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Corresponsables celebra 20 años impulsando la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Con motivo de este hito, hemos conversado con Débora Villecco, Directora de Sostenibilidad en TWG – Truck and Wheel Group, quien reflexiona sobre el impacto de la RSE en las últimas dos décadas, su evolución y la importancia de la comunicación de la Sostenibilidad.
Débora comenzó su carrera en el ámbito de la Responsabilidad Social en 1997, cuando lideró un proyecto con impacto social en Bolivia, y desde entonces ha trabajado en diversas empresas, incluyendo una petrolera y consultoras, siempre con el objetivo de integrar la Sostenibilidad en el core business de las organizaciones. A lo largo de su carrera, ha sido testigo de los cambios fundamentales en la forma de abordar la RSE, desde una visión limitada como marketing social hasta convertirse en un pilar estratégico de los negocios.
En esta entrevista, Villecco explica cómo su interés por medir el ROI de las iniciativas sociales y ambientales fue el motor de su carrera, destacando que, desde el inicio, le preocupaba que la RSE se viera como una simple herramienta de filantropía. Además, menciona que el panorama ha cambiado enormemente en estos años, gracias al avance de herramientas como GRI, que han permitido a las empresas medir sus impactos de manera más precisa y a integrar los riesgos en su estrategia de Sostenibilidad.
“Lo que más valoro de Corresponsables es su capacidad para ser el referente más importante en la comunicación de la Sostenibilidad en España, y un puente con América Latina. Nos ofrece una plataforma única para compartir y aprender de otras iniciativas exitosas, permitiendo a los profesionales del sector estar al tanto de lo que está sucediendo en el mundo de la RSE. Esto es esencial para mejorar continuamente nuestras prácticas y fortalecer nuestras estrategias”, afirma Villecco, resaltando la importancia de Corresponsables en el fortalecimiento de la RSE.
A lo largo de su carrera, ha sido testigo de la transformación de la RSE de un enfoque filantrópico a una estrategia integrada que, hoy en día, forma parte de la visión global de las empresas. Para Débora, los hitos más importantes en la evolución de la Sostenibilidad incluyen la aparición de GRI, la firma del Acuerdo de París y la incorporación de la doble materialidad en los informes de impacto. Estos avances han permitido a las organizaciones integrar la RSE en su ADN y medir los efectos de sus acciones tanto en la sociedad como en su propio desarrollo empresarial.
¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste a interesarte e involucrarte en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
Comencé en el año 1997 siendo Office Manager en una empresa sísmica canadiense. Lideré un proyecto con impacto social en Bolivia y luego, cuando regresé a mi país (Argentina), me formé en IARSE y en GRI. Continué trabajando en una empresa petrolera como Responsable de RSE hasta el año 2015 y me gradué en el posgrado Management en ONGs de la Universidad de San Andrés y en el Diplomado de RSE de la Universidad de San Martín. En esta compañía, lideré proyectos sociales y ambientales. Cuando vine a España, comencé a elaborar Memorias de Sostenibilidad según la Ley 11/2018 para una consultora y hoy soy Directora de Sostenibilidad en una empresa multinacional de logística y ensamble de neumáticos.
“Desde el inicio, me interesó saber cómo vincular el ROI de todas las iniciativas sociales y ambientales de las empresas”
Desde el inicio, me interesó saber cómo vincular el ROI de todas las iniciativas sociales y ambientales de las empresas, es decir, que no simplemente se tratara de que las empresas impactaran en las comunidades, sino cómo medir estos impactos y que se pudiera contabilizar este ROI. La mayoría de las empresas sólo se dedicaban a relatar sus acciones sin alinearlas a su core business o a medir esos impactos, y ello perjudicaba la idea de lo que significaba la RSE. Sólo se veía como marketing social o filantropía y eso me preocupaba mucho.
¿Cómo era el panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
En sentido positivo, con el paso de los años, diferentes instrumentos y herramientas como el GRI ayudaron a enfocar y darle entidad a la RSE. En general, las empresas grandes, ya sea por requerimientos normativos o por otras razones, comenzaron a medir sus impactos y a medir sus riesgos, y comenzaron a ver la gestión de la RSE como un instrumento positivo para incrementar sus valores.
Querida Débora, ¿cuándo conociste a Corresponsables? ¿Qué papel consideras que ha tenido en el impulso de la RSE en las últimas dos décadas?
Conocí a Corresponsables a través de IARSE, donde tuve la oportunidad de colaborar un año antes de mudarme a vivir a España. Desde entonces, he seguido de cerca su evolución y el impacto que ha tenido en la comunicación de la Sostenibilidad en el ámbito español, y cómo ha sido un puente de conexión crucial con América Latina. Corresponsables se ha establecido como “el referente” más importante en cuanto a la comunicación de la Sostenibilidad. Lo que más valoro es que proporciona una plataforma clave donde los profesionales del sector podemos compartir información y aprender unos de otros.
