Lee un resumen rápido generado por IA
Javier López-Galiacho Perona es uno de los referentes históricos de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad en España, con más de dos décadas de dedicación a integrar esta visión en la estrategia empresarial. Desde 2005, es Director de Cumplimiento y de Sostenibilidad del Grupo FCC, donde también ejerce como Compliance Officer. Su trayectoria académica y profesional es extensa: Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid con calificación cum laude, académico de la Real Academia Europea de Doctores, profesor titular de Derecho Civil en la URJC y profesor de Buen Gobierno en el IE, donde también fue reconocido como mejor alumno del Curso Superior de RSC (Premio Minerva). En los últimos años ha sido distinguido como Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha (2025) y Ciudadano Distinguido de Albacete (2022).
En esta entrevista para Corresponsables, López-Galiacho repasa sus inicios como “fichaje del mundo universitario”, su trabajo impulsando la dirección de RSC dentro de FCC y su experiencia elaborando el primer informe de Responsabilidad Social de la compañía en 2005. “Recuerdo aquel ejemplar como un tesoro”, afirma. Desde entonces, ha trabajado para colocar esta materia “en la sede de los consejos de administración”, como un eje del buen gobierno corporativo, alejándola de visiones superficiales centradas en la comunicación.
A lo largo de la conversación, analiza con claridad los principales hitos, desafíos y aprendizajes de estas dos décadas, rindiendo homenaje a pioneros como Aldo Olcese y reivindicando la evolución de la RSC: “Pasamos de los cuentos a las cuentas”, subraya. Aporta también una mirada lúcida sobre el presente: “Vivimos un tiempo de cierto parón o hastío… pero el verdadero sustantivo es la Sostenibilidad, no lo financiero”, sentencia.
Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, Javier López-Galiacho destaca el papel del medio como aliado clave en esta transformación: “Siempre habéis sido los pioneros. Me encanta que proyectos como el vuestro se mantengan sorteando todas las dificultades”. Una entrevista imprescindible con una figura que ha sabido combinar visión institucional, firmeza ética y sentido del deber para hacer avanzar la RSC desde el compromiso real y no desde el postureo.
Javier, ¿cuándo y por qué comenzaste a involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social?
Yo llegué a FCC en 2004, aunque la dirección de Responsabilidad Corporativa como se la llamó en un primer momento se creó en 2005 dependiente de Secretaría General. Realmente fui un fichaje del mundo universitario, porque la RSC entonces solo se trabajaba en las universidades a través de las cátedras empresariales y algo ya se empezaba en las escuelas de negocio.
El antiguo consejero delegado de FCC, Rafael Montes, me conoció en una cena coloquio del Colegio Mayor de San Pablo donde yo era director, y me propuso irme a la empresa para crear en este gran Grupo la dirección y gestión de la parte social de la empresa.
Nada más llegar me matriculé en el IE que empezó en 2006 con el programa superior en dirección de responsabilidad corporativa, que puso en marcha otro pionero de la RSC como es Juan Alfaro. Entonces el curso superior duraba 6 meses y me llevé el premio al mejor alumno de la promoción (premio Minerva). Esto me dio paso a incorporarme como profesor de gobierno corporativo en el IE donde llevo casi 20 años.
“La Sostenibilidad es la conciencia de la empresa para emplazarse en la sociedad”
Por entonces, había un gran desconocimiento de la materia. Yo recuerdo que alguna secretaria me anunciaba a su jefe como el director de responsabilidad civil de FCC. Una tarde me fui al despacho del Secretario General, Felipe Garcia, que afortunadamente trabajo aun con él, y diseñamos una hoja de ruta que fuimos cumpliendo con enorme ilusión y colocando a FCC como empresa de referencia el mundo de la Responsabilidad Corporativa. FCC es un Grupo que si lo que planteas lo haces con criterio, método y se ve el retorno, te ayudan y te impulsan.
¿Cuál fue el primer proyecto o iniciativa de RSE en el que trabajaste? ¿Cómo lo recuerdas?
Perfectamente. Fue nuestro primer informe de responsabilidad social de FCC. Era el del año 2005. ¡20 años ya! Guardo el ejemplar como un tesoro. Recuerdo planteárselo al Secretario General y me dio el primer consejo que no olvido y es que la gran empresa trabaja como los grandes trapecistas: “siempre con red”. Por eso contratamos a aquella KPMG en RSC que capitaneaba entonces un líder como José Luis Blasco y sacamos adelante el primer informe que hoy es casi un objeto de arqueología viendo cómo ha cambiado tanto la materia y el reporte.
