¿Cómo trabaja su empresa en el día a día para promover la alimentación ecológica?
En Casa Grande de Xanceda creemos que para promover la alimentación ecológica el mejor aliado es la transparencia y la comunicación directa. En nuestra granja ecológica sita en el rural gallego coruñés recibimos a más de 13.000 visitantes al año. Las visitas son una magnífica oportunidad para explicar in situ las diferencias entre los modelos convencionales y ecológicos, desde la gestión de nuestras praderas eco, hasta el bienestar animal y la elaboración de nuestros lácteos eco en nuestra propia ecofábrica. La visita incluye además la degustación de productos ecológicos. Es decir: los visitantes escuchan y comprenden los beneficios medioambientales y sociales del sector eco, observan la producción misma y degustan los alimentos ecológicos, todo ello en un mismo acto. Es la mejor promoción de la Eurohoja (el sello del sector eco) que podemos ofrecer.
Además, entre nuestras iniciativas de RSC, promovemos diferentes programas educativos en los que personal de Casa Grande de Xanceda visita colegios de toda Galicia para ofrecer charlas de compromiso empresarial y social con los animales, con la naturaleza y con el rural, valores inherentes a la producción ecológica. Las nuevas generaciones son un elemento clave para que el futuro de la alimentación esté encaminado hacia el sector ecológico.
Asimismo, realizamos un gran esfuerzo de comunicación directa en redes sociales. De manera simple, amigable y divertida explicamos que optar por productos ecológicos es una forma más responsable y sostenible de consumir. Nuestras acciones de ahora tienen repercusión en el futuro.
¿Cuál cree que debería ser el rol de la producción ecológica en la sociedad española?
La producción ecológica es un bien común para toda la sociedad. Su rol en la lucha contra la crisis climática puede ser fundamental y por ello debe desempeñar un papel estratégico nacional. No sólo como un modelo agrícola y ganadero más respetuoso con el medio ambiente, sino como un motor de transformación hacia un sistema alimentario más justo y saludable.
En primer lugar, contribuye directamente a preservar la biodiversidad, proteger los suelos y reducir la contaminación del agua y del aire. En un contexto de emergencia climática, la agricultura ecológica actúa como aliada del clima al favorecer prácticas como el pastoreo extensivo, la rotación de cultivos o la reducción del uso de fertilizantes sintéticos, todo ello acciones que disminuyen las emisiones y potencian el secuestro de carbono.
Además, fortalece el medio rural, generando empleo de calidad y valor añadido, manteniendo pequeñas explotaciones familiares y fijando población en zonas despobladas. España, como potencia agroalimentaria europea, tiene la oportunidad de liderar este cambio apostando por modelos ecológicos, arraigados al territorio y que fomentan el empleo rural.
Es importante recalcar que la producción ecológica responde a una demanda creciente de los consumidores que buscan alimentos más saludables, de proximidad y con menor impacto ambiental. Su papel no debe limitarse a un nicho de mercado: debe integrarse como eje clave de las políticas públicas agrarias, sanitarias y climáticas.
Por último: los productores de alimentos deben ser conscientes que la producción en ecológico es económicamente rentable. Con una demanda creciente y un modelo de gestión cada vez más estudiado y probado, las economías de escala son cada vez mejores, llegando incluso a ofrecerse productos bio a precios similares a los de productos convencionales. El mito de que los productos eco son más caros empieza a desvanecerse.
¿Qué medidas podrían contribuir a qué la alimentación ecológica crezca en popularidad y porcentaje de compra entre los españoles?
España necesita una estrategia de alimentación ecológica nacional, en la que se promueva la producción, la comercialización y la comunicación sobre la alimentación ecológica. El consumo ecológico en España no puede depender de las acciones y los esfuerzos individuales de productores y comercializadores ecológicos, como es el caso hasta ahora. Necesitamos una estrategia nacional que no dependa de colores políticos.
Para ello me remito a las iniciativas desarrolladas en el Decálogo de la Producción Ecológica publicado por ASOBIO a principios de 2025, entre las que destaco la aplicación de un IVA superreducido a productos bio, la oferta mínima de un 25% de productos eco en cocinas públicas (hospitales, administraciones, universidades, etc) y la promoción de la EuroHoja (el símbolo de los alimentos eco) como herramienta de comunicación contra el greenwashing.
España no puede dejar pasar esta oportunidad económica, medioambiental y social.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Alimentación Ecológica