“Corresponsables se ha establecido como ‘el referente’ más importante en cuanto a la comunicación de la Sostenibilidad”
En mi caso, como responsable de Sostenibilidad, esta conexión es indispensable para estar al tanto de lo que están haciendo otras organizaciones. La posibilidad de aprender de las iniciativas exitosas de otros y, a su vez, dar visibilidad a nuestras propias iniciativas, ha sido fundamental para fomentar el intercambio de mejores prácticas y fortalecer nuestras estrategias. Esta comunicación constante es uno de los pilares más importantes para la mejora continua en el campo de la RSE.
¿Qué cambios significativos has observado en esta materia desde que comenzaste?
A lo largo de los años, he sido testigo de transformaciones significativas, tanto a nivel de conceptualización como de práctica en la RSE. En primer lugar, uno de los mayores avances ha sido la profesionalización del sector. La incorporación de métricas y herramientas como el GRI ha permitido contar con una base más sólida para medir y evaluar los impactos de las iniciativas sociales y ambientales. Esto ha proporcionado una visión más clara y cuantificable, lo que antes era difícil de lograr. Con el tiempo, esa visión de los impactos no solo se limitó a un análisis de las consecuencias positivas, sino que también incorporó una evaluación de los riesgos, lo que representó un gran salto hacia una gestión más integral. Este enfoque 360° de la RSE ha permitido a las empresas comprender de manera más precisa los efectos a corto y largo plazo de sus acciones, tanto dentro como fuera de la organización.
“La mayoría de las empresas sólo se dedicaban a relatar sus acciones sin alinearlas a su core business o a medir esos impactos”
Además, estos avances han generado una mayor profesionalización también en el tercer sector, ya que las empresas, cada vez más exigentes, demandan resultados medibles y verificables sobre la responsabilidad social y los impactos de sus iniciativas. Como resultado, hemos pasado de una visión limitada de la RSE como un campo de filantropía y marketing social, a una visión más estratégica, en la que se reconoce el rol fundamental de las empresas en la construcción de una sociedad más equitativa y sostenible. Este proceso ha sido clave para modificar la percepción del papel de las empresas dentro de la sociedad y cómo pueden generar un impacto positivo de manera más efectiva.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos más importantes en la evolución de la RSE y la Sostenibilidad en estas dos décadas y qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Uno de los hitos más importantes que marcó un antes y un después en la evolución de la RSE fue la aparición del GRI (Global Reporting Initiative), que permitió establecer un marco de referencia común para la elaboración de informes de Sostenibilidad. Este estándar permitió a las empresas comunicar de manera más estructurada y transparente el impacto social y ambiental de sus actividades. Otro gran cambio fue la firma del Acuerdo de París, que consolidó la lucha contra el cambio climático como una prioridad global, obligando a las empresas a tomar un rol activo en la reducción de su huella de carbono.
A lo largo de estos años, el SASB (Sustainability Accounting Standards Board) también ha jugado un papel fundamental, al proporcionar a las empresas un conjunto de criterios de sostenibilidad adaptados a cada sector específico. Además, la evolución de los requerimientos normativos ha sido un factor clave. Lo que antes era voluntario, ha pasado a ser un conjunto de exigencias legales que las empresas deben cumplir, lo que ha impulsado un mayor compromiso con la Sostenibilidad.
Otro de los aspectos más trascendentales ha sido el cambio de la materialidad a la doble materialidad, un enfoque que no solo mide los impactos de las empresas sobre el entorno y la sociedad, sino que también toma en cuenta cómo los factores sociales y ambientales afectan a las propias empresas. Este cambio ha sido fundamental para mejorar la comprensión de la RSE y su integración más profunda en las estrategias empresariales.
¿Qué lecciones has aprendido, Débora, a lo largo de tu carrera en RSE?
A lo largo de mi carrera, he aprendido que la Sostenibilidad no es solo una cuestión de buenas intenciones, sino una herramienta estratégica que debe estar integrada a la gestión empresarial en su totalidad. La Sostenibilidad es, ante todo, gestión y creatividad, y su implementación efectiva puede ser una de las claves para minimizar riesgos, generar valor a largo plazo y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo de la sociedad. Para alcanzar estos objetivos, es esencial que las empresas comprendan que la Sostenibilidad no debe verse como un área aislada, sino como una parte integral de su modelo de negocio.
“La comunicación constante es uno de los pilares más importantes para la mejora continua en el campo de la RSE”
A pesar de los avances, muchas empresas todavía ven la Sostenibilidad como un área de comunicación o una simple herramienta de marketing, como si fuera un “brochure” bonito para exhibir en su página web. Este es un gran error, ya que la Sostenibilidad implica un enfoque global y holístico. Gestionar áreas de Sostenibilidad es un desafío constante, no solo porque se trata de un área transversal que afecta a todas las partes de la organización, sino porque es necesario demostrar continuamente su valor a la alta dirección y a los responsables de otras áreas. Mostrar cómo estas acciones contribuyen no solo al bienestar social y ambiental, sino también a la rentabilidad y la competitividad de la empresa es esencial para ganar su apoyo.
