Gentera ha logrado consolidarse como una institución con una visión socialmente responsable, enfocada en la inclusión, el desarrollo humano y la sostenibilidad. Alejandro Puente, director ejecutivo de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Gentera, explicó a Corresponsables que esta visión no es nueva. “Nosotros nacimos como un proyecto social. Desde el principio, concebimos la exclusión como una de las principales causas de la pobreza”.
Gentera se originó en 1990, en los estados de Oaxaca y Chiapas, con la misión de brindar herramientas financieras a comunidades marginadas. Hoy, cuenta con más de 27 mil colaboradores en México y Perú, y atiende a más de cuatro millones de clientes mediante productos como microcréditos, seguros, ahorro y canales de pago. En 2024, alcanzó una cartera récord de 82 mil 742 millones de pesos. “Vemos los servicios financieros como un medio. Nuestro verdadero propósito es que la persona crezca por sí misma”, subrayó Puente.
Esta filosofía se extiende al interior de la organización. Gentera ha desarrollado un modelo de bienestar denominado FISSEP, que busca el desarrollo integral de cada colaborador. Este modelo abarca seis dimensiones: familiar, intelectual, social, salud (física, emocional y mental), espiritual y profesional. “Ponemos mucho énfasis en que la persona no solo se desarrolle en lo laboral. La salud mental, la educación, la vida familiar y hasta lo espiritual son igual de importantes”, afirmó.
A través de FISSEP, Gentera ofrece programas que van desde asesoría emocional y salud integral hasta capacitaciones, formación continua y actividades de integración. Uno de los programas más valorados por los colaboradores incluye talleres de habilidades parentales, jornadas de salud y espacios de reflexión espiritual. “La integralidad de la persona es la base de nuestro modelo”, explicó Puente.
La institución también promueve la generación de Valor Total: social, humano y económico. “Las empresas las hacen las personas, no los edificios ni los activos”, puntualiza Puente. En este sentido, Gentera considera que los resultados financieros sostenibles son consecuencia directa del respeto por la dignidad y el bienestar de las personas. “Si no generamos valor social y valor humano, el valor económico difícilmente se sostiene en el tiempo”.
En sostenibilidad ambiental, Gentera adopta un enfoque realista y activo. Aunque reconoce que su huella ecológica no es comparable con la de industrias como la minera o cementera u otras, ha implementado medidas para mitigar su impacto. Entre ellas, la promoción de una cultura de respeto ambiental entre sus colaboradores y clientes, la revisión constante de procesos para reducir consumibles, y la compensación de emisiones generadas por su extensa red de viajes y operaciones a través de la compra de bonos de carbono. “Si bien no generamos un gran impacto directo, tenemos la responsabilidad de mitigar nuestra huella”, dijo.
Además, la institución ha desarrollado mapas de riesgo hídrico en las regiones donde opera, lo que le permite anticiparse a crisis climáticas que puedan afectar a sus comunidades y clientes. En el futuro, Gentera podrá diseñar productos financieros resilientes al cambio climático, alineados con prácticas sostenibles por parte de sus usuarios. “La sostenibilidad está en el centro de nuestra visión a 2030”, señaló Puente.
Frente al debate nacional sobre la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, Gentera ha mantenido una postura prudente y abierta al cambio. “Es una iniciativa que aún está en discusión legislativa. Nosotros nos apegaremos a la normativa cuando sea aprobada, como siempre lo hemos hecho”, asegura Puente. No obstante, reitera que cualquier ajuste se hará priorizando el bienestar del colaborador y la continuidad del servicio. “Las modificaciones o ajustes que tengamos que hacer siempre serán con el foco en la persona”.
Puente destaca que, además de los beneficios tangibles, hay un componente intangible esencial en la cultura organizacional de Gentera: la confianza. “Nosotros creemos en la palabra de la persona, en su capacidad de desarrollarse. Eso genera una relación distinta con nuestros clientes y también con nuestros colaboradores”.
Este enfoque ha rendido frutos: la retención de talento, el compromiso de los equipos y la lealtad de los clientes se fortalecen como resultado de esta visión coherente. En palabras de Puente, “la receta de poner a la persona en el centro da resultados, es sostenible y fortalece a la empresa desde su esencia”.
A lo largo de más de tres décadas, Gentera ha demostrado que es posible construir una empresa rentable sin perder el foco humano. Su modelo de inclusión financiera con propósito, combinado con una cultura organizacional sólida y estrategias sostenibles, es una muestra de cómo el sector financiero puede contribuir activamente a un desarrollo más justo, equitativo y resiliente en América Latina.