahora convertido en valor”, recordó.
El compromiso con el entorno se extiende también al plano educativo. San Camilo ha firmado una alianza estratégica con INACAP para vincularse con el mundo académico, impulsar proyectos de innovación colaborativa y fortalecer la formación práctica de los estudiantes. “Creemos que la Sostenibilidad también pasa por formar nuevas generaciones con conciencia ambiental”, añadió.
Desde el punto de vista gremial, San Camilo participa en el Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector panadero, impulsado por INDUPAN y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, centrado en circularidad, eficiencia energética e inocuidad. Además, colabora con la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria (ACHIPIA), replicando buenas prácticas en otras áreas de gestión sostenible.
La comunicación interna también ha sido fundamental. A través de la plataforma Talana y reuniones periódicas, los trabajadores se mantienen informados y comprometidos con los avances. “Desde el área ambiental empujamos transversalmente la Sostenibilidad en toda la empresa: en finanzas, recursos humanos, marketing. Es un esfuerzo colectivo”, explicó.
Actualmente, San Camilo se encuentra en la etapa final para obtener la certificación como Empresa B, sello que reconoce el compromiso social, ambiental y de gobernanza. Y, mirando hacia adelante, el objetivo es seguir consolidando una operación sostenible que combine tradición, innovación y comunidad. “La Sostenibilidad ha estado siempre en nuestras operaciones. Solo que antes no tenía ese nombre. Hoy podemos decir con orgullo que son 140 años de tradición sostenible, y eso habla por sí solo”, finalizó.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Desarrollo empresarial sostenible en Chile