Durante el foro “Movilidad Segura: Estándares de Seguridad para Baterías en Vehículos Eléctricos”, especialistas de UL Standards & Engagement (ULSE), representantes del gobierno, la academia y la industria coincidieron en que la transición hacia la electromovilidad en México solo será sostenible si se respalda con estándares de seguridad robustos. Se destacó la necesidad urgente de regulación sólida para mitigar riesgos como la “fuga térmica”, un fenómeno de autocalentamiento que puede derivar en incendios o explosiones en las baterías de iones de litio.
Rodolfo Osorio, titular de Electromovilidad en la Secretaría de Economía, subrayó que el sector es estratégico para la generación de empleos, atracción de inversiones y sostenibilidad, pero advirtió que no basta con fabricar vehículos eléctricos: México debe ampliar infraestructura de carga, garantizar el uso de energía limpia y desarrollar baterías propias. En este marco, se presentó el proyecto Olinia, iniciativa respaldada por el gobierno que busca producir vehículos eléctricos ligeros y accesibles, bajo estándares internacionales como la norma UL 2271. El proyecto contempla una inversión de 25 millones de pesos en una planta de baterías con producción prevista para mayo de 2027.
Jeff Marootian, CEO de ULSE, afirmó que “los estándares no solo previenen accidentes, también crean el entorno adecuado para que la innovación prospere”, mientras que expertos como Judy Jeevarajan y Denice Durrant enfatizaron que factores como protocolos de carga, sistemas de enfriamiento y pruebas rigurosas son claves para garantizar seguridad sin limitar la innovación. ULSE mantiene más de 1,700 estándares activos y continúa adaptándolos para responder a los retos de la electromovilidad.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.