Cada vez más personas deciden dejar una huella que trascienda su propia vida. En un contexto en el que más de 123 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares por culpa de la guerra, la violencia o la persecución, el testamento solidario se consolida como una forma de ayuda tan transformadora como duradera. Así lo demuestra el Comité español de ACNUR con su nueva campaña “Héroes”, presentada recientemente en Madrid y centrada en visibilizar historias de supervivencia y superación que han sido posibles gracias a quienes han decidido incluir a la organización en su legado.
“Con esta campaña hemos querido mostrar cómo, gracias al apoyo de personas que confían en ACNUR, las personas refugiadas no solo sobreviven, sino que pueden reconstruir sus vidas e incluso ayudar a otras”, afirma Carmen Conejo, Responsable del programa de Testamento Solidario, a quien entrevistamos hoy en Corresponsables. Casos como el de Wilmar Quintero, que fundó en Medellín una organización para personas desplazadas; o el de Parfait Hakizimana, que huyó de Burundi y acabó compitiendo en los Juegos Paralímpicos de Tokio, dan sentido a un gesto que no está reservado a grandes fortunas: “Lejos de lo que se tiende a creer, no hace falta tener grandes bienes para hacer solidario un testamento”, subraya Conejo.
Desde su puesta en marcha en 2016, el programa de ACNUR ha multiplicado por seis el número de personas que han comunicado su decisión de dejar un legado a favor de quienes más lo necesitan. Con campañas como “Héroes”, ACNUR no solo visibiliza el impacto real de esta forma de colaboración, sino que trabaja por “desmitificar y derribar las barreras culturales que aún existen en torno al testamento”, poniendo en el centro lo que verdaderamente importa: que las historias de quienes lo han perdido todo puedan continuar.
Carmen, ¿puedes contarnos cómo fue la presentación de la campaña Héroes y cuál es el contexto general del programa de testamento solidario de ACNUR?
La presentación de Héroes tuvo lugar el 7 de mayo en el Espacio Como 94 de Madrid, con la asistencia de un centenar de personas, principalmente socios y socias del Comité Español de ACNUR, junto a medios y otros grupos de interés. El acto incluyó una experiencia inmersiva, al inicio, que recreaba la huida de personas refugiadas, acercando a los asistentes a esta dura realidad a través de objetos, imágenes y locuciones.
Posteriormente, se celebró una mesa redonda moderada por la periodista Mónica Carrillo, con la participación de dos personas refugiadas y protagonistas de la nueva campaña de Testamento Solidario de ACNUR y dos testadores reales, personas que han incluido a la organización en sus testamentos y que, igualmente, también han participado en la campaña. Los cuatro compartieron sus historias y experiencias, Aminata Soucko y Khadija Amin, la de dos mujeres que se vieron obligadas a huir de sus lugares de orígenes y comenzar una nueva vida aquí en España y, Ramiro Ribeiro y Elena Asensio, la de dos personas corrientes que, un día, decidieron incluir a ACNUR en su testamento para seguir ayudando en el futuro precisamente, a personas como Aminata y Khadija.
Sobre el programa de Testamento Solidario este nace en 2016 con el compromiso del Comité Español de ACNUR por impulsar esta forma de donación. Desde entonces, hemos visto una evolución creciente no solo en el interés de personas hacia esta forma de ayuda, sino también en la decisión de cada vez más personas que se animan a hacerlo. En este contexto, cada año desde el programa llevamos a cabo una campaña con la que continuar trabajando la sensibilización y comunicación sobre esta modalidad de donación y, en este contexto se enmarca Héroes, la campaña de este año que pone el foco en el impacto de las donaciones a través del testamento y cómo ofrece una oportunidad a tantas personas refugiadas y desplazadas a la fuerza en el mundo.
¿Qué significado tiene el nombre “Héroes” para esta campaña y qué historia y testimonios se presentan para visibilizar la realidad de las personas refugiadas?
