Javier Sánchez es el CEO de Ray Musgo Sostenible, una marca de calzado que ha nacido con un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la producción local. Fundada por él mismo y su socia Lorena, ambos con un sólido perfil en el sector medioambiental, la empresa busca revolucionar el mundo del calzado con prácticas responsables que respetan tanto el medio ambiente como la salud de los consumidores. En esta entrevista, Javier nos explica cómo han logrado hacer de la sostenibilidad el corazón de su modelo de negocio y cuál es el futuro que tienen en mente para Ray Musgo Sostenible.
¿Cómo nace Ray Musgo Sostenible y quiénes están detrás del proyecto?
Ray Musgo Sostenible está liderada por dos socios: Ray, responsable del diseño de producto y la atención al cliente, y Lorena, encargada de la producción. Ambos provienen del sector medioambiental —Ray es geólogo y Lorena ingeniera química— y decidieron crear una marca de calzado que reflejara su compromiso real con la sostenibilidad. “Nuestro enfoque ambiental y social existía antes que la idea del zapato”, explican, “nacimos de la necesidad de demostrar que es posible fabricar calzado realmente sostenible”.
¿Cómo ha sido la evolución de la empresa desde sus inicios?
El proyecto comenzó como un ejercicio personal y, tras ganar varios concursos de emprendimiento verde, como una aceleradora en Bruselas y el Green Weekend, fue tomando forma profesional. Entre 2015 y 2018, la empresa creció orgánicamente hasta instalarse en un local propio en Zaragoza, ampliando su capacidad de almacenamiento y producción. Su modelo, basado en la escucha directa del cliente, les permite adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado, lo que supone una ventaja frente a las grandes multinacionales del sector.
La sostenibilidad está en vuestro ADN. ¿Cómo la aplicáis en materiales y procesos?
“Para nosotros, la sostenibilidad se basa en la suma de muchos factores”, explica Ray. “Desde el uso de materiales responsables hasta una producción local que reduzca al máximo los transportes”. Fabricar en Zaragoza es una decisión inamovible, aunque implica coordinarse con más de 50 empresas auxiliares cercanas. Además, aplican prácticas de gestión sostenible de residuos y automatización en el proceso de corte para minimizar desperdicios.
¿Qué distingue vuestro modelo de negocio dentro del sector?
Ray Musgo Sostenible apuesta por un modelo artesanal y sostenible, en lugar de perseguir un crecimiento masivo. Su compromiso con la producción local genera empleo en la comunidad y fomenta un impacto social positivo. Paralelamente, la marca organiza jornadas de formación para clientes, donde se aborda la relación entre sostenibilidad, salud y el calzado “Barefoot”.
¿Cómo mantenéis la relación con los clientes y os adaptáis a sus demandas?
La comunicación directa con los clientes es clave. “Nos cuentan lo que necesitan, y eso nos permite adaptar el producto en poco tiempo”, señala Ray. Así, han respondido a la demanda de calzado diario que respete la forma natural del pie, convirtiéndose en un referente nacional en este segmento. Además, la empresa promueve la educación en sostenibilidad y salud, fomentando consumidores más conscientes.
¿Cuál es el origen del nombre Ray Musgo?
El nombre combina la sencillez internacional de “Ray” con la carga simbólica de “Musgo”, un indicador bioclimático de la calidad del aire. Aunque el musgo no es un material del calzado, representa su vínculo con la naturaleza. Tras años de investigación, utilizan piel de curtido ecológico, que garantiza elasticidad, transpiración y durabilidad. Cada zapato es fruto de un proceso técnico complejo que involucra a 124 personas diferentes.
¿Cómo afrontáis el futuro en cuanto a expansión y mercado?
Aunque la marca ha tenido ventas online en Europa, actualmente centra sus esfuerzos en el mercado español. “Tras la pandemia decidimos reforzar lo local”, explican. Para Ray Musgo, la sostenibilidad no es una tendencia, sino “el nuevo estándar de la industria”. Por eso, comunican los beneficios ambientales de sus productos a través de su impacto positivo en la salud del consumidor.