“Pasamos de los cuentos a las cuentas”
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzó en comparación con cómo es hoy?
En general en España se veía como una cosa de “cuentos”. Algo puramente voluntario que no generaba negocio. Vivíamos aún de aquella máxima de que la única responsabilidad de una empresa era generar valor y dividendo para el accionista. Todo lo demás, se decía, eran cuentos. Pero ya se empezaba a hablar de cuidado medioambiental, de la necesidad de prácticas éticas empresariales. Yo ya lo dije en mi discurso de ingreso en la Academia Europea de Doctores en 2024: hemos pasado de “los cuentos a las cuentas”.
¿Cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido Corresponsables en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Siempre habéis sido los pioneros. Marcos, recuerdo tu alineamiento con nosotros y tu acompañamiento personal que fue muy importante y sigue siendo. Además, hicimos camaradería de la buena contigo y tu equipo. A mí me encantan los proyectos que se mantienen sorteando todas las dificultades. Como el vuestro.
“Corresponsables ha sido un referente constante durante dos décadas”
Sois un referente. Frente a otros medios en que solo se ve el interés publicitario, creo que “Corresponsables” y tú Marcos como editor habéis seguido con gran perseverancia una ruta fiel y constante de apoyo para que la RSC pasara de los cuentos a las cuentas. En unos años, los historiadores de la RSC en España, que los habrá, tendrán que acudir a vuestro medio para entender la evolución de la materia en España.
Querido Javier, ¿cuáles fueron los mayores desafíos, barreras y obstáculos que enfrentaste al implementar prácticas de RSE en las primeras etapas?
Primero, como te he dicho, que era algo puramente voluntario, que generaba costes y no retorno. Hubo que convencer a una generación de directivos que venían de la antigua escuela que aquello era positivo y que el mercado o los inversores te lo iban a terminar premiando y que el legislador nacional y europeo iban a ir por ahí. Eso es visión.
Creo que en primera línea quedamos pocos de aquellos pioneros de la RSC a principios de siglo. Están muchos prejubilados o en otros ámbitos. Pero me acuerdo aparte de Alfaro, de los Mesonero, Fuertes, Andreu, Baselga o Almagro. Pero sobre todo de un referente para todos, y maestro para mí, que fue Aldo Olcese, a quien le debemos haber sido hasta su reciente muerte, el gran influencer en grandes empresas y ante las administraciones, en materia de Responsabilidad Corporativa, y ligado todo a los consejos de administración.
“Me ayudó mi visión torera de la vida: triunfar o acabar en la enfermería, pero nunca salir por la puerta de la indiferencia”
Ahora esta visión pionera en su día la ha facilitado e impulsado el legislador nacional y europeo para que llegue a las mesas de los consejos, pero entonces Aldo y esa “delantera” que fuimos los que te he nombrado, tuvimos que ir convenciendo que la Sostenibilidad o la RSC era el elemento justificador o moral del capitalismo moderno. Y otra cosa, que no era un tema de comunicación, sino de pura estrategia de la administración de la empresa. Defender esa idea nos dio algún disgusto frente a los que querían este tema para su comunicación.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
Creo que mi visión “torera” de la vida, que no oculto y hago gala de ella, me ha ayudado bastante. Aquí hay que tener una buena mano izquierda dentro de las organizaciones para que el toro de la RSC fuera metiendo poco a poco la cabeza en la muleta empresarial, como lo ha hecho, y luego el coraje o el amor propio, como el que se enfrenta a un victorino o a un miura, de creer en una idea y a partir de ahí ponerte en ese sitio en el que o triunfas por la puerta grande o terminas en la enfermería. Pero nunca salir a pie por la “puerta de la indiferencia”.
“Lo financiero es un adjetivo de la Sostenibilidad, pero nunca debe ser el sustantivo”
¿Qué destacarías, Javier, de la evolución de tu trayectoria profesional y/o personal en este ámbito a lo largo de los últimos 20 años?
Siguiendo el símil taurino, uno está a estas alturas de la vida cosido a cornadas. “Valgo mis cornadas”, aquello que decía el viejo torero. Es decir, somos “pura experiencia andante”. Pasé por todo. Hasta por la absorción de aquellos que se creían que esto era exclusivamente un tema de comunicación o marketing. Pero siempre mantuve que esta materia es pura estrategia de la empresa, competencia por tanto del consejo de administración y, por supuesto, un ámbito esencial del Corporate Governance de la empresa.