Héroes pone en valor a las personas refugiadas como verdaderos protagonistas de historias de supervivencia y, también superación, frente a circunstancias muy difíciles e injustas que les ha tocado vivir. Con esta campaña hemos querido mostrar cómo, gracias a la labor de ACNUR y al apoyo de personas que confían en la organización y la incluyen en su testamento para seguir ayudando en el futuro, las personas refugiadas y desplazadas a la fuerza no solo sobreviven a unas circunstancias de vida duras, sino que pueden llegar a tener una nueva oportunidad de vida e incluso crear proyectos que, a su vez, pueden ayudar a otras personas en su misma situación. La campaña presenta las historias de cinco protagonistas, Wilmar Quintero, Raphael Basemi, Aminata Soucko, Parfait Hakizimana y Khadija Amin, quienes relatan sus experiencias de huida y la reconstrucción que han logrado de sus vidas con el apoyo de ACNUR.
Además, la campaña también visibiliza a cinco testadores que, sin idealizarlos, representan el compromiso y la generosidad de quienes deciden dejar un legado solidario a favor de las personas refugiadas y desplazadas a la fuerza. A través de un audiovisual y otras piezas adaptadas para difusión online y offline, queremos acercar esta forma de ayuda a la sociedad española, mostrando su impacto real y la importancia de apoyar a quienes lo han perdido todo.
¿Quiénes son los testadores y qué motivaciones y experiencias personales suelen compartir sobre esta forma de ayuda?
Pues son personas corrientes y de diversos perfiles que no necesariamente tienen un gran patrimonio y que han decidido incluir a ACNUR en su testamento para apoyar a quienes lo necesitan una vez que ellos ya no estén. Lejos de lo que se tiende a creer, no hace falta tener grandes bienes para hacer solidario un testamento lo importante es el compromiso con la causa. En el evento de presentación de Héroes participaron Elena Asensio y Ramiro Ribeiro, dos testadores que han incluido a ACNUR en su testamento y que compartieron sus motivos personales y su experiencia, por qué decidieron hacerlo y por qué animan a otras personas a considerarlo, ayudando así a desmitificar el testamento solidario y acercar esta forma de donación.
Esta forma de colaboración no solo se traduce en hacer un legado económico o material, sino que cada vez más también se está convirtiendo en un ejemplo para las familias, en coherencia a sus valores, ya que cada vez son más las personas con hijos que optan por esta vía como una forma de transmitir valores solidarios. Además, quienes deciden hacerlo suelen comunicarlo, lo que contribuye a normalizar y naturalizar el testamento solidario.
¿Cuáles son los principales retos y barreras culturales que encontráis para comunicar y promover el testamento solidario en España?
El principal reto es que el testamento está inevitablemente asociado a la muerte, un tema que muchas personas prefieren evitar o no afrontar, y esto irremediablemente dificulta la sensibilización. Además, la vertiente jurídica y técnica puede generar reticencias, sin embargo, el proceso para hacerlo es sencillo y accesible para todos. También existe el mito de que incluir a una organización en el testamento puede perjudicar a los herederos legítimos, pero en realidad es totalmente compatible y respetuoso con la parte legítima, y una vez que las personas conocen esto y lo entienden, lo valoran positivamente.
Así que, para hacer frente a ello y promover el testamento solidario en España, es fundamental usar un lenguaje renovado y cercano, reforzar la confianza en la gestión de ACNUR y mostrar el impacto tangible de esta forma de donación. Desde ACNUR estamos trabajando para desmitificar y derribar estas barreras culturales que aún existen, pero es un camino largo.
¿Cómo ha evolucionado el programa desde su lanzamiento en 2016 y qué tendencias actuales destacas en el perfil y la forma de donar de quienes optan por esta vía?
Desde 2016, el programa ha crecido notablemente, multiplicándose por seis el número de personas que han incluido a ACNUR en su testamento. Inicialmente, esta modalidad era más frecuente en mujeres, pero esto se ha ido equiparando con los años y ya no solo son las personas solteras quienes lo hacen, cada vez más familias con hijos optan por ello. También hemos visto un cambio en el tipo de bienes que dejan a la organización: antes predominaban los bienes inmuebles o legados monetarios, pero cada vez más incorporan otro tipo de bienes como productos financieros (acciones, valores…) e incluso dejan a la organización beneficiaria de pólizas de seguro, como seguros de vida.
Además, cada vez más personas comunican su decisión de forma voluntaria, lo que ayuda a normalizar y visibilizar esta forma de ayuda. No obstante, a pesar de los avances, seguimos trabajando para ampliar el conocimiento y facilitar que más personas se sumen a esta iniciativa solidaria que, lejos de ser un acto reservado a unos pocos, está al alcance de todos.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en la Ficha Corporativa de ACNUR en el Anuario Corresponsables 2025.