Mango, uno de los principales grupos globales de la industria de la moda, reafirma su compromiso con la educación y la igualdad de oportunidades, con la mujer en el centro de su estrategia de Acción Social, al anunciar el inicio de su colaboración con ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), un organismo dependiente de la ONU creado en 1950 para proteger y asistir a personas desplazadas por conflictos, persecuciones o crisis humanitarias, y a quienes carecen de nacionalidad.
El acuerdo, suscrito recientemente por Toni Ruiz, Presidente y Consejero Delegado de Mango; Francesco Sciacca, Director General del Comité español de ACNUR y Jorge Olague, Director de Alianzas con el Sector Privado de ACNUR, marca el inicio de esta colaboración de 2025 a 2027.
Toni Ruiz, Presidente y Consejero Delegado de Mango, expresó su entusiasmo por la colaboración con ACNUR, subrayando la trascendencia de esta iniciativa con Naciones Unidas en la formación superior de las mujeres refugiadas: ‘Mango aspira a generar un impacto positivo en todos los países en los que operamos. A través de iniciativas como esta queremos poner en valor a todas las mujeres que no tienen acceso a una educación superior y facilitar así que tengan una mayor autonomía y desarrollo, contribuyendo a un cambio transformador en sus vidas futuras’. Esto es aún más relevante si tenemos en cuenta que 8 de cada 10 personas que trabajan en Mango son mujeres y que ellas representan el 40% de nuestro Comité Ejecutivo, reforzando así nuestro compromiso con el liderazgo femenino. Este esfuerzo conjunto es un paso significativo hacia la igualdad de oportunidades, un elemento esencial para el progreso social y económico.
Francesco Sciacca, Director General del Comité español de ACNUR, añade que ‘el apoyo de Mango permite que estas jóvenes refugiadas puedan “apuntar más alto” y soñar con un futuro donde puedan estudiar, trabajar y aportar a la sociedad, tanto en sus comunidades de acogida como en la reconstrucción de sus países de origen’.
El programa DAFI y su impacto en Asia
Esta alianza busca ampliar el acceso a la educación universitaria para mujeres refugiadas a través del programa DAFI (que nació como la Iniciativa Académica Alemana Albert Einstein), implementado por ACNUR. Esta iniciativa se enfoca en promover la educación terciaria, un nivel al que actualmente solo el 7% de los jóvenes refugiados logra acceder. Como parte de este compromiso, se entregarán 96 becas hasta el año 2027: 69 becas completas que cubrirán toda la trayectoria universitaria, y 27 becas de último curso, destinadas a apoyar a quienes están próximas a graduarse e incorporarse al mercado laboral.
Una buena parte de las mujeres que participan en el programa se concentran en la región de Asia. En India, las becas DAFI están destinadas mayoritariamente a mujeres refugiadas de Afganistán y Myanmar, pertenecientes a la comunidad rohingya. Estas mujeres han buscado asilo en India debido a los conflictos prolongados y la persecución en sus países de origen. En Pakistán, la mayoría de las beneficiarias son refugiadas afganas, lo que destaca el papel histórico de Pakistán como país anfitrión de poblaciones desplazadas.
Importancia de la educación para mujeres y niñas refugiadas
La educación es fundamental para el desarrollo integral de la personalidad y la autonomía de las personas, y resulta especialmente crucial para mujeres y niñas refugiadas que enfrentan barreras adicionales en su trayectoria académica. El programa de becas, gestionado por ACNUR, brinda la oportunidad de acceder a la educación universitaria, fomentando tanto la formación académica como el crecimiento personal y profesional de sus beneficiarias.
Impacto y cifras del programa DAFI
Desde su creación en 1992, el programa de becas DAFI ha apoyado a más de 27.200 jóvenes refugiados en 54 países. En 2024, el 54% de los estudiantes beneficiados por DAFI en Asia fueron mujeres, alcanzando el mayor porcentaje de matriculación femenina en un solo año. Este logro es especialmente significativo dado que las mujeres refugiadas enfrentan las mayores barreras para acceder a la educación superior.
Más allá de la moda, fomentando igualdad y desarrollo social
Mango entiende la moda como una expresión de valores fundamentales como la inclusión, la diversidad y el respeto, y considera que su labor empresarial debe contribuir al desarrollo de la sociedad. A través de su área de Acción Social, la compañía busca generar un impacto positivo en las comunidades donde opera, implementando proyectos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que fomentan la igualdad y equidad de manera sostenible y a largo plazo. De esta manera, además de transmitir su pasión por la moda, Mango promueve un cambio transformador con el objetivo de mejorar la vida de las personas, en este caso de las mujeres refugiadas.
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