En el mundo actual, la creación de espacios de trabajo saludables se ha convertido en una prioridad empresarial. El clima laboral es un factor crítico que influye directamente en el rendimiento organizacional y es el termómetro que mide la salud de una empresa. Propiciar la creación de entornos saludables es un pilar de éxito.
En este sentido, sostenibilidad y salud van de la mano, e invertir en el mayor valor de una compañía, que son sus empleados, contribuyendo a la sostenibilidad, genera beneficios tangibles a la organización. Dado que dedicamos por lo menos un tercio de nuestra vida a la actividad profesional y de ésta el 80% transcurre en el lugar de trabajo, contar con espacios que, además de sostenibles, contribuyan a la salud física, mental y social de los empleados se traduce en mayor productividad. Y esto es lo que la Arquitectura Saludable proporciona.
Cuando en Jazz Iberia nos planteamos el diseño de nuestra sede en Madrid, teníamos como objetivo que nuestras oficinas contribuyesen a cuidar de los empleados, ir un paso más allá de la sostenibilidad y premisas medioambientales, contribuyendo a su salud física, mental y social. Un lugar en el que estuviesen a gusto, que invitase a la conectividad y colaboración, con elementos naturales que favoreciesen la interacción. Nuestras oficinas debían generar retroalimentación positiva, favoreciendo la innovación y la cultura de alto rendimiento.
El modelo de trabajo de Jazz, REMIX, diseñado para proporcionar un mayor nivel de flexibilidad en cómo y dónde trabajamos, fue un aliciente más para contar con una sede completamente alineada con nuestro propósito y visión, y que inspirase a los equipos a desarrollar soluciones innovadoras para transformar la vida de los pacientes.
Así, hemos constatado que los pilares de la OMS de Oficinas Saludables tienen un claro impacto positivo en nuestros empleados y en nuestra productividad:
- Calidad de los Espacios: la calidad del aire, luz, ruido y temperatura son esenciales. Así como el uso de materiales sostenibles y saludables y el mobiliario ergonómico. El resultado es una utilización de nuestras oficinas por encima de lo esperado, que se traduce en indicadores positivos medibles.
- Imagen Corporativa: fusionar la cultura organizacional con la imagen refuerza los valores de la compañía en los espacios y promueve la comunicación y colaboración, contribuyendo a reforzar el orgullo de pertenencia.
- Sostenibilidad: La gestión eficiente de recursos naturales y energéticos, el reciclaje, los materiales empleados y el diseño biofílico (iluminación y vegetación natural) son fundamentales. Mención especial merecen nuestras plantas, que son parte clave de nuestro espacio y, además de purificar el aire, tienen un efecto positivo sobre las personas. Se ha comprobado que tener plantas naturales cerca y/o vistas a la naturaleza, disminuye nuestro estrés y aumenta nuestra concentración hasta un 15%. Algo no identificado inicialmente es el efecto positivo de los cuidadores de nuestro jardín (personal de ILUNION), que son parte de nuestro día a día, contribuyendo a esa sociabilidad constructiva que genera el “buen rollo” que se respira en la oficina.
- Flexibilidad: Los espacios adaptados a las necesidades de los trabajadores fomentan nuevas formas de trabajo. Contar tanto con espacios abiertos, como salas de reuniones y áreas de concentración individual o pequeños grupos invita a venir a la oficina y contribuye a ser más productivos.
En nuestra experiencia, un entorno de trabajo sostenible y saludable mejora el bienestar de los empleados y es un factor clave para atraer y retener el talento, reducir el absentismo y reforzar el compromiso, con una contribución directa y positiva en nuestros resultados.
Según Mente y Vida, solo el 20% de las empresas españolas se pueden considerar saludables. La buena noticia es que cada vez más compañías se conciencian sobre la importancia de promocionar la salud de los empleados, conocedores del impacto positivo que tiene en la productividad.
Solo puedo concluir diciendo que la arquitectura saludable es más que una tendencia; es una necesidad para las empresas que buscan prosperar en el competitivo mercado actual. Empieza por la alta dirección y debe ser parte del propósito y visión corporativos. Al invertir en entornos de trabajo saludables, no solo mejoramos la calidad de vida de los empleados, sino que también aseguramos su éxito a largo plazo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Arquitectura Saludable