Entrevista para Corresponsables con Fernando Pardillo, Director de Sostenibilidad de Astara, en la que explica cómo la compañía está impulsando una movilidad más limpia, inclusiva y responsable a través de su modelo de negocio global. Astara es una empresa internacional de servicios de movilidad presente en 19 países y tres continentes, que combina la distribución de automóviles con soluciones integrales basadas en la tecnología y los datos.
Fernando Pardillo detalla los avances del grupo en materia de descarbonización, su apuesta por los vehículos eléctricos, el desarrollo de su modelo de suscripción flexible y la integración de criterios ESG en todas las áreas de la organización. Además, aborda los proyectos de economía circular, las alianzas con fabricantes y entidades sociales, y el papel de la cultura corporativa como motor para alcanzar la neutralidad climática en 2045.
¿Qué labor desarrollan en Astara?
Astara es una compañía global de servicios de movilidad. Estamos presentes en 19 países de tres continentes, principalmente en Europa —donde comenzamos en España—, en Latinoamérica y, desde hace dos o tres años, también en Asia, con Filipinas. Somos una de las principales compañías de distribución de marcas de automóviles, pero no solo nos dedicamos a eso: ofrecemos soluciones integrales de movilidad para clientes B2B y B2C que abarcan desde la compra de vehículos hasta su financiación, suscripción y servicios de asesoría en movilidad basados en datos. Analizamos la movilidad de nuestros clientes para poder asesorarles mejor. Todo ello bajo nuestro concepto de Open Mobility, que busca garantizar el acceso a la movilidad para todo tipo de usuarios.
¿Cómo definen su propósito en materia de sostenibilidad?
Nuestro propósito es claro: impulsar una movilidad más limpia, inclusiva y responsable. Para nosotros la Sostenibilidad no es un proyecto aislado, sino una forma de hacer negocio. Está integrada en nuestro modelo desde la promoción y venta de vehículos electrificados hasta la gestión operativa, reduciendo nuestra huella de carbono e impactos en los procesos, y fortaleciendo además la cultura global de la compañía. Contamos con más de 3.000 personas de más de 40 nacionalidades, y queremos que la Sostenibilidad forme parte de todas ellas.
Esto se articula en tres pilares principales. El primero es el de negocio. Tenemos una apuesta clara por facilitar la transición de nuestros clientes hacia el vehículo eléctrico. Hoy en día, más del 13% de los 200.000 vehículos que vendemos a nivel mundial son eléctricos —ya sean 100% eléctricos o híbridos enchufables, aproximadamente a partes iguales—.
Complementamos esta apuesta con nuestro modelo de suscripción, que es ideal para introducirse de forma flexible en el mundo del vehículo eléctrico. Lo llamamos flexible porque funciona como una suscripción tipo Netflix: mes a mes puedes suscribirte a un vehículo, hacerlo todo online, recibirlo en casa y decidir si lo devuelves o renuevas. Hemos comprobado que una de las principales barreras de entrada al vehículo eléctrico es el coste inicial y la incertidumbre sobre la tecnología. La suscripción elimina ese miedo y permite probarlo sin compromisos a largo plazo.
Además, asesoramos a clientes, especialmente empresas con flotas, para diseñar planes de electrificación adaptados a sus operaciones. Analizamos los patrones de consumo y movilidad de sus vehículos actuales y les mostramos cómo pueden pasar a eléctricos con ahorros significativos, ya que los costes operativos de estos son hoy menores que los de combustión.
El segundo y tercer pilar son operaciones y cultura. En ellos también avanzamos con paso firme. Hemos obtenido una puntuación de 56 puntos en el rating de EcoVadis, situándonos entre el 40% de las mejores empresas de las más de 120.000 evaluadas. EcoVadis analiza desempeño en medio ambiente, derechos humanos, ética y compras responsables. Gracias a esa valoración hemos recibido la insignia Committed y una calificación Advanced en gestión de emisiones.
También somos miembros del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, participando activamente en sus eventos y redes, y formamos parte de la iniciativa EV100 del Climate Group, que impulsa la electrificación de las flotas corporativas. El 60% de nuestra flota interna, compuesta por unos 1.500 vehículos, ya es eléctrica o híbrida enchufable.
Por último, estamos integrando la Sostenibilidad en las finanzas de la compañía mediante un marco de finanzas sostenibles que vincula los indicadores ESG a instrumentos financieros, mejorando así el acceso y las condiciones de financiación. Invertir en sostenibilidad reduce el riesgo empresarial, lo que genera valor también para las entidades financieras.
Astara se fija como objetivo la descarbonización total de sus operaciones y de su cadena de valor para 2045. ¿Qué hitos clave esperan alcanzar en los próximos años para avanzar hacia esa meta?
Efectivamente, nos hemos comprometido a alcanzar el net zero en 2045, abarcando los alcances 1, 2 y 3. Al ser intermediarios en la cadena del automóvil, el 99% de nuestra huella corresponde al alcance 3, pero estamos actuando en todos.
En alcance 1 y 2, queremos alcanzar el 100% de energía renovable en 2027. Actualmente ya estamos en un 80%, en unas 80 instalaciones distribuidas en 19 países. Donde no podemos instalar paneles solares, contratamos energía verde o certificados de energía renovable.