Y el tiempo nos ha dado la razón. Mira a tu alrededor cómo todas las grandes empresas lo tienen como un objetivo estratégico; el Consejo formula políticas de Sostenibilidad; el reporte en RSC forma parte del informe de gestión del consejo; hay comisiones específicas; hay consejeros expertos y Europa ha legislado sobre ello haciéndolo un tema de cuentas.
¿Qué cambios significativos has observado en la RSE en España desde que comenzaste?
Te puedo responder con el título de mi discurso de ingreso en la RAED: “la ética y la sostenibilidad empresarial: de los cuentos a las cuentas”. Casi hemos hecho a la RSC o la ESG un tema de cumplimiento. De hecho, ocupo las dos direcciones en FCC: Sostenibilidad y Cumplimiento.
“Esta materia es pura estrategia, no comunicación ni marketing”
Javier, ¿cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Sobre todo, el paso adelante del legislador europeo y nacional. La gran transformación de la RSC a la Sostenibilidad no se ha hecho por mero voluntarismo sino por la intervención directa del legislador europeo, principalmente, y por seguir la corriente del legislador europeo.
¿Podrías compartir algún momento o experiencia que haya sido especialmente memorable en tu trayectoria en RSE?
Principalmente el apoyo explícito en dos etapas de FCC de sus accionistas respectivos de control: Esther Koplowitz en mis primeros diez años y en estos últimos diez el ingeniero Carlos Slim, dos filántropos de talla mundial. Tampoco olvido el día que nos dieron la medalla de plata mundial a FCC en el DJSI por su comportamiento ESG o cuando me nombraron Compliance Officer del Grupo en 2018.
“Los pioneros fuimos como evangelistas de la RSC”
¿Qué consejo, Javier, le darías a las nuevas generaciones de profesionales interesados en la RSE?
Primero, que se formen transversalmente en todas las materias que integran la Sostenibilidad como lo jurídico, lo medioambiental, lo social o laboral, la comunicación o el reporte, etc.
Segundo, y muy importante, que sean unos convencidos, unos creyentes, de la importancia de la Sostenibilidad, de la ética, en el avance de las empresas en la sociedad del siglo XXI. Los pioneros fuimos como unos evangelistas de la RSC en aquellos tiempos inciertos.
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad? ¿Qué retos y oportunidades anticipas para las próximas dos décadas?
Vivimos un tiempo de cierto parón o hastío. Han sido años de una gran prodigalidad legislativa europea y nacional. Quizá el péndulo tenga que volver al punto intermedio. No hay que volverse tampoco loco con las finanzas sostenibles, la taxonomía. Lo financiero es un adjetivo de la Sostenibilidad, pero nunca debe ser el sustantivo. Que nadie se equivoque.
“El tiempo nos ha dado la razón”
El verdadero y único sustantivo es la Sostenibilidad a secas, que es transversal y, como tal, dinámica, afectando a todos los ámbitos de la empresa y no focalizada solo en el resultado económico. Creo que la Sostenibilidad o la RSC es la conciencia de la empresa para emplazarse en la sociedad. Es su propósito social. Su legitimación moral en la ciudadanía. Y alguien debe construir ese relato más allá de lo financiero. Giramos el timón hacia un capitalismo consciente.
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor contribución al campo de la RSE?
Modestamente estoy orgulloso de mi trabajo para colocar esta materia en la sede de los consejos, pues es un tema de estrategia y por tanto dentro del ámbito de competencias del consejo. Me puse en frente, con algún disgusto, de los que intentaron llevarse esta materia al ámbito de la mera comunicación o marketing. El tiempo nos dio la razón. Ahora, aquellos se han dado cuenta que llevábamos en su día la razón e intentan reposicionarse.
“Colocar esta materia en los consejos fue mi mayor contribución”
Para concluir, Javier, ¿cómo te gustaría que se te recordara en el ámbito de la RSE?
Me aplico cada día en el mundo de la empresa aquel titular de una película que me impactó: “nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto” o el título de aquella novela colombiana de Héctor Faciolince: “El olvido que seremos”.
Me conformo con haber hecho un trabajo responsable en FCC después de más de 20 años y que mi mujer y mis dos hijos me quieran o que una buena persona como tú, Marcos, que tienes mucho mérito como editor, te hayas acordado de una serie de pioneros de la RSC en España. Dice mucho de tu calidad humana. Y ahora para acabar, te voy yo a dar un consejo que me legó mi madre recientemente fallecida: “Adelante, siempre adelante, pase lo que pase”.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el espacio de FCC en Organizaciones Corresponsables 2025.