¿Cómo nació la iniciativa KM ZERO y cuál fue tu motivación personal para liderarla?
KM ZERO nació en 2018 con la vocación de liderar un cambio real en nuestro sistema alimentario, haciéndolo más saludable, sostenible y justo. Con este objetivo, iniciamos la creación de un ecosistema de colaboración entre grandes compañías agroalimentarias, startups, inversores, instituciones, líderes de opinión y organizaciones que abordan los retos de redefinir la forma en la que producimos, consumimos y reaprovechamos los alimentos. Es un gran desafío de carácter global, pero desde nuestro nacimiento hace siete años hemos dado importantes pasos convertirnos en el punto de referencia para la conversación sobre el futuro de la alimentación, conectando a las personas que la están liderando.
En 2018 estaba viviendo en Italia y trabajando en una organización que se dedica a explorar las “señales del futuro” que marcarán el futuro de la alimentación. Paco Martínez, Raúl Martín y Nora Romero que en ese momento estaban dando forma a KM ZERO, vinieron a conocer nuestra iniciativa. Enseguida me enamoró el proyecto que querían impulsar y decidí volver a España para darle forma con ellos. Ví inmediatamente el potencial en este proyecto por la convicción las personas que lo estaban impulsando y su conexión y poder de influencia en la industria alimentaria.
¿Cuál es la visión principal de KM ZERO en relación con el futuro del sistema alimentario?
Nuestra visión se resume en pasar a la acción para afrontar un desafío que ya no podemos obviar: la necesidad de producir de forma sostenible alimentos saludables y accesibles para una población que alcanzará los 10.000 millones de personas en el año 2050. KM ZERO nació con la convicción de que el cambio no puede esperar y de que un reto de estas características necesita de una respuesta global y colaborativa. Por este motivo, desde nuestros inicios hemos puesto el foco en identificar e involucrar en este compromiso de acción a los diferentes actores de la cadena agroalimentaria, desde empresas productoras a distribuidores, pasando por la comunidad científica, las entidades públicas y los expertos en gastronomía
¿Qué impacto esperáis generar a través de los premios Food Changemaker?
Los premios Food Changemakers son un reconocimiento a aquellas personas que ya están liderando un cambio real en el sistema alimentario a través de sus proyectos e iniciativas. Se trata de voces con un gran impacto en el sector, pero cuya labor a veces pasa inadvertida para parte de la sociedad, por lo que estos galardones también tienen una vocación divulgativa y buscan llevar al gran público el trabajo y avances de estas personas extraordinarias. Esta primera edición de los premios Food Changemakers ha sido una experiencia realmente positiva y esperamos que, en los próximos años, estos galardones cada vez tengan más presencia entre tanto entre la opinión pública como entre todos los profesionales dedicados a la innovación alimentaria.
¿Cómo se seleccionan a los perfiles que participan en el programa?
Los expertos que forman parte de nuestra red de Food Changemakers son líderes en diferentes ámbitos de la innovación alimentaria que se han ido sumando a las diferentes iniciativas de KM ZERO, formando en la actualidad una comunidad permanente y que colabora de forma continua. Se trata de un colectivo único y en constante evolución, con el que ahora estamos dando un nuevo paso para consolidar un Think tank con capacidad real para influir en el futuro del sector agroalimentario y entre los decisores públicos.
¿Qué papel juega la innovación en los proyectos que apoyáis desde KM ZERO?
Impulsar la innovación entre los diferentes actores del sector agroalimentario es una de las razones de ser de KM ZERO. Redefinir nuestro sistema alimentario requiere de cambios profundos y de volver a definir modelos profundamente asentados tanto entre la industria como entre los consumidores. Por ello, son necesarias nuevas ideas y abordajes, y esto sólo es posible desde la innovación y la colaboración entre todos los agentes de la cadena alimentaria. En este sentido, en KM ZERO llevamos desde nuestra fundación trabajando con iniciativas de innovación abierta, en las que facilitamos el trabajo conjunto entre emprendedores, grandes compañías, inversores y centros de investigación para impulsar nuevos proyectos con capacidad de generar cambios reales en la industria alimentaria.