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Recuerdo especialmente los primeros años trabajando en una empresa petrolera familiar con un enfoque muy marcado hacia la filantropía. Durante ese tiempo, fue un verdadero desafío lograr alinear las acciones de RSE con el core del negocio. En aquellos días, la RSE era vista por muchos como algo adicional, casi como una actividad secundaria, y no como una parte integral del modelo de negocio. Fue un esfuerzo enorme educar tanto a la alta dirección como a los equipos operativos sobre la importancia de integrar la Sostenibilidad de manera estratégica.
Fue necesario explicar cómo las iniciativas de RSE no solo podían mejorar la reputación de la empresa, sino también generar un impacto positivo en las comunidades y, al mismo tiempo, ser financieramente viables. A pesar de las dificultades iniciales, este proceso de integración fue increíblemente enriquecedor y abrió las puertas a una visión más amplia y madura de lo que significa la RSE. Sin duda, esos primeros años me enseñaron que la Sostenibilidad requiere paciencia, persistencia y, sobre todo, una visión estratégica a largo plazo.
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros en esta materia?
Para mí, IARSE ha sido uno de los pioneros más importantes en la RSE en América Latina, sin lugar a dudas. A nivel personal, tuve la suerte de escuchar por primera vez a Luis Ulla hablando sobre la RSE y fue una experiencia reveladora. Su enfoque estratégico y su visión profunda sobre el rol de las empresas en la sociedad cambiaron completamente mi perspectiva. Su capacidad para transmitir la importancia de alinear la RSE con el core del negocio fue algo que me marcó profundamente.
Otro referente clave es ARCOR, una empresa que ha demostrado, a través de los años, cómo la Sostenibilidad debe estar absolutamente integrada en todos los aspectos del negocio. Estas iniciativas pioneras no solo han sido inspiradoras, sino que también han servido de modelo para muchas otras empresas que han comenzado a tomar en serio la RSE y a ver en ella una oportunidad estratégica de negocio.
Débora, ¿puedes compartir algún caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
ARCOR es, sin duda, uno de los ejemplos más emblemáticos de RSE exitosa. Lo impresionante de ARCOR es que todas sus iniciativas de Sostenibilidad están completamente alineadas con su core del negocio. La empresa no solo ha desarrollado un enfoque estratégico hacia la RSE, sino que ha integrado estas acciones en su modelo de negocio de manera que contribuyen a su sostenibilidad a largo plazo. A pesar de operar en un entorno complejo y desafiante, tanto desde el punto de vista político, económico y social, ARCOR ha logrado liderar con un enfoque claro y sólido hacia la sostenibilidad. Este tipo de compromiso demuestra que la RSE no es una moda, sino una herramienta crucial para el desarrollo a largo plazo de cualquier empresa.
“La Sostenibilidad es, ante todo, gestión y creatividad, y su implementación efectiva puede ser una de las claves para minimizar riesgos”
¿Cómo ves el futuro de la RSE y la Sostenibilidad?
El futuro de la RSE y la Sostenibilidad se perfila como un desafío continuo, pero también lleno de oportunidades. Uno de los mayores retos es la necesidad de seguir profesionalizando la gestión en estas áreas. No veo la normativa como un obstáculo, sino como un aliado que, bien implementado, puede mostrar el camino correcto para las empresas. Si bien muchas empresas aún pueden ser reacias a adoptar enfoques sostenibles por convicción, la obligatoriedad de cumplir con normativas legales les brinda una excelente oportunidad para demostrar que la Sostenibilidad nunca resta, sino que, por el contrario, siempre suma.
Creo que, en el futuro, veremos una mayor integración de la Sostenibilidad en las estrategias de negocio, con una visión más clara de los impactos y los riesgos asociados. Las empresas que logren alinear sus objetivos de Sostenibilidad con su core del negocio estarán mejor posicionadas para afrontar los desafíos del futuro.
Para finalizar, ¿qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones deben jugar un papel fundamental en la continuación del legado de la Sostenibilidad. La profesionalización es clave para que puedan abordar no solo los temas de medioambiente y Derechos Humanos, sino también comprender de manera integral las cuestiones de Gobernanza, normativa, riesgos, impactos y oportunidades. Estas áreas son cada vez más cruciales para desarrollar un enfoque equilibrado y efectivo de RSE. Es necesario que las nuevas generaciones estén bien preparadas para afrontar los desafíos que se presentan, y para aprovechar las oportunidades que la Sostenibilidad ofrece.
“Es necesario que las nuevas generaciones estén bien preparadas para afrontar los desafíos que se presentan”
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