Otro hito es electrificar completamente nuestra flota interna. Ya hemos alcanzado un 60% —incluyendo híbridos enchufables— y esperamos llegar al 100% en 2035. Entre 2022 y 2023 redujimos la huella de alcance 1 y 2 un 17%. De cara a 2035, nuestro objetivo es reducir un 42% las emisiones absolutas de esos alcances y un 50% la intensidad de emisiones del alcance 3, todo ello alineado con la ciencia y los estándares SBTi.
El alcance 3 requiere trabajar estrechamente con nuestros partners y fabricantes para impulsar la venta de vehículos eléctricos. Este año ha sido clave, con más modelos accesibles y asequibles, lo que está acelerando la adopción global del vehículo eléctrico.
Dentro de su enfoque operativo, mencionan el uso de energías limpias, eficiencia energética y optimización de residuos. ¿Qué resultados han obtenido hasta ahora?
En 2024 hemos alcanzado un 80% de energía renovable en el grupo, especialmente en España y Chile, donde hemos instalado sistemas de autoconsumo solar. También hemos renovado instalaciones con iluminación eficiente e implantado sistemas de medición en tiempo real para reducir consumos.
En cuanto a residuos, generamos aproximadamente 1,5 millones de toneladas anuales —principalmente en talleres y almacenes logísticos— y el 73% ya se integra en la economía circular mediante reciclaje, reutilización o revalorización.
Un proyecto especialmente relevante lo hemos desarrollado en Colombia, donde damos una segunda vida a baterías de vehículos eléctricos dañadas. En colaboración con socios locales, las reparamos para usarlas como baterías de almacenamiento en comunidades vulnerables. En una de ellas, en el norte del Valle del Cauca, hemos aportado energía eléctrica a hogares liderados por mujeres, que además han sido formadas como instaladoras certificadas de sistemas solares. Este proyecto combina economía circular, impacto social y empleabilidad, y queremos replicarlo en otros países.
La cultura corporativa y la diversidad son parte esencial de su estrategia ESG ¿Qué iniciativas de personas y talento están desplegando para respaldar este eje social?
Para nosotros la sostenibilidad empieza por las personas. Nos enfocamos mucho en la formación: el año pasado alcanzamos una media de 33 horas por empleado, más del doble que el año anterior, y hemos incorporado herramientas como LinkedIn Learning.
Hemos construido una red global de gobernanza en Sostenibilidad. Desde Madrid coordinamos a responsables locales en cada país —los Sustainability Leads—, que impulsan las iniciativas y comunican los avances.
Promovemos espacios de diálogo, como los “cafés con mujeres”, para compartir experiencias, detectar barreras y fomentar la inclusión en un sector históricamente masculino. Hoy el 31% de nuestra plantilla son mujeres y el 40% de las nuevas contrataciones, con un objetivo del 33% en 2027.
También contamos con programas de inclusión de personas con discapacidad, como el desarrollado en Chile, donde más de 70 personas se han formado y ocho trabajan ya en nuestro almacén principal. Este proyecto ha reducido la rotación y duplicado la fidelización, y lo extenderemos a España, Bélgica y Suiza.
¿Qué papel desempeñan las alianzas y colaboraciones externas en su estrategia de movilidad sostenible?
Son esenciales. La sostenibilidad requiere alianzas; no se puede avanzar solo. Colaboramos estrechamente con fabricantes como BYD, MG, Lynk & Co, Hyundai, Kia y Volvo para impulsar la electromovilidad y acompañarlos en sus estrategias de sostenibilidad, ayudándoles a reducir huella y optimizar su cadena de valor.
Estamos expandiendo nuestro servicio de suscripción a países como Portugal y Suiza, en colaboración con concesionarios y proveedores locales.
En cuanto a infraestructura de carga, mantenemos acuerdos con Eneco (Bélgica, Holanda, Alemania), Copec Voltex (Chile) y emovili (España) para ofrecer a los clientes la instalación del punto de carga en casa y acceso a recarga pública, eliminando así una de las principales barreras para adoptar vehículos eléctricos.
Además, las alianzas también sustentan nuestros proyectos sociales, como el de las baterías en Colombia, y participamos activamente en foros del Pacto Mundial y la EV100, donde compartimos experiencias sobre la transición hacia la electrificación.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los retos más urgentes que perciben para cumplir con sus objetivos ESG?
Nuestro principal reto es generar valor para la compañía en un contexto de incertidumbre económica y regulatoria. Apostamos por integrar las finanzas sostenibles en la operativa, accediendo a créditos verdes y vinculado la sostenibilidad a la financiación.
Otro reto es implantar planes de adaptación al cambio climático junto a nuestros proveedores, especialmente ante riesgos en la cadena logística.
También debemos seguir reduciendo emisiones de alcance 3, sobre las que tenemos menor control, mediante flotas más eficientes y ampliando acuerdos de recarga.
El manejo de datos ESG es otro desafío clave, especialmente con la nueva directiva CSRD, que exige trazabilidad y rigor. Pero no queremos recopilar datos solo por obligación, sino para tomar mejores decisiones e impulsar la mejora continua con apoyo de la inteligencia artificial.
Y, por supuesto, el reto permanente es fortalecer la cultura corporativa: integrar la sostenibilidad en todas las personas de la organización, fomentar la colaboración e innovar para seguir avanzando como compañía responsable y comprometida.
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