¿Cómo ha evolucionado la red internacional de colaboraciones en estos años?
Profesionales destacados en distintas áreas vinculadas a la transformación del sistema alimentario se han incorporado progresivamente a los proyectos impulsados por KM ZERO, consolidando hoy en día una comunidad estable que trabaja conjuntamente no solo en los encuentros que realizamos, sino a través de proyectos colaborativos. Se trata de un colectivo único, cuyo conocimiento y experiencia ya está siendo clave para que surjan proyectos innovadores llamados a cambiar el sector agroalimentario.
¿Qué desafíos encuentras al impulsar la transformación del sistema alimentario desde España?
España cuenta con todo lo necesario para encabezar la transformación del sistema alimentario. Tenemos una industria alimentaria reconocida internacionalmente, un ecosistema de startups agrifoodtech en aumento y una cultura gastronómica excepcional. El reto se presenta al vertebrar todas estas ventajas para generar un movimiento conjunto, apoyado por agentes públicos y privados y que pueda sumarse a las iniciativas desarrolladas en otros países.
Este trabajo de identificación de actores, generación de espacios de colaboración y creación de oportunidades reales de negocio, innovación e inversión además de conexiones con plataformas y organizaciones de otros países es una parte fundamental de las actividades de KM ZERO, que se plasma especialmente en nuestra iniciativa ftalks, el mayor foro sobre el futuro de la alimentación de Europa y LATAM, que se celebra en Valencia y Ciudad de México y que este 2025 alcanzará su 10ª edición.
¿Qué aprendizajes destacarías tras trabajar con líderes globales del cambio como los premiados este año?
Tenemos más claro que nunca que para que se produzca el cambio deseado, debemos involucrar a los diferentes actores implicados: será una transformación multi-actor o no se producirá. Reguladores, empresas, emprendedores, financiadores, investigadores, y sociedad civil deberán alinearse en torno a una visión compartida y aceptada por todas las partes. Esto es sin duda el mayor reto ante el que nos enfrentamos teniendo en cuenta que los sistemas de gobernanza supranacionales están pasando por un momento de profunda crisis, dejando un vacío en el liderazgo del mundo a futuro.
¿Qué oportunidades ves para que más personas y empresas se sumen a la revolución alimentaria?
Estamos en un momento en el que la tecnología y el ecosistema emprendedor aportan novedades de forma continuada, a lo que se suma que nunca antes habíamos tenido un conocimiento tan profundo del papel de los alimentos en nuestra salud y bienestar. Todas estas circunstancias hacen que profesionales de muchos ámbitos distintos puedan aportar desde sus respectivas disciplinas: la biotecnología, la descarbonización de procesos, el desarrollo de nuevos materiales de envasado, la agricultura regenerativa, la nutrición avanzada… Son muchos los aspectos en los que se pueden producir mejoras de calado para la cadena alimentaria, por lo que un gran abanico de emprendedores, empresas y organizaciones tienen ahora una oportunidad perfecta para pasar a la acción y sentar las bases para el futuro de la alimentación.
¿Qué próximos pasos o proyectos tiene en mente KM ZERO para seguir generando impacto?
Queremos ser un ejemplo para el mundo de la alimentación de cómo se puede innovar de forma abierta y colaborativa. Sabemos que para garantizar que la producción y consumo de buenos alimentos a gran escala, tenemos que ser capaces de integrar conocimiento y tecnología a una velocidad nunca antes vista. KM ZERO aspira a ser el aliado para las empresas que quieran formar parte de la creación del futuro. Con nuestra red global de Food Changemakers, nuestros encuentros físicos y nuestra herramienta de conexión, nos convertiremos en el “cerebro más inteligente” que nos guíe a un mejor futuro de la alimentación.
Este grupo lo componen más de un centenar de líderes mundiales en distintos ámbitos de la alimentación, procedentes de más de 20 países y con una gran capacidad de impacto positivo y poder de influencia. El objetivo pasa por consolidar esta estructura de Think tank y desarrollar una influencia clara en el rumbo del sector agroalimentario, así como entre los decisores públicos.